Al día siguiente cuando desperté Nick ya no estaba en mi habitación, tomé una ducha y bajé a desayunar. Nick y Leonardo estaban sentados en las sillas del comedor tomando una taza de café. —Buenos días —Les dije a ambos. —Buenos días Alice —Respondió Nick. —¿Como durmieron anoche? —Yo estoy de maravilla —Dijo Leonardo mientras se levantaba de la silla y se iba del área del comedor. —¿Y tú Alice como dormiste? —Preguntó Nick. —De maravilla, porque dormí entre tus brazos. —Le respondí a Nick mientras lo miraba fijamente. —Hoy estaré el día completo ocupado, si deseas hacer algo puedes sin problema realizarlo. —¿Pero que haré yo sola aquí? Llévame contigo. —Le dije a Nick mientras arrugaba mis cejas —No creo que puedas venir conmigo, ya que haré muchas cosas, no creo que aguantes tan