Capítulo 4

2572 Words
— ¿Qué haces ahí sentada? Ven a la cama, mi estrella. — Estaba viendo como dormías, te han dicho que arrugas la nariz en ocasiones — me señala su nariz — justo aquí, es gracioso. — No, nadie me lo había dicho; tal vez porque eres la única que en vez de dormir me inspecciona. — Solo digo, que es tierno y gracioso; hasta cuando duermes me sacas una sonrisa. — Me levanté de la cama y se ríe cuando ve a su bom bom bum señalando directamente hacia ella. — ¿Tú no te cansas de mí? — Nunca — la tomo por la cintura y la atraigo a la cama conmigo — eres mi luz. — ¿Yo soy tu luz? — afirme — ¿cómo es eso posible si yo soy la mata que cosecha la odiosidad y la arrogancia? — ¿Sabes que cada persona en el mundo nace con su otra mitad? — Eso es una metáfora, Duque. — No, porque si fuera una metáfora, cómo es posible que tú seas mi otra mitad. — A ver, con qué locura me saldrás ahora. — No es locura, es lógica, fíjate. — apoya su mentón en mi pecho mientras le explico mi teoría — tú eres ácida y yo soy dulce, tú eres pesimista y yo optimista, tú eres sería y yo gracioso, tú eres ordenada y puntual, y eso a mí no sé meda bien; a mí me gustan las fiestas y a ti la paz del hogar me gusta la montaña y a ti el mar... — Lo que significa que tenemos gustos muy diferentes y nada en común, y eso nos provocará un colapso emocional. — No, porque aun con nuestras diferencias; tú eres todo lo opuesto que me hace sentir completo. Por lo tanto, eres mi otra mitad. — Así que, para ti, somos un complemento en la vida del otro — afirme —mm, eso me gusta, pero el problema con los complementos es, que cuando uno se va, la otra mitad sufre. — ¿Me piensas dejar? — digo dolido — ¿Qué dirán Eustaquio y Teodora? — se carcajea. — Dios, ¿nunca entenderé tu obsesión por nombres tan feos? Sabes que si dejo que eso pase nuestros hijos nos demandarán por daños y prejuicio. — la abracé con toda la fuerza que tengo. — Nos amaran, y para tu suerte yo soy un excelente abogado que nos defenderé si eso sucede, pero... — ¡Aaaah! — grita cuando la volteo dejándola sobre la cama con su espalda al colchón y mi cuerpo sobre ella. — Para que nos demanden tenemos que primero hay que hacerlos, así que unas cuantas prácticas no estarían mal. — empiezo a besarla. — ¿Eres un sexópata? — No, esos están enfermos y con cualquiera se meten, yo solo estoy obsesionado contigo. — Me vas a desgastar. — No, te entreno para que estés bien tonificada, además de mantenerte con esa hermosa figura mientras hacemos cardio — se ríe mientras me rodea con sus brazos y las piernas. — ¿Cómo haces para siempre hacerme sentir hermosa y perfecta? — Porque lo eres y te amo. *Flashback* — Te amo. Debí decírtelo cuando estaba en el hospital y me disté esas palabras que tanto quería. Me preguntó si mi angelito, ¿sería nuestro Eustaquio o Teodora? ¿Habrá tenido tus ojos violetas o los míos ámbares? ¿Tendría tu carácter o el mío? Sé que serías una gran madre. Mi único consuelo es que lo estás cuidando, dile que papi lo ama mucho, tanto como amo a su madre, no puedo seguir así estrella, necesito respirar por ti, pero, juro que me cuesta, no soy tan fuerte como tú para haber soportado perder los tres amores de tu vida, soportar tus heridas físicas y emocionales para convertirte en la reina del Marketing y hacerlos sentir orgullosos. — No soy tú, hermosa, no te merezco, no soy digno de un amor como el tuyo; por eso mis suegros pensaron que era mejor llevarse a su estrella en vez de dejar que un cobarde e idiota como yo te cuidará. Sigo perdiéndome en el gimnasio de la casa, a ver si dreno algo de frustración y coraje. — ¿Te vas a matar deshidratándote o por agotamiento? — detengo la caminadora regulando mi carrera hasta caminar. — Pensé que no había nadie en la casa. — Pensaste mal hermanito, papá está en una reunión de negocios o eso me dijo. — ¿Lo dudas? — No, lo que me parece raro es que él tenga una reunión de negocios y de repente mamá también tiene una reunión con sus amigas, a la misma hora e iba muy bella y papá muy elegante. — ¿Qué insinúa? — No crees historias donde no las hay, papá y mamá no podrían estar juntos nuevamente, cada uno ama su soledad. — Mm, yo no lo creo ¿Y qué tiene de malo que vuelvan? Mamá tiene derecho de ser amada y papá ya aprendió que mamá no es un adorno y merece ser valorada. — No lo sé, no quiero pensar en eso. Bajo de la caminadora, me hidrato y me siento a tomar aire mientras veo a mi hermana caminando de un lado para el otro. — ¿Te pasa algo o te volvió el tip de caminar en tu propio eje? — Mm, estoy nerviosa, me tienes una guarura detrás de mí las veinticuatro horas y aunque es muy guapo, me tiene estresada, de broma me deja ir al baño sola. — ya se estaba tardando en quejarse. — Esa es la idea, no quiero que te hagan nada, hasta que atrapé a estos delincuentes. — ¿Por qué irían por mí? — me mira molesta. — Porque esa gente es así, no quiero más problemas de los que ya tengo Arya, así que obedece por primera vez y no me arruines más porque no estoy para lidiar con las consecuencias de tus malcriadeces. — Oye; no me hables de esa manera. Solo dije que me pone nerviosa, no soy estúpida para saber que me pueden hacer daño y estar como si nada. — Me alegra que lo sepas. Se sienta a mi lado pensativa. — ¿Qué más te pasa? ¿Problemas en el trabajo? — No. Es que, en unos días, es mi cumpleaños y quería ver a alguien, pero no creo que sea posible. — ¿Tienes novio o hablamos de Armando? — Dijo que cuando culminará mis estudios hablaríamos y el cretino solo me ha visto cuatro veces en cinco meses y lo único que me ha dicho es, "hazlo mejor" "repítelo" "no, gracias" "Aprende de tus superiores" y ni me mira. — parece frustrada. — Aún no me hago a la idea que te hayas metido con él, te arriesgaste mucho. — Pensé que era el hombre de mi vida, siempre me ha gustado, incluso me daban celos cuando decían que era novio de Charlotte y nunca pensé que se fijaría en mí; pensé que sentía lo mismo. — ¿Quién sabe? — la abrazo — todavía eres muy joven, así que la próxima vez que lo veas dile unas cuantas verdades y que sepa que mi hermana no es un juguete. — Creo que me odia, te lo dije, la Queen era su hermana, inseparables y mi primo se la quito, debe verme y recordarlo. — otra vez Damián. — No debería culparte por algo que estuvo fuera de tu alcance. — Tú mismo te odias por lo que sucedió y estuvo fuera de tu alcance. — Son cosas diferentes. — no iremos por ahí, me irrita hablar de eso. — ¿Sabes que extraño? — niego — tu sonrisa, el brillo en tus ojos, tu alegría para ver las cosas buenas alrededor del caos. — Ese Connor ya no existe, murió con ella, así que no lo busques más. — No quiero creer eso, han pasado cinco meses desde que murió, deberías estar pasando los procesos del duelo — enarco una ceja y arruga su labio — dije una estupidez, lo sé ¿Me acompañas a cenar? No quiero hacerlo sola. — Está bien. — Por cierto, tu teléfono lleva sonando un buen rato. — Gracias. Avísame cuando estés en la mesa me voy a dar un baño. Busco mi celular y veo cinco llamadas perdida de Luke, qué raro, le regreso la llamada al tercer tono, responde. — ¡Al fin apareces! — ¿Atrapaste a ese malnacido? — Cayó toda su organización, unos muertos, otros heridos y él está muy malherido, pero bajo vigilancia. — ¡Sí! — Un golpe en la yugular, ya era hora. — No puedo creerlo, necesito que vengas mañana y como abogado penalista que eres te destaques en tu trabajo. — Ahí estaré, a ese desgraciado no le quedarán ganas de estar vivo. Voy a hacer que ese desgraciado pague por haber arruinado tantas vidas, será mi celebración por graduarme en la maestría hace un mes y pasarlo por alto. Cierro la llamada y le notifico a papá y a Andrés; ya es hora de acabar con esa plaga. Una hora después estoy sentado en la mesa con Charlotte, y lo único que ha hecho es jugar con la comida. — Me atrevo a decir que hay algo que te tiene de buen humor detrás de esa cara de perro bravo. — termina mencionando. — Recibí una excelente noticia hace un momento, pero no hay que estar tranquilos hasta que no finiquitemos con el tema de raíz. — Espero que compartas conmigo esa dicha — le sonrió — quiero que vuelvas a vivir, Connor. Estoy viviendo, con toda la esfuerzas que me queda, no puedo hacer más. — Estoy vivo, Arya. — Vivir apartado de todos, encerrado en el trabajo, ya no compartes con nadie, ya no sonríes y vives amargado, no es estar vivo. Es en cerrarte en una burbuja y sufrir solo. — Arya, estoy vivo y ya es bastante, cenemos en paz. La cena terminó en contarme las locuras de Fly y su nuevo novio, además del jefe estricto que intenta ser y no puede porque dice que es mucha presión ser como su Queen. También me habló sobre Soraya y lo buena que es en su trabajo, que tiene algunos métodos iguales a los de Armando y Charlotte, pero que está muy lejos de ser como uno de ellos y como los extraña, lo que me recuerda que si un día lo vuelvo a ver lo muelo a golpes por hacer sufrir a mi hermanita. — No la juzgues tan rápido, fue compañera de tesis de Charlotte y fue la segunda en su clase, su experiencia estuvo más limitada, dale la oportunidad. — Otra víctima del idiota de Damián, ¿en qué momento ese desgraciado se volvió tan despreciables? — No hablemos de él. — Es un tema que tarde o temprano tenemos que tocar, mis tíos ya no vienen a casa. — No me voy a disculpar por hacer justicia, hizo mucho daño y mato a mi mujer. Que agradezca el estado en que está, si no ya estaría en la cárcel pagando sus culpas. — No quiero que te disculpes, digo que extraño a mis tíos y papá también, ellos no tienen la culpa del hijo que les tocó. — Eso lo sé, pero yo no los alejé y si me odia por poner a Damián dónde pertenece, no puedo hacer nada al respecto y tampoco me interesa. — me ve molesta y acribillándome con su mirada. — No vamos a discutir por eso, estos cinco meses han sido horribles, nos ha cambiado la vida drásticamente y lo odio. — Vive y aprende, estás en la empresa que siempre quisiste trabajar, estás rodeada de los mejores y buenos compañeros, aprovecha tu oportunidad, otros ni eso tienen. — Pero no estoy con los dos pilares de esa empresa, y no digo que los demás no sepan hacer su trabajo, es qué, no son Armando y Charlotte, y aunque sé que nadie es indispensable para nadie, ella era la mejor y nadie la supera. — eso no se lo discutiré. Ella es mi amada Queen y nadie jamás estará a su nivel ni como profesional y mucho menos como mujer. -*- A primera hora del día fui a la delegación para verificar todo lo que Luke me había comentado en la llamada de anoche junto con Andrés. — Sí que eres un loco arriesgado, pudieron matarte — reclama Andrés después de redactar su acción. — Es mi trabajo rubiecito, pero lo importante es que lo tengo y ahora sí van a pagarlas todas. — una parte de él sonaba feliz, la otra aún tenía esa frialdad que deseaba más sufrimiento para esos hombres. — Con estas pruebas, no hay manera de que salga en libertad. — responde Andrés. Había fotos con los líderes de la gran mafia de México y Colombia en trata de blancas, además de vídeos con las chicas, documentos de soborno, entre otras cosas. — Mis infiltrados ayudaron mucho, más tu ayuda al guiarnos a dónde buscar, ahora espero que le des cadena perpetua o lo mandes a la hoguera antes que yo me cobre con su vida lo que me debe. — me dice con su brazo apoyado en mi hombro. No siento presión, gracias. — No le quedará parte de esta vida y ni de las otras para pagarme esa deuda. — fue mi respuesta, porque ni muerto el desgraciado me devuelve lo que me quito. — ¿Por qué no me dijeron de esto? — noes interrumpe Andrés — Jamás pensé verlos tan fríos y crueles — menciona con queja mientras deja los papeles en el escritorio. — suenen como dos asesinos a punto de descuartizar a su víctima. — Tal vez somos expertos asesinando a nuestros enemigos, pero has estado en tu burbuja y no te has dado cuenta — responde Luke. — no todos jugamos a ser santo cuando tenemos nuestras manos cubiertas de sangre. — Como chiste estuvo muy malo, y no necesitar recordarme que no soy un santo. — No hay necesidad de hablar de eso. Voy a llevarme este material para estudiarlo, e ir a la fiscalía. — menciono antes de que entren en una disputa. — ¿Qué tan rápido crees que lo procesen? — indaga Luke con ansia. — Todo dependerá del material de evidencia, los testigos y el juez —comenta Andrés —¿Puedes solicitar el Juez Sandoval? Es muy bueno en estos casos y no se doblega. — Lo había pensado, pero para solicitarlo debo presentar un buen caso y aun así con el sistema legal que hay en el país no es seguro, sobre todo si comprobamos la lista de los corruptos en la nómina de este desgraciado —respondí con seguridad — ¿Dónde está la plaga mayor? — miro a Luke esperando su respuesta. — En el hospital militar, bajo vigilancia, no quiero perderlo de vista. — ¿Y los demás de su organización? — En la morgue y en la cárcel. — Listo, podemos empezar por ellos y presionar para que nos den información, pero no van a hacer trato de libertad. — le dejo bien en claro y salgo rumbo a ponerle rostro al diablo en esta historia.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD