Yo no sabía lo que era la fidelidad. Durante toda mi vida mantuve relaciones abiertas, las cuales se hacían llamar; amigos con derecho. Fueron muchas las chicas que estuvieron de acuerdo con mantener ese tipo de relación, dónde ambos podíamos mirar y coquetear con otras, dónde no existía los celos ni reclamos. Eran relaciones donde solo importaba el buen sexo, y no los sentimientos.
Solo con ella fui fiel, no tuve ganas ni oportunidad de mirar a otra. Es que a ella si la amé, me enamoré como un loco, le entregué mi corazón por completo.
Si me hubiera casado con Crys, si tan solo fuera ella mi esposa no estaría aquí, follando con una desconocida, dándole tan duro como un salvaje.
Tras regarme, salí de ella, extraje el condón y lo lancé en el cesto de basura. Desnudo caminé hasta mi pantalón, saqué un cigarro y lo encendí, seguí hacia el balcón y ahí lo fumé.
Amaru no iba a tener mi fidelidad. Ella podía ser mi esposa, pero jamás le sería fiel. Si ella salía con alguien más, no la juzgaría, menos se lo recriminaría, total, nuestro matrimonio solo fue concertado por nuestros padres, ninguno de los dos nos queríamos, menos nos deseábamos.
—¿Y cuál es el trato?
Preguntó la mujer de la cama. Me mantuve en silencio. Inhalé del tabaco y solté el humo —Serás mi amante hasta que yo lo decida. No te enamores de mí, porque estoy casado. No trates de romper mi matrimonio, porque eso nunca sucederá, y no es porque yo así lo quiera, si no que, ese es mi destino. Tampoco intentes persuadirme en elegir entre ella y tú, porque por mucho que no ame a mi esposa, jamás te elegiría.
—Guao, ¡que directo! ¿Y qué pasa si me enamoro? Difícil no está. Eres todo lo que cualquier mujer desearía tener.
—Menos ella—, suspiré —Ella deseó tener a otro-, hablaba de mi amada Crys.
- ¿Cuál ella? -, me quedé en silencio -Déjame decirte que esa mujer de la que hablas fue una estúpida—, la mujer se acercó con una sábana envuelta en el cuerpo —Solo alguien así, podría dejar ir a un hombre como tú.
—No es ninguna estúpida-, dije mirándola con enojo -Ella es… la mujer más inteligente y maravillosa que conocí. El estúpido fui yo, por no pelear y rendirme tan fácil. Tú no la conoces, así que, no hables como si ella fuera la culpable porque no es así—, la mujer quedó intrigada. Sin decir más ingresé a la habitación, agarré los pantalones y me los coloqué, hice lo mismo con la camisa, seguido garré el esmoquin y retiré dinero de la billetera —Es tu p**o de esta noche. Nos veremos la siguiente semana en este mismo lugar.
Sin decir más, salí de aquella habitación, Por consiguiente, del hotel. Abajo me esperaba Gordon. Al verlo ahí lo ignoré y me dirigí a mi coche.
En pocas horas me encontraba ingresando a la mansión. Justo cuando ingresaba, la luz de la habitación de Amaru se apagó. Durante un año había sucedido lo mismo. Apenas mi auto ingresaba, la luz de su habitación se apagaba.
Casualidad no era.
Esa niña esperaba que llegara para dormirse.
¿Por qué lo hacía?
No sabía, tampoco me interesaba.
Aunque no quería verla como la culpable de mi separación con Crys. No podía dejar de hacerlo. Porque sí, fue por ella que no llegué a casarme con la mujer de mi vida.
Parqueé el auto. Tras colocar seguro ingresé por la puerta del parqueadero. Llegué al segundo piso y me introduje en la habitación.
Remordimiento por haber traicionado a mi esposa no tenía. Se que estaba siendo injusto con una persona inocente, pero espero comprendan.
Yo no la elegí, la eligió mi padre. Él siempre ha elegido lo que piensa es bueno para mí, y siempre se ha equivocado. Creyó que apartarme de mi madre era lo mejor y lo único que consiguió fue, que me perdiera el amor de mi madre, que me encerrara en el dolor y cayera en las drogas, algo en lo que deseo no volver a caer.
Mi padre fue el único culpable de mi infelicidad. En la niñez me condenó a una vida solitaria. En mi mayoría de edad, me apartó de la mujer que amaba y me obligó a casar con la esposa que había elegido desde que tenía diez años. Todo por lo que ha pasado, es su culpa, por eso, estoy enojado con él.
Ha pedido verme un par de veces, pero no he acudido a su llamado y no acudiré, no hasta el día que muera. Tal vez se me juzgue por pensar de esta forma, se me condene por ser un mal hijo, pero mi padre me desgració la vida, y no puedo con eso.
Ya cambiado me recuesto en la cama, pienso en ella como cada noche, cierro los ojos y recuerdo sus besos, su sonrisa y todos los momentos maravillosos que pasé junto a ella.
Mi corazón se apretó al pensar que, estaba junto a él, casada y disfrutando de su luna de miel. Pensar en eso me desgarraba el alma.
Creo que nunca más volveré amar a alguien más con la misma fuerza que la amé. Crys vivirá por siempre en mi corazón.
No sé en qué momento me quedé dormido, solo sé que eran pasada las tres de la mañana cuando cerré los ojos. Desperté con la alarma, estiré mi cuerpo y me introduje a la ducha. Una vez listo bajé a desayunar, debía ir a la empresa y checar que todo fuera bien.
Tengo que decir que mi padre junto al padre de Amaru nos dejaron una fábrica de municiones de armas. Algo legal, lo único que está a nuestro nombre y fuera de los negocios truchos que hacían. De esos se encargan los hermanos de Amaru.
Ha sido un año difícil, pero lo he llevado de la mejor manera.
Estaba desayunando cuando ella llegó al comedor. Al verme se detuvo. No la miré, solo fijé la mirada en sus piernas desnudas, parecía que vestía una falda, porque no creo se pasee desnuda por toda la mansión, menos estando yo presente.
Quizás vino a qué le pida perdón por lo sucedido anoche. Y eso es algo que ya lo hice. Le pedí disculpa antes de marcharme, y no lo volveré hacer.
Ignorando su presencia continué comiendo. Ella se dio la vuelta y se marchó. Durante todo este año ha evitado encontrarse conmigo. Desayuna, almuerza y cena en horarios distintos a los míos. Creo que hoy ocupé su horario, me levanté un poco tarde y por eso estoy en casa aún. Tras terminar el desayuno, salí. El coche ya estaba listo, ingresé y me dirigí a la empresa —Está poniendo en riesgo la vida de esa mujer—, dijo Gordon.
—No es nadie importante. Solo será mi amante ¿También piensa matar a mis amantes?