Llego a casa, con el corazón en la mano, ya que después de la confesión de Nathan, y no haber podido decirle lo que me sucede, las cosas se complicarán por completo. Entiendo a la perfección a Nate. Incluso, si Madame Giselle me hubiese dicho que lo mío era irreversible, por mucho que me gustara y sintiera todo lo que siento por él, sería incapaz de haberme involucrado sentimentalmente con él, porque no era lo correcto, no para mí al menos y ese sueño, por muy extraño que fuera, me lo había dejado muy en claro. Me había preguntado tantas veces, qué rumbo tomaría mi vida si esto no tuviera vuelta atrás. Si me decidiría por ser “heterosexual” para los demás, e ir adaptándome a medida de los años al estar con otra mujer, aunque para mi siempre sería discordante; o si sería “homosexual