Tentación. Maldecido por tí

CAPITULO LXVII. El precio de la tranquilidad

LUNA

Después de tanto presionar a Samuel, él me dijo dónde encontrar a esa mujer, debo confesar que creí que él sería un poco más difícil de manipular que Andrés, pero ya ví que no, era mi gallo. Si supiera que solamente estaba bromeando, nunca le hubiera dicho eso a Joaquín para hacerlo quedar mal, pero bueno, creí que realmente me conocía, supongo aún tiene mucho que aprender sobre mí. El haberme dicho lo que quería saber fue suficiente como para todavía pedirle que me llevara, así estoy esperando a que Fernando se desocupe para que me lleve, mientras, mi nena y yo disfrutamos del bello jardín que posee esta casa, es hermoso, hay un césped verde por todo el lugar, esta bien cuidado y el tamaño es preciso, Andrés tiene un excelente jardinero, todas sus plantas están hermosas y hay flores por todo alrededor, nunca me imaginé que a él le gustaran tanto las flores. Creo que más delante le hará falta colocar unos columpios por aquí para que Camilita juegue... y un par de primitos también.

FERNANDO

Debo insistirle a Andrés para que me ayude a vender la casa que compartí con Giselle, más tarde hablaré con él para retomar los temas de los negocios, Samuel, Joaquín, Andrés y Luna no han dejado de publicar cosas positivas de mi presencia en sus vidas, me siento bendecido y realmente halagado, pero creo que no es suficiente para regresarme el excelente prestigio que tenía antes del caos, así que tendré que optar por el plan b.

Luna y Camila me están esperando, así que debo irme, sólo espero que esta salida no sea tan escandalosa como la de ayer, aunque conociendo a Luna seguro le da una arrastrada a esa mujer, ruego a Dios que no sea así.

JOAQUÍN

Ni Samuel ni Joaquín se reportan para avisarme que ya me salvaron la vida, eso me hace sentir muy nervioso, sé que en cualquier momento recibiré un mensaje amenazante de Yoselín, aunque muero por ceder de nuevo ante sus caprichos, no puedo hacerle esto a mi esposa y menos en estos momentos en que se trae algo entre manos, todo el tiempo se la pasa quejándose de mi con mis padres, que si me demoré en llegar, que si estoy muy al pendiente del celular, que si ya no la mimo como antes, que si le soy infiel e incluso, ha llegado a comentar que tiene sospechas de que yo también soy homosexual al igual que Samuel y Andrés y que por eso pierdo tanto tiempo al lado de ellos, tal parece que quiere hacerme quedar mal, también, pero no se lo permitiré, ella no se saldrá con la suya. Aunque cada día que pasa me es más difícil vivir con ella, quisiera tomar mis cosas e irme de una vez por todas de su lado, pero no estoy dispuesto a separarme de mi hijo ni de dejar a mis padres a sus expensas. Seguiré esperando a que Samuel se comunique conmigo, debo conservar la esperanza hasta el final.

LUNA

Estamos llegando a la dirección que me dió Samuel, es una zona bonita y pintoresca, al parecer vive en una pequeña casa, es linda aunque le faltan ciertos cuidados. Me bajo del auto y comienzo a tocar la puerta, espero que haya alguien por aquí.

— Buenos días, — ella abre la puerta y sale inmediatamente intentando cerrar por fuera con llave — sea lo que sea que se le ofrezca, por favor, que sea rápido, ya es tarde para el trabajo y tengo prisa — aún no me ha visto

— Buenos días, señorita, quisiera hablar contigo unos minutos

— Lo siento, de verdad ya es tarde — ella al fin voltea a verme y se queda un poco pasmada — ¿te conozco?

— Sí, pero si tienes tanta prisa, podemos llevarte a donde sea que vayas

— Gracias, pero no es mi deseo causar molestias

— ¿En serio? — respondo con ironía

— Sí, aunque no lo creas

— Bien, entonces no te importará explicarme porqué sigues molestando a Joaquín

— ¿Yo molestándolo? ¡Por favor!

— Me ha dicho que lo estás amenazando con difundir sus fotos íntimas

— Es una bobada

— De verdad espero que así sea, porque ¿si sabes que es un hombre casado, verdad? ¿y que tiene un hijo?

— Obvio

— Te explico, por si no te ha quedado claro, él no puede verte más porque no quiere perder a su... familia, aunque... para serte sincera, lo único que no quiere perder es a su hijo, ¿si entiendes, no?

— No mucho

— Es simple, sólo deja de molestarlo por un tiempo, mientras él define su situación sin perder a su hijo, y ya después yo misma lo traeré a verte

— No entiendo porqué haces ésto

— ¿En serio? No había visto a mi hermano tan feliz en mucho tiempo hasta que te conoció, pero está casado con una bruja que... bueno, eso no es de tu incumbencia, así que sólo dale tiempo y volverá en la primera oportunidad, estoy segura de ello

— ¿Así que yo te caigo bien?

— Sí, tienes estilo y eres inteligente, pero creo que sí deberías mandarle mensajitos de vez en cuando, digo, para darle un poco de alegría enmedio del infierno en el que está viviendo

— ¿A cambio de qué haría eso?

— De nada, yo nunca te dije ésto, de hecho, si alguna vez alguien te pregunta deberás fingie odiarme y decir que te traté horrible, que de arribista no te bajé y que ni siquiera nos toleramos

— Eres una persona muy extraña

— No, querida, sólo sé lo que hago y por favor, sé honesta y dime ¿cuánto quieres por hacer lo que te pido? Estoy dispuesta a pagar lo que sea

— ¿Lo que sea?

— Así es y sin afán de ofenderte, incluso creo que podríamos llegar a ser muy buenas amigas, si tú quieres...