Llevo casi un mes en esta ciudad y realmente me estoy acostumbrando bastante. La temperatura es más cálida que la de mi ciudad natal, pero de a poco ya no me siento sofocada por el calor. Desde que llegué tuve la suerte de encontrar un grupo de amigos que me hicieron sentir bienvenida y a gusto, y un chico de cabello casi gris y ojos celeste profundo que tengo la fortuna de acompañar en muchas clases. Él realmente es interesante, al no haber estudiado en una escuela antes todo le llama la atención y me causa ternura su inocencia en los sentidos de la vida social de una escuela común. Como comparto muchas clases con él hemos conversado de todo, y he llegado a conocerlo un poco más. Ese día en la mañana yo estaba por entrar a la escuela, cuando sentí alguien que me llamaba y corría a mi l