La incertidumbre estaba carcomiendo la paciencia de Gastón, un hombre fuerte que se sentía vulnerable y todo por culpa de Anne; Eran sentimientos encontrados por un lado el no podía permitirse sentir amor por nadie que no fuese el mismo, y por otro lado quería tenerla a ella solo para él, y así sería el no permitiría que ella fuese de otro, eso nunca, su obsesión se hacía cada vez más grande y por ello debía el mismo corroborar con sus propios ojos, lo que uno de sus hombres trato de insinuar. Así que metió el arma en su pretina, y tomó su saco y llaves de su auto y salió de su oficina, la misma dónde impartía las órdenes de acabar con más de uno. —¿Señor, va a algún lado? —preguntó uno de los hombres al ver que caminaba hacia la salida. Gastón se giró inmediatamente y lo fulminó con la