CAPÍTULO DIECISÉIS

1173 Words
ALICE   No debí usar esto, dios, no debí haberme puesto este vestido, es demasiado ajustado y muy pero muy corto para la oficina, y claro que tenía que dejarme llevar por mi rabia y usar un lápiz de labios rojo intenso, como si ya el resto de mi atuendo no fuera suficiente, me siento tan consciente de mi misma en este momento que quisiera volver corriendo al baño y ponerme nuevamente la ropa que traía puesta antes.   Los ojos de todos están sobre mí, incluidos los de Dominic, quién tiene el ceño fruncido y no parece para nada feliz con la situación, mi estómago se hunde al pensar que viene un regaño, pues seguramente él estará molesto porque me puse un atuendo tan poco apropiado para la oficina, pero en mi defensa no soy la única, casi todas las mujeres se pusieron vestidos cortos y algunas tienen unos escotes bastante profundos, no entiendo por qué me miran sólo a mí, mi vestido en comparación con algunos de ellos es bastante recatado.   Uno de los socios fundadores, el señor Barker, no ha quitado sus ojos de mí desde que me vio y francamente me hace sentir incómoda, pues lo que se rumora en la oficina es que él tiene fama de involucrarse con las empleadas, y varias de ellas estaban alardeando en el baño sobre eso hace un rato, haciendo conjeturas con cual de ellas él iba a volver a casa esta noche, e incluso parecían estar inmersas en un tipo de competencia para ver quien lograba ganarse la atención de él; por lo que ahora mismo esas mismas empleadas me están lanzando miradas de enojo que estoy intentando ignorar.   El señor Chapman tiene que chasquear los dedos frente al rostro del señor Barker para que reaccione e inicie con su discurso, lo cual hace que Dominic le lance una mirada dura, casi de advertencia y es claro que su socio encuentra esto bastante divertido, pues le cuesta trabajo disimular su risa mientras se abre camino hacia el micrófono dispuesto en una pequeña tarima que está ubicada junto al bar recién instalado.   “Cuando iniciamos esta firma hace diez años, junto con mis estimados colegas y queridísimos amigos, Dominic y Michael…” él dice señalándolos, y aunque el señor Chapman le sonríe, Dominic sólo se limita a inclinar la cabeza levemente, pero mantiene la expresión seria y una sonrisa traviesa se expande por el rostro del señor Barker, quien continúa su discurso hablando de los retos que han tenido en este tiempo y cómo se han esforzado en reclutar al mejor talento en cada área, que los tres están muy complacidos con el trabajo de todos sus empleados y orgullosos de que pertenezcan a la firma.   Luego anuncia que debido a esto, han decidido darle a todos los empleados un bono extra este mes, lo cual causa una ola de aplausos y vítores que se extiende a todas las personas presentes, después de esto, dice que van a darle una recompensa adicional a quienes se han desempeñado mejor en cada área y pasa a nombrar a los mejores empleados en cada departamento, quienes parecen bastante orgullosos de sí mismos, e incluso hay una persona que llora de felicidad.   Finalmente decide hacer un brindis por la firma y todos sus empleados, pero cuando alza su copa la dirige directamente hacia mi dirección con una sonrisa que pretende hacer pasar como encantadora pero a mí me genera desconcierto, y cuando miro hacia Dominic, veo que lo está fulminando con la mirada, mientras el otro socio se para entre ellos con una expresión incómoda, como si quisiera salir huyendo de aquí lo más pronto posible; siento las miradas de las demás empleadas prácticamente quemando los costados de mi rostro y bebo mi champaña con mucha lentitud, tratando de no mirar a otro sitio aparte de mis manos.   --------------------------------------------------------------   Durante el resto de la noche estuve tratando de escapar del resto de personas y sentarme en un rincón a comer tranquilamente, pero fue  imposible pues las personas seguían acercándose a mí a hablarme y preguntarme cosas sobre mí, algunos incluso eran bastante imprudentes y hacían preguntas muy personales, las mujeres, excepto Kim, sólo me saludaban por educación cuando me incluían en alguna conversación, pero se iban a otra parte rápidamente a continuar con los chismes, casi todas fueron bastante odiosas conmigo, excepto una chica de contabilidad llamada Jessica y una abogada nueva en el área corporativa, llamada Emily, quienes por el contrario fueron muy dulces.   Y justo cuando estaba hablando con Emily sobre mis clases y cuáles ella consideraba que eran las mejores materias en la universidad y me daba consejos sobre qué hacer en ciertas situaciones, el señor Barker se acercó a nosotras para incluirse a si mismo en la conversación, aunque la mayoría de cosas que decía las dirigía a mí directamente, por un momento pensé que Emily se iría también, pero ella sólo enarcó una ceja hacia él y se paro junto a mí en una posición defensiva, como si estuviera lista para pelear con él si se metía conmigo, algo que me conmovió.   Menos de dos minutos después de que el señor Barker viniera a unirse a nuestra conversación, Dominic se unió también, lo cual fue extraño pues había pasado gran parte de la noche hablando con su socio y un par de los abogados senior de la firma.   “Dom, pensé que a esta hora ya te habrías aburrido y habrías encontrado alguna excusa para irte a casa, así como haces todos los años,” él le dice en un tono burlón y Dominic le frunce el ceño.   “No, aún es temprano y no tengo más planes para hoy,” Dominic le responde.   “Ah bueno, entonces supongo que te unirás a la conversación que estamos teniendo con tu encantadora asistente,” él le dice mientras me guiña un ojo y Dominic aprieta la mandíbula.   “Estaba preguntándole a Alice si va a ir con nosotros al club después de que esto acabe, pero Jonathan nos interrumpió antes de que ella pudiera responder,” Emily dice dándome una sonrisa y yo estoy perpleja porque en realidad ella nunca me preguntó eso.   “¿Y? ¿Vas a ir con nosotros?” Jonathan nos pregunta y yo asiento casi que instantáneamente, pues la razón principal por la que me puse este vestido fue porque tenía la esperanza de que me invitaran al club con los demás invitados y tenía que aprovechar que George ha estado de mucho mejor humor desde nuestra conversación, por lo que no tuvo problema en que llegara tarde a casa hoy.   “¿Y qué hay de ti, Dom, vas a ir?” Jonathan le pregunta y luego añade para sí mismo: “¿Pero qué estoy diciendo? Por supuesto que no vas a ir, nunca vas a esto,”   “Pues te equivocas, si iré” Dominic le responde con un tono mordaz y luego me dirige una mirada extraña que hace que mi corazón se desboque.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD