Janelle Hale.
Janelle Hale.
Escucho varios murmullos, intento seguir durmiendo, pero estos no me dejan.
¿Dónde estamos? ¿Qué ocurrió?
Todo lo sucedido el día de ayer llega a mi como película, abro mis ojos de par en par, levantándome de dónde me encuentro.
—Oye tranquila bella durmiente .—Ares me detiene, al verlo me sonrió tiernamente.
—¿Qué pasó? —
Miró hacia ambos lados percatándome que ya no estamos en el bosque.
—Luego de que caíste desmayada, el alfa Terrence, de la manada claro de luna, se percató que había muchos rogues cerca de su manada y vino hacia nosotros, nos ayudó ahora estamos en su manada —
Asiente procesando todo lo dicho por él, me siento mejor bebiendo del agua que él me pasa.
—¿Este alfa no es él que vive cerca de la ciudad? —
—Si es ese, te sorprenderás de cómo está su manada tan actualizada, aunque no le agrada mucho la luna de esta manada no es de mi agradó, es tan pretenciosa —Esto último lo susurra con una sonrisa provocando mi risa.
—¿Tengo mucho tiempo dormida? —
—No solo un día, los muchachos estaban aquí, pero los mandé a qué compraran algo de ropa, comida y cosas de aseo personal —
Nos tenemos así, él sostenido mis manos brindándome una sonrisa tierna, se acerca dejando un beso en mi frente.
—Me preocupaste mucho Jan, te mi perderte .—Niego.
—Aun la muerte no le desea .—Lo animó un poco, él se aleja cruzándose de brazos.
—Aunque no solo eso ¿Llegar sin ti a la manada? Me mandan contigo .—Ruedo los ojos, ya estaba siendo demasiado sentimental.
—Sabes que no es así, nací para ser tú mano derecha, ese es mi deber, protegerte y cuidarte y velar que no cometas otra estupidez .—Él rueda los ojos haciendo.
—No necesito niñeras —
—Oh, alfa créeme que sí .—Él solo me mira mal.
—Una estupidez como aquella no volver a cometer, ese día casi te perdemos, pero ¿Que tal y yo muero primero? —
—Si tú mueres primero te lo juro alfa, te revivo para yo matarte yo misma por dejarte matar tan fácil—
—Tu amor me empalaga —
Nos reímos.
Disfruto mucho de estos momentos, él es mi mejor amigo, es mi alfa.
—¡Ay no! —Se quejó tirándose en la cama, se acerca lo suficientemente a mí, asustándome al tenerlo tan cerca.
—¿Qué mierda? —Me intento alejar, pero Ares me sostiene por el cuello con firmeza.
—Finge que me besas ¡Por favor! —Me mira haciendo esos ojitos que sabe que jamás le diré que no, muerdo mis labios negando—Por favor —Parpadea varias veces con su rostro tierno.
—Ash .—Me acerco lo suficiente a él, llevó mis manos a sus mejillas acercándome, solo lo suficiente para que desde otra perspectiva se vea como si nos basaremos.
Esto es tan normal entre nosotros, aunque nunca me incómodo estar cerca de Ares, es mi alfa nuestro lazo no es de esa forma.
—Disculpen .—Una débil voz se escucha para luego un carraspeó.
Nos separamos volteo y miro a la humana que aprieta entre sus manos una tabla.
Su cabello castaño claro se mantiene en una coleta alta sin ningún cabello fuera, sus ojos azules llenos de celos, su piel oscura la hace ver hermosa, su cuerpo relleno y bajita.
Es hermosa, una hermosa humana.
Pero su olor, no me agrada.
Agrio y con más intensidad por los celos.
—Ya la beta será dada de alta y haya algunos guerreros que quieren pasar para entregar lo que el alfa les pidió —
Murmura bajo, da media vuelta y sale.
—Tu estás que arde .—Lo golpeó.
—Es hermosa sí, pero su olor no me gusta —
—Me sorprende que allá una humana aquí, tengo entendido que aunque sea la manada más cerca de una ciudad humana, no permiten el paso a muchos humanos —
—Es hermana de la luna de la manada .—Se aleja abriendo la puerta de la habitación y los cuatro lobos que vinieron con nosotros se encuentran con la cabeza agacha.
—Lo sentimos beta, por favor perdónenos .—Niego con una pequeña sonrisa en mis labios.
—No tienes que pedirme perdón de nada, su deber es proteger al alfa —
Todos se me quedan viendo con una mueca y serios.
—Con todo respeto beta, nuestro deber es tanto con el alfa como con usted, nuestro deber es proteger a ambos, son la cabeza de nuestra manada .—Él señor Pedro da un paso adelante.
—Ambos somos una familia u, una manada debemos protegernos entre nosotros, si tu faltas en la manada esta cae en picada, así este yo, faltara la lealtad y confianza, esa eres tu, eso eres para nuestra manada .—La mirada de Ares no me gusta nada.
No digo nada más ellos tienen razón, pero no se los digo, aun me cuesta adaptarme a mi puesto, desde que nací fui entrenada e instruida para ser la beta de la manada, pero todo se volvia tan real a medida que crecía. Asumí el puesto cuando cumplí mis dieciocho, junto al lado de mi alfa, ambos siendo la mano de confianza de cada uno, ambos siendo uno solo.
Me mantengo en silencio, todos salen dejándome sola.
—Necesito darme un buen baño .—Arrugo mi nariz —Por la diosa que tengan baño —
···
Completamente limpia camino por los pasillos del hospital, todo aquel que pasa baja su cabeza en señal de respeto así a mi, así no me encuentre en mi nada cada lobo reconoce que lobo está por encima. Sigo el olor de Ares que me lleva hasta en la recepción donde es acosado por aquella enfermera, tomó una respiración y me acerco tomando la mano de Ares por detrás.
—Creí que me esperarías alfa .—Hago un tonto puchero.
Ares me debes una muy grande, este me mira dejando un beso en mi nariz pinchando mis mejillas.
—Lo siento linda, tenía que terminar todo aquí .—Dejó un beso en su mejilla derecha asintiendo.
La enfermera no dice nada, solo se aleja maldiciendo entre dientes.
—¿Nos podemos ir ya? —
···
—¿De qué se ríen?
Gruño enojada, estos solo me dan una mirada riendose de mi, Ares a mi lado cuenta todo lo que pase al fin ser su novia, vere si se sigue riendo de esa forma cuando su mate aparezca y le meta cuento por burlarse de mí.
Ares gruñe con fuerza haciendo que Mario frene de golpe, mueve sus ojos desorbitados por toda la calle, una hora tenemos en carretera y aun no salimos de la ciudad humana, tantos olores, tanto ruido me tienen un poco cansada y más cuando logramos salir de un embotellamiento y ya estamos en otro. Pero esta vez es diferente, mi conexión con él me lo dice y más al verlo todo desorientado, mirando a manos lados, esos gruñidos y sus garras saliendo.
—Mate .—Llevo mi vista haciendo él observa y gruño enojada.
—Quédate voy yo —
Me bajo enojada al ver como alguien lastima a mi luna y nadie hace nada, caminó a paso rápido imaginando mil formas de asesinar a ese humano, la luna lucha por zafarse del agarre de ese hombre, pero le es imposible.
—¡Oye imbécil! —
Me da una mirada y sin esperar coloco mi puño en su rostro, cae al suelo sosteniéndose la nariz.
—¿Estás bien? —Sus ojos marrones me miran con terror aunque no duda en asentir afirmando, levantó un poco mi cabeza cuando se levanta del suelo al ser más alta que yo.
¿Por qué todos tienen que ser más altos que yo? mi 1.63 se queda pequeño a su lado.
Ella abre sus ojos, lleva su mano temblorosa apuntado detrás de mí, tomó en el aire el golpe que viene, niego.
Me agacho solo un poco lanzado lejos al hombre que osó tocar el cabello de mi luna escuchando sus gemidos de dolor.
—Vamonos —
Ambas nos acercamos al auto y el fuerte aroma de Ares me hace marearme un poco.
—Compórtate —
—Solo cubrela con tu olor por favor —
Así lo hago, mis feromonas cubren a la luna, ambas nos adentramos, miro hacia el asiento del copiloto donde Ares ejerce fuerza de voluntad para no volver a donde antes se encontraba, para no sentarse a su lado y reclamarla como suya.
—Esto es un poco raro, pero así fue como sucedieron las cosas .—Hablo rompimiento la tensión que se formó, por la diosa no soy buena en todo esto —Soy Janella un gusto —
—El gusto es mío, soy Atenea .—Sus mejillas palidas y rellenitas se tiñen de rojo, me rio un al ver el rostro de idiota de Ares.
—El gusto es nuestro .—Mantengo la conversación al ver que el alfa que tengo no quita su rostro de imbécil.
—¿Muy bien Atenea tienes donde quedarte?—
La mirada que Ares me brinda no me agrada, ella niega mordiendo sus labios levanta el rostro al sentir el tacto de Ares este rápidamente retira su mano de la de ella. Atenea respira profundo alejando las ganas de llorar.
Sus ojos rojos me hacen sentir una opresión en mi corazón no deseo que mi luna este mal.
—No nos conoces, pero si deseas y quieres puedes venir con nosotros —
—Si —
Dice ella con rapidez, los ojos de Ares se iluminan y me alegro, él merece ser feliz.
—Aún nos quedan varios días, así que podremos conocernos —
La anime o eso intento, diosa soy de lo peor consolando y animando a alguien.
—Esto.... Yo.... —Muerde sus labios con nervios, sus mejillas pálidas vuelven a teñirse de rojos por la vergüenza haciendo que Ares suspire.
Niego intentando que él voltee el rostro hacia el frente, al captar lo que intento decir así lo hace.
—Yo no tengo ropa, pero.... Este ¿A tu novio no le importaría? —
¿Novio?
—¿Novio?— Ares hace la pregunta ganando que todos prestemos atención a Atenea.
—Bueno... Este yo, crei que ambos eran novios—
Miro a Ares y todos el carro se llena de nuestras risas, la pobre luna no sabe donde meterse, su rostro se vuelve completamente rojo.
—No, nosotros novios JAMAS lu... Atenas, soy como una hermana para él y viceversa, somos mejores amigos, podemos ser todo menos algo en el ámbito amoroso o s****l .—Específico, no deseo que por mi culpa tengan desde el inicio un mal entendido, ella es humana y no sabe nada de nuestro mundo.
Además de todo eso soy su mano derecha, su beta..
Bostezo agotada por todas las emociones del día, dejo que Ares se haga cargo de todo, sonrió feliz por él.
—Gracias Jan —
—Solo se feliz y no me moleste más .—Su risa es agradable para mí, hace que logre estar mejor.
Cierro mis ojos dejándome ir, dejando que las nubes de la oscuridad me consuman en un largo sueño.