FERNANDO Estoy atando a Luna a la cama, necesito crear las condiciones perfectas para hacerla disfrutar al máximo esta noche, quiero devolverle la maldición para que cada vez que piense en sexo, se acuerde de mí como yo de ella, así sabré que no soy el único que sufre por la lejanía. LUNA Tengo mis ojos vendados y las manos atadas a la cama, estoy un poco nerviosa y ansiosa a la vez, no sé cuál es el juguete que encontró el señor Rivera, ¡muero de curiosidad! Puedo escuchar que viene para acá, me pregunto porqué ha demorado tanto. El silencio aumenta mi nerviosismo, no sé si deba preguntar o decir algo, tampoco sé qué esperar, nunca imaginé que el señor Rivera tomara el control de la situación y mucho menos de esta manera, siempre pensé que yo debía cedérselo, pero él ha sido astuto,