CAPÍTULO QUINCE

1275 Words
DOMINIC   Cuando salimos del hospital Alice permanece completamente en silencio con los labios firmemente cerrados y una postura rígida, intento descifrar su humor pero es básicamente imposible, por lo que tampoco sé si mi plan tuvo éxito o no, yo trato de actuar despreocupado, como si nada hubiese pasado, y es que después de enterarme que lo de Zara no fue nada grave, pude respirar un poco, de lo contrario no estaría bromeando con esto.   Tan pronto como nos subimos a mi auto, le pregunto a Alice: “¿Quieres que te lleve a tu casa?” y ella me frunce el ceño con una expresión confundida.   “¿No va a ir al coctel de aniversario de la firma?” ella me pregunta sorprendida.   “Mierda, el coctel, lo había olvidado por completo, ¿vas a ir?” le pregunto y ella asiente pero no dice una palabra más.   “Vale, ¿no quieres pasar por tu casa para cambiarte por un atuendo más casual?” le pregunto, pues realmente llevo mucho tiempo tratando de buscar una excusa creíble para ir a su casa y por lo menos desvelar ese misterio, pero ella ha evitado que esa ocasión suceda, por lo que quería aprovechar que hoy está en mi auto para hacerlo, pero mi intención tiene el efecto contrario, pues ella inmediatamente se mira su atuendo como buscando los defectos.   “No, no me refería a que estás mal vestida ni nada de eso, sólo que como es una celebración, tal vez preferías vestir algo distinto, no quería que pensaras que tu atuendo no es apropiado, porque sí lo es…” empiezo a divagar y ella me corta de inmediato.   “Señor Pemberton, no se preocupe que en la oficina dejé un atuendo distinto y planeaba cambiarme antes de que llegara la hora del coctel,” ella me dice con un tono monótono y yo me sorprendo, pues honestamente ni siquiera pensé que ella quisiera ir y mucho menos que ya tuviera preparado otro atuendo para la ocasión.   “Ah, está bien, entonces iremos directo a la oficina,” yo le digo y ella asiente sin decir nada más y después desvía su mirada hacia afuera de la ventana durante el resto del camino.   Una vez llegamos a la oficina, veo que nadie está trabajando ya y que la empresa de catering se encuentra organizando las mesas y sillas en el lobby, así como también un bar y la mesa con aperitivos a un lado, los empleados parecen estarse cambiando a otros atuendos y las chicas de la oficina entran y salen de los baños con todo tipo de utensilios para el cabello, algunos incluso parecen dispositivos de tortura medievales, pero me contengo de hacer algún tipo de comentario, aquí no toman bien mi humor inglés.   Alice se acerca a su escritorio y saca una bolsa de compras de debajo antes de dirigirse hacia el baño a hacer lo propio, y yo me quedo de pie junto a la puerta de mi oficina preguntándome qué tipo de atuendo habrá traído y por qué ella cambió de opinión acerca de asistir a esto, cuando la estaban invitando no parecía muy segura de ir.   Sin embargo, no me quedo el tiempo suficiente afuera, sino que huyo del caos exterior a la seguridad y comodidad de mi oficina para tratar de adelantar algo de trabajo antes de que deba hacer mi aparición rutinaria como socio fundador de la firma, junto con Jonathan Barker y Michael Chapman, mis socios y amigos de muchos años, con quienes decidimos iniciar esta firma; Jonathan es especialista en derecho corporativo y maneja el área comercial y corporativa de la firma, mientras que Michael es especialista en derecho civil y familia, sus especialidades junto con la mía en derecho criminal, eran el complemento perfecto para crear una firma completa que pudiera proporcionar servicios de todo tipo, y creo que esa es una de las claves para nuestro éxito.   Bueno, eso y que los tres somos considerados de los mejores en nuestros respectivos campos, por lo que el prestigio de la firma creció rápidamente y por lo tanto sólo empezamos a contratar personas con experiencia y que realmente supieran lo que estaban haciendo, en pocas palabras: lo mejor de lo mejor; no fue tarea fácil, pero después de diez años, creo que lo hemos logrado, por lo que la de hoy es una celebración especial, y Jonathan, quien es el que organiza este tipo de eventos, se fue por todo lo alto, incluso preparó bonos para todos los empleados y un bono especial para los mejores empleados de cada departamento, lo cual nos costó una pequeña fortuna, pero sabemos que vale la pena para mantener felices a nuestros empleados y en consecuencia ellos trabajen mejor, con más ánimos.   Sorpresivamente, Michael estuvo de acuerdo con todo esto, él que usualmente es quien le pone un freno a Jonathan en cuestiones de gasto, pues es el mayor de nosotros, por lo que también se considera más maduro, él ya tiene familia, esposa y dos hijos, por lo que se preocupa mucho más con que esta firma no fracase pues el futuro de sus hijos depende de esto, mientras que Jonathan al no tener ningún tipo de preocupación en su vida privada más allá de lo que va a hacer el fin de semana, o cuál será su nueva chica del mes, no le importa derrochar; en mi caso es distinto, el dinero me es indiferente, crecí con él, con montones de dinero y sé que seguiré teniendo mucho aún sí esta firma fracasara, por lo que eso nunca ha sido motivo de preocupación para mí, haciéndome el arbitro perfecto en las discusiones entre ellos dos respecto al presupuesto.   -----------------------------------------------------   Una media hora más tarde tocan a mi puerta, y al principio creo que es Alice, por lo que me sorprendo cuando Michael asoma su cabeza y me dice en un tono medio molesto: “Ya están todos listos y te estamos esperando,”   “Anímate Mike, sólo estaremos por un momento y luego ya dejamos a John que disfrute de su fiesta, lo usual,” le digo riéndome de su expresión mortificada.   “Vale, pero espero que se te ocurra una buena idea para irnos temprano,” él me dice.   “Somos los jefes, no necesitamos excusas para eso, simplemente nos vamos y ya está,” le respondo encogiéndome de hombros y él rueda los ojos, pues siempre le ha sorprendido mi falta de diplomacia en estos temas.   Cuando salimos al lobby, mis ojos inmediatamente escanean el lugar en busca de Alice y tengo que chequear dos veces, pues de no ser por su cabello rojo no la habría reconocido, Alice tiene puesto ese maldito vestido n***o que compramos en la tienda y que aún no sé por qué carajos dije que sí a sabiendas de que era inapropiado para la oficina, pero por supuesto que no es inapropiado para una celebración de estas, además de eso ella tiene aún más maquillaje que el que usa normalmente, el cual es bastante suave, pero esta vez tiene los labios rojos en contraste con su cabello y un delineado delgado en sus ojos.   Se ve absolutamente deslumbrante, y para mi horror, no soy el único que lo nota, casi todos los ojos están puestos sobre ella y es claro que ella no está cómoda con toda la atención, y para hacer las cosas peores, veo los ojos de halcón de Jonathan sobre ella y sé, con toda seguridad, que no hay forma en el mundo en que la vaya a dejar sola a merced de semejante depredador.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD