Al día siguiente Nick entró a mi habitación mientras aún dormía, él fue quien me despertó. —Alice despierta. —Dijo Nick mientras se sentaba en la cama. —¿Que pasa, Nick? —Pregunté. —Es casi hora de irnos. —¡Irnos? ¡A donde? —Quedamos en que nos iríamos a la hacienda hoy. —Ah claro, es cierto pero no podré acompañarte. —¿Por que no? —Tengo algo privado que hacer. —Le respondí mientras me levantaba de la cama. —¿Privado? ¿Esto es por lo de anoche? —Preguntó Nick mientras se levantaba del borde de la cama. —Anoche todo quedó muy claro, así que tranquilo que no es por eso. —Escucha Alice, se que no debí de hablarte así, a veces me cuesta tratar a las personas con esa naturalidad que tú lo haces, te pido disculpas. —¿Tú me estás pidiendo disculpas? —Pregunté con mucho asombro. —Si,