CAPITULO L. Compromiso inesperado

1062 Words
JOAQUIN — No lo dirás en serio, ¿o sí? — estoy anonadado por su comentario tan fuera de lugar — ¿Y porqué no debería decirlo en serio? — me cuestiona mi madre — Como broma es buena, pero como algo serio, de verdad te lo digo, ¡mi hermana jamás te lo perdonará! — Como si a tu hermana le importara de verdad lo que nosotros pensemos — replica mi padre y comienzo a balbucear — Bueno, yo pensé que... — retomo mi postura, pensando un poco mejor en mis siguientes palabras — ¿Tienen sed? Iré por algo de beber... Me sorprende mucho escuchar semejante comparación proveniente de mis padres, nunca me había imaginado que algo así pudiera ocurrir, he decidido alejarme un poco de ellos por hoy pues, quiero evitar una discusión, es la fiesta de mi hijo y de mi sobrina y no quiero que nada ni nadie la opaque. Ahora sé que Liz ha estado jugando a ocupar el lugar de mi hermana, es un juego muy sucio que esconde negras intenciones y lo peor es que ellos han caído redonditos en la manipulación de Liz, ¡qué desastre! Y lo peor es que no sé cómo arreglar la situación, me arrepentía de mi infidelidad, pero creo que mi más grande error ha sido haberme casado con este monstruo que comienzo a conocer, apenas. Si Luna se entera querrá matarla por engañar a mis padres y por querer quitarle lo que por derecho le corresponde, el amor de los viejos, aunque si mi hermana se atreve a desgreñarla no me meteré, quizá se lo merezca por... debo controlarme o ésto terminará muy mal, mejor me aseguraré de que Luna no se entere... al menos no todavía. Ya ha pasado una desde que todos estamos aquí, hemos comido y, a pesar de la presencia de Mariana todo está tranquilo, aunque mis padres le han lanzado miradas de desprecio constantemente, debo reconocer que ella ha sabido comportarse, ignorando cada uno de sus menosprecios. Creo que Samuel ha inventado una estrategia novedosa para evitarla, pues Andrés no se le despega para nada, hasta parecen pareja, son muy graciosos, ¡si ellos se vieran! Ya hasta mis padres me han preguntado qué se traen. LUNA Esa mustia de Lizanya sí invitó a la... a Marianita a la celebración, debo conducirme de manera educada si pretendo reconcilarme con mis padres hoy mismo, aunque veo que mi cuñada ya los está acaparando lo suficiente como para hacerme pasar completamente desapercibida. Al menos Samuel está muy contentito con Andrés, aunque se ven raros. Joaquín también los está mirando, veré si él sabe algo. — Joaquín, el salón te quedó precioso — Gracias, gracias, yo también tengo mis talentos — Ya veo... y también veo que esos dos se traen algo entre manos, ¿tú sabes algo? — No, yo pensé que tú sabías — Pues no, pero iré a averiguar — Yo iré contigo Nos dirigimos a donde están Fernando con la bebé en brazos, Carmelita, Samuel y Andrés. — Hola, chicos, ¿cómo la están pasando? — pregunto — ¡De maravilla! — responde Samuel — Ya vimos, — confirma Joaquín — ¿nos puedes decir qué se traen tú y Andrés? — Mariana está aproximándose, por lo que ese par cambia su actitud de inmediato — Pues, como todos aquí ya saben — habla Samuel — Andrés y yo... — él tose — ¿Andrés y tú...? — pregunta Fernando —Samuel y yo estamos muy agradecidos de que nos hayan permitido ser los oadrinos de Camila — intervino Andrés — pero debemos darles una noticia, esperamos que todos estén contentos por nosotros — O. K., creo que ya nos tienen muy intrigados a todos — Sí, bueno, estamos también muy agradecidos porque bos estén permitiendo vivir con ustedes, pero nos mudaremos pronto — ¿Se mudarán? — pregunta Joaquín — Sí, como saben — Andrés lanza una mirada de advertencia sobre la presencia de Mariana y logro entender que todo es parte de un show para alejarla — Samuel y yo hemos estado construyendo nuestro nidito de amor, nos alegra compartir que al fin ese sueño ya está por cumplirse — ¡Me alegra tanto por ustedes! — exclamo mientras les indico a Fernando y a Joaquín con la mirada que debem hacer lo mismo — Y obviamente, debemos preparar una inauguración a su nueva vivienda — Me alegra mucho por ustedes — comenta Fernando fingiendo — y cuenten conmigo para lo que sea — Fer, amigo, bastante hiciste ya con presentarnos — agradece Andrés — tú siempre supiste sobre mis preferencias y a pesar de las críticas y burlas, nunca me diste la espalda — más que agradecimiento parece albur, pero tengo que esconder mi risa — al contrario, siempre me apoyaste — Andrés, más que mi amigo eres mi hermano, siempre te voy a apoyar y además, tú nunca me dejaste sólo en mis peores momentos — Ay, ya no se pongan cursis que me harán llorar — replico — Sí, por favor porque me da alergia — comenta Joaquín — ¿Y para cuándo se darán el anillo? — mi hermano sabe muy bien cómo mejorar cada situación — Paciencia, Joaquín — sugiere Samuel — tiempo al tiempo — De hecho — habla Andrés — será más pronto de lo que creen — hasta ese momento Carmelita no ha logrado entender nada, por lo que cualquier imprudencia podría echar todo a perder — No quisiera interrumpir, pero no pude evitar escuchar lo que estaban diciendo — interviene Mariana — sólo quiero felicitarlos por su nueva vida — lo dice en voz alta y hace un brindis por la pareja, todos se dan cuenta de lo ocurrido en la mesa — Gracias, Mar, — expresa Samuel — aunque lo dudes, me alegra mucho que estés aquí para compartir nuestra felicidad — Fernando le ha pasado uno de mis anillos a Andrés por debajo de la mesa — Samuel, aquí delante de nuestros seres queridos, quiero pedirle tu mano a Carmelita, a quien ya considero como a una madre — Carmelita está tan sorprendida como mis padres, pero no se atreve a hablar — ¿te casarías conmigo por todas las leyes? — ¡Sí, Andrés! — responde Samuel — ¡Beso, beso! — exclaman Joaquín y su imprudencia
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD