CAPÍTULO CATORCE

1735 Words
DOMINIC   Otra semana ha pasado sin que haya podido hacer ningún tipo de avance con Alice, ella simplemente sigue en su actitud distante y fría, aunque en un par de ocasiones, especialmente durante las reuniones, la caché mirándome furtivamente, pero tan pronto como volteaba mi cabeza hacia su dirección, ella desviaba su mirada hacia cualquier otra parte en la habitación; la situación es honestamente frustrante y no ayuda en nada el hecho de que casi todos los días la veo salir y subirse a ese feo auto viejo, el cual maneja un tipo que parece alto y delgado con cabello largo que le da casi hasta los hombros, pero no logro distinguir los rasgos de su rostro porque siempre lo veo a través de los vidrios de su auto.   Ese tipo me causó tanta curiosidad, que sin saberlo terminé en las r************* de Alice tratando de encontrar alguna pista del extraño, y me encontré sólo con una cuenta de ** con una sola publicación de hace tres años en la que aparece Alice en su primer día de universidad sonriente y con su cabello rojo brillando en el sol, pero no hay ningún comentario y los únicos cinco me gusta son de mujeres al parecer de la universidad, en su cuenta no sigue a nadie y sólo dos de las chicas que le dieron me gusta a su foto la siguen; me sentí aún más frustrado pues tenía la esperanza de obtener mucha información a partir de internet.   Y es que la mayoría de personas tienen r************* , especialmente chicas jóvenes como ella, pero al parecer Alice es la excepción a la regla, y no pude encontrar nada más después de buscar por horas, así que terminé guardando esa fotografía en mi galería y unos días después me di cuenta que se había convertido en un hábito mío simplemente sacar mi teléfono y mirar su foto, lo cual parecía ridículo, teniendo en cuenta que podía verla si salía de mi oficina, sólo que el contraste entre la sonriente Alice de la fotografía y la chica con rostro inexpresivo que estaba sentada en el escritorio de afuera, era simplemente deprimente.   La única reacción que pude obtener de ella fue una leve molestia cuando Susan, la asistente de Zara, llamó para pedir que le agendara una cita con urgencia a Zara y yo le pedí que cancelara mi última reunión del día antes del coctel para celebrar el aniversario de la firma, Alice frunció ligeramente el ceño antes de asentir y salir para llamar a Susan y confirmar la reunión; eso fue esta mañana y desde entonces ha estado inquieta y parece un poco malhumorada, pero trata de esconderlo, aunque no con mucho éxito.   No puedo evitar pensar que tal vez siente celos de Zara, y honestamente no le he dicho que, de hecho, Zara tiene novio y no soy yo, aunque tampoco es que le haya mentido pues la pregunta simplemente nunca ha surgido y yo tampoco he tenido mucho interés en aclarar la situación, más aún hoy que por fin pude obtener algún tipo de reacción de parte de Alice, si eso es así, no me molesta dejar que piense en que aun tengo una relación con Zara; aunque puedo jurar que la voz de Jonathan resuena en mi cabeza diciéndome que soy un imbécil y que eso probablemente hará que ella se aleje más.   Y también está la posibilidad de que Alice simplemente odie a Zara por la conversación que escuchó entre nosotros hace un par de semanas, pues si cambió su actitud conmigo que soy su jefe a raíz de eso, no quiero ni imaginar cómo se debe sentir respecto a Zara, quien no representa nada para ella. Quisiera dejar de pensar en ella, pero desde que la conocí ha sido prácticamente imposible, ella está conmigo casi todo el día y aún así pienso en ella constantemente, preguntándome todo tipo de cosas, como ¿qué estará pensando en este momento? O que parece más delgada ¿estará enferma? Y cuando no pienso en ella, entonces sueño con ella hasta el punto en que las duchas frías se han vuelto una constante en mis mañanas.   ---------------------------------------------------   Veinte minutos antes de mi reunión con Zara, Alice toca a la puerta de mi oficina con suavidad y después de que le pido que entre, ella me dice en un tono tenso: “Sólo quería recordarle que en veinte minutos es su reunión con la señorita Arlington,”   “Sí, gracias Alice, cuando Zara llegue por favor podrías…” le empiezo a decir y ella básicamente me corta para decir:   “No interrumpirlos, ni tocar la puerta a menos que sea un asunto urgente,” recita en un tono monótono y yo estoy un poco sorprendido.   “No, de hecho iba a pedirte que me trajeras el expediente de Graham Group, esta sí es una reunión de trabajo,” le digo y no sé por qué lo hice, no tengo idea por qué de repente sentí la necesidad de explicar mis acciones ante mi asistente, pero ella parece relajarse visiblemente y asiente antes de salir de la oficina.   