CAPITULO LIX. Ya en la ciudad

1018 Words
LUNA La bebé ha dormido durante el camino, es una nena muy tranquilita, espero pronto llegar al restaurante, ya que muero de hambre. Samuel y Fernando han conversado durante el camino, me alegra mucho que se lleven tan bien porque en realidad, son más parecidos de lo que creen. Andrés está llamando. — ¿Se están muriendo de hambre tanto como yo, verdad? — pregunta inmediatamente al contestar — Así es. ¿Cómo lo sabes? — respondo — Porque también tengo hambre, Carmelita me malacostumbró a comer siempre a la misma hora — responde — Sólo como debe ser — injiere Carmelita — Ya estamos llegando al restaurante, no es para nada lujoso, así que no se impresionen por su fachada — Me alegra saber eso, — responde Samuel — la verdad, me siento muy incómodo en lugares ostentosos — Me saldrás muy barato, cariño — bromea Andrés — Soy de lo mejor, mi cielo — Samuel continúa la broma — ¡Ya alcanzo a ver el sitio! — exclama Fernando — Es hora de colgar — expresa Andrés Nos estacionamos y luego Fernando carga a la niña y Samuel me ayudan a bajar prestándome su brazo como apoyo y luego carga con el otro brazo el portabebé. Se ve que el lugar es de gente humilde y huele riquísimo desde la entrada, un mesero nos indica hacia donde podemos encontrar una mesa para nosotros, ya que e encuentra lleno, eso un indicativo de que se come bien allí, me agrada, las personas sonríen y son amables, no tengo que mantener la etiqueta y eso me encanta, aquí sí comeré placenteramente. Nos ubicamos ya en una mesa y de inmediato me llevan una sillita para la nena, aunque es muy pequeña y no puede usarla todavía, pero agradezco el gesto enormemente, también han traído el menú y una entrada, es una botana acompañada de una salsa deliciosa y en el menú hay platillos que se ven exquisitos, mi estómago ruge sólo de verlos, no puedo decidir cuál delicia probar, Fernando lo nota y me sugiere dos de los platillos, Samuel ha escuchado la sugerencia y me ha pedido compartir con él, así él pide uno y yo el otro y nos aseguramos de probar ambos. ¡Ésto está delicioso! Ambos platillos me han gustado y obviamente, pediré un postre aunque mi estómago parezca que va a reventar en cualquier momento, el mesero ha estado pendiente de lo que pudiéramos necesitar, es muy amable y sin duda se ha ganado una excelente propia, recomendaré este sitio en mis r************* , se lo merecen, es más, mientras espero el postre haré una publicación en mi página. — ¡¿Porqué no me llevaron?! — responde Joaquín a mi publicación — Creímos que querrías pasar tiempo con tu adorada familia, hermanito — respondo, obviamente con ironía — ¡Por supuesto! ¡Yo amo pasar tiempo con mi hijo y con mi esposa! — responde, aunque percibo que su expresión no es sincera del todo, sobre todo, respecto a Lizanya, porque si por él fuera, aquí anduviera con mi sobrino en brazos — Te echamos de menos — Sí, se nota — En otra ocasión podrás acompañarnos a probar las delicias de este maravilloso lugar — Eso espero, ¡saludos! Sé que Joaquín tiene planes respecto a su bruja, sólo por eso no me permití extenderle la invitación, por el momento él deberá estar un poco alejado de todos nosotros para llevar a cabo sus planes. JOAQUIN Quisiera estar con ellos en ese lugar, pero debo quedarme para descubrir a Liz y para no permitir que le llene más las cabeza de ideas a mis padres, no vaya a ser que hasta a mí me repudien gracias a su manipulación, mi hijo esta de por medio y nunca me permitiría perderlo por una jugada de mi adorada esposita. Me ha llegado un mensaje, debe ser Luna o Samuel presumiendo su paseo... ¡Oh, no! ¡Es ella de nuevo! ¡Yoselín ha visto la publicación de Luna y quiere verme! No debo, hoy menos que nunca puedo arriesgarme. ¿Qué hago? Dice que si en tres días no he ido a verla, publicará las fotos que me tomó mientras dormía en su cama. ¡Esto es terrible! En cuanto Samuel esté lejos de Luna, le llamaré para que la busque y me ayude a explicarle mi situación, espero que eso funcione aunque sea para darme un poco más de tiempo y sobre todo, espero que Luna nunca se entere de ésto... Debería estar más preocupado por mi esposa que por mi hermana, es raro, ¿no? FERNANDO Hemos llegado a la ciudad, todo luce como antes, excepto que ya nada es como antes, Giselle ya no está ni mi prestigio, muchas personas me abandonaron y ahora, ya no me siento digno de regresar a la que era mi casa, aprovecharé para ponerla en venta y así podré comenzar de nuevo. A pesar de que todo se siente diferente, estoy más feliz que nunca, tengo a mi lado a una gran mujer a la que amo y de la cual no tengo duda alguna de su amor ya demás, hemos sido bendecidos con la llegada de Camila, tengo una nueva familia que no cambiaría por nada del mundo. Si hace año y medio me hubieran dicho que todo ésto me sucedería, ni loco lo hubiera lo creído, pero la vida da muchas vueltas y ahora sé que no se puede descartar ningún evento posible, como decía mi madre: "todo pasa por algo" y ahora no tengo ni la más mínima duda de que así es y de que siempre sale el sol al final de la tormenta. Siento nostalgia de estar de nuevo por aquí, si las personas me ven, no sé cómo vayan a reaccionar, quizá quieran lincharme o quizá quieran abrazarme, no lo sé, y la verdad no es de mi interés quedarme para averiguarlo. Mis ex suegros hicieron hasta lo imposible para que mi nombre quedara pisoteado y por debajo de los suelos, así que no quiero esperar nada bueno.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD