Capitulo 10.
Narra Yahir
Me encontraba entre la espada y la pared como dicen por ahí, me sentia increiblemente acorralado, necesitaba a esa mujer en mi vida, tres meses y algo mas pasaron en donde yo no podia borrarla de mi memoria, luego de haberla probado mi obsesión no hacia mas que crecer dia tras dia, la necesitaba junto a mi.
Ella seguia su vida tan tranquila y aunque estuviera frente a ella no me notaba, es como si yo no existiera y eso en vez de decepcionarme hacia que me obsesionara mas, que la quisiera mas, que la deseara hasta con los huesos, necesitaba a esa mujer, la necesitaba a mi lado, en mi cama, suplicando por mas, estaba tan desesperado que baje de la camioneta sin importarme nada, mi guardaespaldas me grito que esperara pero yo ya no me podia contener.
Entre al edificio en donde estaba su oficina, marque el numero de su piso, y al entrar vi a una rubia muy guapa, era su asistente pero la verdad es que no le llegaba ni a los talones a Carolina, la rubia se acomodo el escote cuando me vio entrar, pero eso no logro motivarme a nada.
-Buenas tardes, necesito hablar con Carolina- ella me hace ojitos mientras se para de la silla para que viera lo corto de su falda.
-La señorita ya a esta hora no atiende a nadie...
-Podrías decirle- le doy una mirada que ella no se puede negar asi que se asiente y se dirige a la estancia en donde se encontraba mi mujer.
Minutos después sale diciendo que ya a esta ahora no podia atender a nadie, me molesto, yo no era nadie, yo lo tenia que ser todo para ella, esta mujer me descontrolaba de manera en las cuales no podia hacer nada, le digo a la rubia que por favor insistiera un poco mal y al salir la llevaría a tomar algo, no me apetecia salir a tomarme algo con ella, pero sabia como debia de tratar a las mujeres falta de atención como ella, sonaba como un patan pero nunca me habia esforzado por no serlo.
La chica sale un rato después diciendo que puedo pasar, y que dijo que debia irme a un largo viaje y por eso la insistencia le agradezco, y sin pensarlo mas me dirijo a la oficina, deseaba que cuando me viera me reconociera como el hombre de la discoteca y que quiera volver a repetir todo lo que hicimos pero ahora en mi casa, y con mucho mas tiempo con nosotros, estaba ya en un punto en el cual no me importaba si su padre me mataba, solo deseaba tenerla.
-Buenas tardes- digo al entrar y ella alza la mirada sus ojos me recorren entero causando que mi pene comience a despertarse, pero en su mirada no hay nada mas, no me reconoce, no sabe quien soy y eso me enfurece a niveles desconocidos.
Ella era la mujer mas bella que mis ojos hayan podido ver, sin importar el largo dia de trabajo ella lucia igual de espectacular que en la mañana, era increible, como solo una perosna podia ponerme de esta manera, pero ella podia dominarme si se lo proponia.
-Buenas tardes, señor...- hace una pausa esperando que yo me presente y lo unico que deseaba era devorar u boca y todo su cuerpo.
-Yahir- le digo queriendo hacerme el misterioso y que por lo menos eso causara interes en ella, pero algo muy dentro de mi me decia que nada de eso me funcionaria.
-Yahir que? disculpe, pero siento que lo he visto en algún otro lugar- no logro ocultar mi sonrisa, si que me había visto y sentido muy bien.
-Solo Yahir señorita Carolina- ella al principio parece sorprendida porque sabia su nombre pero ni se imagina todo lo que conozco de ella- vengo ya que me la recomendaron.
-Siento si sueno grosera, pero para eso debe de hacer una cita, ultimamente hemos estado trabajando a tope, asi que no aceptamos proyectos de ultima hora- me rasco la cabeza, porque esta mujer era increiblemente dificil, no lograba entenderla ni un poco.
-Si pero sera la remodelacion total del interior de un edificio, no creo que quiera desperdiciar esta oportunidad tan grande para su carrera- no tenia nada que remodelar pero lo conseguiria solo para estar cerca de ella, la devoro con la vista y eso a ella la pone algo incomoda.
-Tendra que hacer una cita señor solo Yahir, ahora si me disculpa.
Se para de su puesto y tomando su bolso sale de manera rapida, me quedo parado unos segundos sin poder entender que es lo que habia pasado y cuando salgo de mi trance la sigo.
-No esta preocupada porque pueda perder este gran contrato para su pequeña empresa, debe de estar feliz porque la hemos considerado- ella se rie y noto lo prepotente que es.
-Haga una cita.
Se va y yo corro para tomar el otro ascensor, escucho que la secretaria me dice algo pero no logro escuchar ya que el ascensor se cierra, solo pensaba en alcanzar esta mujer y darle unas cuantas nalgadas por odiosa y grosera.
Pero al llegar lo unico que puedo ver es como arranca su auto, dejandome atras de nuevo, este parecía el juego del gato y el raton, y yo terminaría cazándola, estaba seguro de eso.
La secretaria me alcanza parece agitada, de seguro corrio y eso solo me demuestra lo facil que es, le sonrio ya que con alguien debia desquitarme, y le hago una señal para que suba a la camioneta y ella con una sonrisa de suficiencia lo hace.
Nalgadas, sudor, un poco de sangre, la escucho diciendo que pare, pero no puedo tengo demasiada rabia acumulada, cuando termino veo el desastre y a la mujer casi desmayada, me pongo una toalla y salgo, veo a Steven y le hago la señal para que entre y se encargue de todo mientras yo me dirijo a mi habitación a relajarme.
-Señor- me llama el y paro en seco pero no me giro a verlo- El padre de la señorita Carolina murio hoy- no puedo evitar sonreír, las cosas se estaban dando a mi favor