Sin embargo, la hora de la reunión llega y aun no recibo la llamada de Alice informándome que Zara llegó, lo cual es extraño pues ella nunca llega tarde a ningún sitio, así que decido llamarla pero no me contesta, unos diez minutos después, decido que ya la situación es demasiado extraña, por lo que llamo a Alice,   “Por favor llama a la asistente de Zara y confirma que todo esté bien con ella,” le pido.   “¿Está todo en orden señor Pemberton?” ella me pregunta con curiosidad.   “No lo sé, ella nunca llega tarde a ninguna cita y no está contestando su teléfono, por favor hazme saber apenas tengas respuesta,” le respondo y ella me responde en un tono extraño: “Por supuesto, señor Pemberton,”   Unos minutos después salgo para verificar qué pasó y veo a Alice asintiendo con el teléfono sobre un oído mientras anota algo en un papel, luego da las gracias y cuelga, ella parece no notar mi presencia y simplemente mira el papel en su mano por más de un minuto mientras frunce sus labios como si estuviera considerando algo muy importante, pero finalmente suspira en un gesto derrotado y cuando se voltea con la clara intención de ir a mi oficina a informarme sobre lo que sea que haya averiguado, ella se sobresalta al verme en la puerta y palidece un poco.   “¿Qué te dijeron?” le pregunto, fingiendo que no he visto nada.   “Al parecer la señorita Arlington tuvo algún tipo de incidente y fue llevada al Hospital,” ella me informa y yo me sorprendo.   “¿Qué?” exclamo en voz alta, haciéndola sobresaltar de nuevo.   “Esa fue toda la información que recibí,” ella me responde encogiéndose un poco, así que yo vuelvo a entrar a mi oficina con rapidez para tomar mi abrigo antes de salir y encontrar a Alice sentada en su escritorio con la mirada perdida.   “Toma tus cosas, tú vienes conmigo,” le digo y ella parece bastante sorprendida, pero no duda en asentir y tomar sus cosas para seguirme hacia mi auto.   Cuando llegamos al hospital que nos indicaron, veo en la sala de espera al chico Smith sentado con una expresión de preocupación, flanqueado por un hombre joven, aunque no tanto como él, y una chica rubia de más o menos la edad de Zara, tan pronto como él me ve llegar frunce el ceño con molestia y voltea su rostro como si estuviera intentando ignorarme, así que voy hacia él directamente.   “¿En dónde está Zara?” le pregunto y él rueda los ojos pero no responde nada, en vez de eso, es la rubia quien habla.   “Está adentro en una habitación, la tienen bajo observación mientras le hacen unos exámenes,” me dice con un tono coqueto y puedo ver por el rabillo de mi ojo que Alice la está mirando con una expresión asesina, mientras el chico Smith le frunce el ceño por su indiscreción, pues era claro que él no quería darme ninguna información.   “¿Pero ella está bien?” insisto y la rubia parece estar a punto de responder de nuevo, sin embargo el chico la corta y responde un simple “Sí,”   “¿Y a ti quién te avisó que ella estaba aquí?” añade con molestia y Alice parece confundida, pero permanece en silencio.   “Teníamos una reunión programada para esta tarde, ella parecía bastante preocupada y me llamó con poca anticipación, por lo que me preocupé cuando no apareció y le pedí a mi asistente que llamara a su asistente para confirmar, Susan fue quien nos informó sobre lo que había pasado,” le digo con un tono de aburrimiento pues ya me están cansando sus preguntas.   Y Alice parece más confundida que nunca, mira de él hacia mí y viceversa con una expresión conflictuada en su rostro y yo ruego internamente porque ninguno de ellos diga algo que pueda derribar la pequeña mentira que tengo sobre mi relación con Zara, así que decido alejarme de ellos lo más rápido posible.   “Voy a entrar a verla, ¿en qué habitación está?” le pregunto directamente a la rubia, pues es claro que el chico no me va a decir.   “Ella no quiere que nadie entre, necesita descansar,” él me dice con un tono mordaz.   “Pues entraré a verla y que me lo diga ella misma,” le respondo antes de dirigirme hacia unas puertas dobles por donde se ven entrando enfermeras y decido mejor preguntarle a ellas sobre Zara.   Un momento después siento los pasos apresurados de Alice tras de mí y cuando la enfermera me indica en qué habitación está Zara, decido hacer uso de mis mejores talentos teatrales para aparentar ser el novio preocupado, por lo que entro y acaricio suavemente la cabeza de Zara, plenamente consciente de que Alice está afuera viendo todo a través del vidrio de la puerta, sé que esto podría volverse contra mí, pero en este momento en que llevo dos semanas padeciendo por la actitud fría y distante de ella, me encuentro desesperado por algún tipo de reacción de Alice, así sea de enojo.
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