CAPÍTULO VEINTIUNO

1150 Words
ALICE   Cuando llego a la oficina el lunes, quisiera poder volverme invisible o idear alguna forma en que pudiera pasar desapercibida para evitar que todas las personas sigan viéndome de esa forma, pues ya es suficientemente mala la perspectiva de verme con Dominic después de haber dormido ebria en su cama y luego haber huido de su casa, ahora también tengo que preocuparme por todos los cuchicheos y murmullos que me siguen desde el momento en que pongo un pie en la oficina, y siento mi rostro ponerse casi tan rojo como mi cabello.   Tan pronto como me acomodo en mi escritorio, siento a alguien acercarse a mí y cuando levanto mi cabeza veo a Christina, la chica de contabilidad que fue amable conmigo durante el coctel del viernes, sonriéndome amigablemente y con una expresión emocionada, como si estuviera lista para hacer algo increíble.   “¡Hola, chica!” me saluda ella entusiásticamente.   “Hola,” yo le respondo de forma tímida.   “Eres la comidilla de la oficina hoy, ¿sabías eso? Que buen debut tuviste,” ella me dice y cuando ve mi expresión mortificada al confirmar que efectivamente todos esos murmullos eran sobre mí, ella se apresura a decirme:   “No hagas esa cara, sólo bromeo…. Aunque sí están hablando mucho de ti,”   “Oh dios, ¿qué están diciendo?” le pregunto.   “Bueno, están hablando de lo guapa que estabas el viernes, de cómo la mayoría de hombres en la oficina ahora tienen un enamoramiento contigo, y sobre todo están comentando acerca de la pelea épica que tuvieron los dos bombones de nuestros jefes,” ella me informa, elevando su voz unas cuantas octavas con la última frase, mientras yo siento que toda la sangre escapa de mi rostro.   “¿Qué? ¿La gente está diciendo qué?” pregunto con debilidad.   “Que estabas muy guapa, y debo decir que concuerdo con ellos, ese vestido n***o te quedaba espectacular, ¿en dónde lo compraste?” ella me dice.   “No, no sobre el vestido, sobre la pelea, ¿de qué pelea hablan? No ocurrió nada,” yo exclamo mortificada.   “Las personas están diciendo que los escucharon discutir varias veces durante la noche por ti, primero por saber en qué auto te ibas a ir, después vieron al señor Pemberton regañando al señor Barker porque te estaba dando alcohol y también hay algunas personas que dicen que estaban peleando por quien se iba a casa contigo y que ganó el señor Pemberton,” ella explica encogiéndose de hombros.   “Oh, por dios, hay muchos chismosos en esta oficina,” yo exclamo indignada.   “No, no es que sean chismosos, bueno sí lo son, pero es que esto es una ocasión extraordinaria,” ella me dice y yo la miro confundida.   “¿A qué te refieres con eso?” le pregunto de inmediato.   “Bueno, todos notaron la forma en que el señor Barker te estaba mirando, pero esas no son noticias porque él siempre hace eso, especialmente con las nuevas y más si son bonitas como tú…” ella empieza a explicarme y yo siento que me sonrojo con sus elogios, pero ella no parece notarlo y continúa: “… Lo extraño en realidad es el comportamiento del señor Pemberton, eso es lo que tiene a todas las personas hablando, él nunca había mostrado ningún tipo de interés por ninguna otra persona aparte de sí mismo, nunca se quedaba más de una hora en eventos de la oficina, y jamás había ido de fiesta con los empleados, mucho menos había discutido con su socio por una chica, eso fue como si todos hubiésemos visto a un perro hablar, o a un pez volar, simplemente extraordinario,” ella me dice y para ese momento mi rostro está aún más rojo que mi cabello, pero no puedo negar que siento una ligera satisfacción con sus palabras.   Saber que esto no es algo que él haga todos los días hace que me sienta de alguna forma especial, y eso es algo que no pasa a menudo, de hecho, ahora que lo pienso, esto es algo que no me había pasado antes; pero mi burbuja se rompe en el momento en que Christina continúa con su monólogo.   “También dicen que te fuiste a casa con él, ¿es eso cierto? ¿No se supone que él tiene novia? La chica Arlington, ¿no?”   Siento una punzada de celos atravesarme, pero trato de disimularla y sé que debo hacer algo para evitar que esos rumores sigan creciendo y expandiéndose, por lo que le contesto:   “El señor Pemberton sólo estaba evitando que me metiera en problemas, asistió al coctel y fue al club porque esta no fue una ocasión normal, era la celebración de una década de la firma y sintió que era hora de compartir más tiempo fuera de la oficina con sus empleados, además, no me fui a con él a su casa, él me llevó a la mía porque no confía en los servicios de taxi debido a los muchos casos que ha visto durante su carrera, pero eso es todo,” yo le digo y ella me observa por unos instantes como si estuviera estudiando mi respuesta para saber si es creíble o no, finalmente asiente en acuerdo conmigo, pero antes de que pueda responderme, sus ojos se amplían con horror y después de darme un breve ‘Adiós’, se va casi corriendo.   Mi cabeza sigue la dirección de su mirada y veo que Dominic está entrando a la oficina con el ceño profundamente fruncido, parece molesto, lo cual hace que mi corazón se acelere al anticipar lo que sea que me va a decir por haberme ido de su casa de esa forma; trato de respirar profundo mientras lo veo caminar directamente hacia mí, y mi corazón se detiene en el momento en que él se para junto a mi escritorio y con un tono severo me dice:   “Señorita Coleman, necesito que hablemos, por favor pase a mi oficina,” antes de dar media vuelta y dirigirse a su oficina, pero cuando está entrando, se para en la puerta y da media vuelta con las cejas enarcadas hacia mí, como esperando por algo, pero yo estoy demasiado anonadada para entender que él estaba esperando a que me pusiera de pie y lo siguiera de inmediato, por lo que me apresuro a entrar detrás de él a su oficina, y tan pronto como entro él cierra la puerta tras de mí y le pasa el seguro, luego se acerca a mí lentamente, como un depredador acechando a su presa, al tiempo que yo retrocedo hasta que siento mi trasero chocar contra su escritorio, mientras mi corazón late con fuerza y veo su mirada desviarse lentamente por mi rostro hasta que se centra en mis labios.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD