Punto de vista de Kyra
Finalmente hubo algo de paz y tranquilidad después de dos semanas de constantes charlas, largas sesiones de "cómo hacer esto y aquello" y todo el drama.
Solo tuvimos una noche hasta la recepción de la boda, que sería un gran asunto, así que todos salieron de casa para darnos privacidad.
Esta no fue solo una recepción de boda ordinaria. Un multimillonario se iba a casar con una Casella. Tenía que ser una recepción de boda que hiciera historia.
Estaba tardío, pero por el bien de la tradición teníamos que tenerlo y hacer que las cosas fueran oficiales delante de todos.
Me tuvieron que enseñar literalmente todo desde cero porque, según mi madre, a ella no le gustaría avergonzarse frente a todas las personas de buena reputación que estarían presentes.
Me había encontrado con Jayden un par de veces abajo y en los pasillos. No me había mirado ni una sola vez y cada vez que intentaba hablar con él me dejaba allí con un aspecto estúpido.
Estaba muy ocupado con los preparativos. Todo el mundo lo estaba. Me pregunto cómo se las había arreglado para mantener su relación con Kylie en privado durante dos años.
Me aburría hasta la muerte.
La vida es muy injusta.
¿Cuándo tendría la oportunidad de ser feliz y apreciada por ser yo? Tuve que hablar con Jayden antes de la recepción. Tuve que aclararlo todo y hacerle saber que no era su enemiga.
Después de pensarlo mucho, decidí que era libre de tener una relación con Kylie. No me interpondría en su camino. No tenía derecho a entrar en su vida y separarlo del amor de su vida.
Yo tampoco tenía derecho a obligarlo a amarme. Solo quería empezar las cosas con una buena nota y, por primera vez en años, vivir una vida tranquila.
Me resbalé de mis mantas calientes y me acerqué a la puerta. Mi corazón estaba martillando de repente. Supongo que no sería tan fácil después de todo.
Reuniendo todo el coraje que había en mí, abrí la puerta y salí. Mi cara se veía tranquila en comparación con lo tormentosa que estaba mi mente.
El pasillo estaba tranquilo y vacío. Me tomé un momento para apreciar todos los detalles de esta mansión. Era una mansión de última generación y literalmente todo gritaba riqueza y lujo.
Pasé por un dormitorio familiar por el pasillo que obligó a resurgir recuerdos dolorosos. La noche de nuestra boda me había despertado para conseguir un poco de agua abajo.
Los sonidos que escuché venir de dentro seguramente me perseguirían de por vida. Kylie gemía apasionadamente, probablemente cada vez que llegaba al lugar correcto.
Todo lo que estaban haciendo debe haber sido increíble porque los gemidos eran constantes y estaban totalmente fuera de este mundo.
Rápidamente me agarré a mí misma y continué mi viaje abajo antes de que mis lágrimas me traicionaran y se derramaran.
Arruinaría todo el plan. No quería parecer un debilitante. Quería demostrarle que yo también tenía un lado valiente y fuerte.
Llegué al salón y luego vi todas mis fuerzas bajar por el desagüe. Las líneas que había ensayado toda la semana desaparecieron de repente y el miedo se sentó sobre mí como una almohada sobre mi boca y nariz.
Jayden se sentó en un sofá de dos plazas con Kylie firmemente en brazos. Se veían acogedores con suéteres a juego puestos.
La cabeza de Kylie yacía sobre el pecho de Jayden y ella lo miraba mientras él le sonreía diciéndole algo que la hacía reír dándole la oportunidad de robar un beso. Eran tan monos que casi me desgarro. Tuvo mucha suerte.
Me tiré con los puños y me tragué un bulto que se había formado en mi garganta.
Puedes hacer esto Kyra.
Deambulé hacia ellos y me paré nerviosamente ante ellos. Su atención se desplazó lentamente hacia mí y sus cantos de amor se extinguieron.
No podía mirarlos y ver el odio en sus ojos. Ya era un desastre emocional. Su odio me tiraría al suelo.
-Hola -tartamudeé frotando las palmas sudorosas juntas.
-Hola, Kyra -respondió Kylie. Podía sentir su mirada en mí.
Jayden permaneció en silencio, lo que me obligó a mirar hacia arriba. Su fría mirada estaba en mí.
¿Cómo cambió su estado de ánimo tan rápido?
-Uh, así que yo- yo...
-¿Soy tu palabra favorita? -Jayden me interrumpió tomándome por sorpresa.
-No. No. En absoluto.
-Así que va al grano y deja de perder el tiempo.
-Está bien. Quería hablar contigo.
-Querías, lo que significa que ya no quieres, así que ¿por qué estás aquí?
Sálvame, por favor.
-Quiero decir, quiero hablar contigo. ¿Es posible?
-Estoy ocupado en este momento, como puedes ver -respondió acariciando el pelo de Kylie.
-Cariño -susurró Kylie apretando la mano suavemente.
-No me tomaré mucho de tu tiempo -digo.
-¿Qué parte de mi “estoy ocupado” no entiendes? -rompió haciéndome saltar un poco.
-Por favor -intenté de nuevo esta vez, mi voz amenazando con romperse.
-Dije...
-Jay. Cálmate, cariño. Relájate. No la asustes así -Kylie lo calmó corriendo con los dedos hacia arriba y hacia abajo por su pecho y luego le plantó un beso en la mandíbula-. Kyra, Jay no está de humor en este momento. Inténtalo en otro momento.
-Claro -respondí nerviosamente.
Luego me di la vuelta y empecé a alejarme. En ese momento deseaba que el suelo se abriera y me tragara. Eso fue muy embarazoso y me sentí horrible.
Kylie nunca fue grosera conmigo. Simplemente no se preocupaba por mí, de lo contrario era una buena persona.
Acabo de caminar hasta que me encontré en alguna habitación, probablemente en otro salón con un televisor de pantalla plana grande.
Suspiré mucho a punto de liberar todos mis sentimientos cuando vi a un tipo sentado en un sofá jugando a un videojuego. Me sorprendió porque no esperaba ver a nadie allí.
-Uh, lo siento. No sabía que estabas aquí. Me iré -me disculpé nerviosamente volviéndome para irme.
-No. Por favor, entra, Kyra -ofreció pausar su juego.
Se puso de pie y me guió y luego dio palmaditas a su lado haciendo un gesto para que me sentara. Parecía amable y acogedor, así que me senté a su lado asegurándome de que hubiera una distancia considerable entre nosotros.
Evité el contacto visual con él y empecé a jugar con los dedos.
-Awww. Eres tan tímida que es lindo -brotó metiendo mechones sueltos de pelo detrás de mi oreja.
Mis mejillas se calentaron inmediatamente y me encontré sonriendo tímidamente como un idiota. Hubo una pausa dramática mientras me miraba con los codos apoyados sobre los muslos.
Me volví hacia él y vi un brillo divertido en sus cálidos y acogedores ojos marrones chocolate y luego se metió en una sonrisa.
-¿Qué? -pedí que hiciera todo lo posible para evitar el contacto visual.
¿Quién diablos era él?
-Eres tan adorable y encantadora. Creo que me estoy cayendo -murmuró con una canción que me hizo reír un poco-. Dios mío. Incluso tu sonrisa es bastante asesina -se burló haciendo que mi sonrisa se iluminara. Le hizo reír. Vaya-. Debes estar preguntándote quién soy. Bueno, permíteme presentarte esta obra maestra celestial -dijo inclinando dramáticamente la cabeza y rastrillándose el pelo con los dedos-. Soy Kyle Reynolds, también conocido como el mejor amigo de tu marido, o como a otros les gusta llamarme su hermano de otra madre -se presentó.
-Bueno, encantado de conocerte, Kyle. Estoy seguro de que ya sabes quién soy -intenté sonar un poco fuerte.
-Por supuesto que sí, Kyra. Nos veremos muy a menudo hasta el año que viene, así que prepárate para sorprenderte todo el año.
-No puedo esperar -respondí sonriendo ampliamente.
Era único en su tipo. Era despreocupado, humorístico, enérgico y, en general, del tipo iluminado. En solo unos minutos pude ver que se parecía a la vieja Kyra. La verdadera Kyra.
-Así que para empezar, me gustaría disculparme en nombre de Jayden por ser un imbécil para ti. Puede que no haya estado allí, pero sé que ha sido un imbécil para ti desde el primer día.
-Me odia -suspiré.
Kyle se acercó a mí y puso su mano suavemente sobre mi hombro.
-No lo hace. Jay es un tipo increíble. No es un multimillonario frío y tenso. Es divertido, libre y, en general, un ser humano increíble. Tómalo de su primer día.
-Supongo que entonces solo soy la desafortunada.
-No. Es solo que entraste en su vida en el momento equivocado.
-No sabía que tenía novia.
-Bueno, debe haber sido un error de comunicación, pero se lo contamos claramente a tu familia y dijeron que estabas de acuerdo, además de que Lisa sabe que Jay ha estado enamorado de Kylie durante unos dos años.
-Aunque. Simplemente no entiendo por qué me odia. No es que esté perturbando su relación, ¿verdad? Quiero decir, son libres de hacer lo que quieran.
Por primera vez en cinco años, finalmente encontré a alguien con quien me sentía cómoda hablando.
-Es solo una fase difícil, pero no te preocupes. Cambiará pronto.
-Bueno, si lo dices -respondí mirándolo y dándole una sonrisa seca.
Sin duda, tenía el troquel duro para mirar.
-Y quiero que sepas que si alguna vez quieres algo, estoy aquí para ti, Kyra. Te apoyaré.
-Dice el mejor amigo de mi marido. Por supuesto, siempre te pondrás de su lado.
-Bueno, tienes razón, pero me pondré de su lado si está en lo correcto y si está equivocado, lo arrastraré de vuelta a la derecha. Así que esto es como una situación de ganar y ganar, ya ves.
-¿Así que te gusta cubrirlo todo el tiempo?
-Si quieres expresarlo de esa manera, entonces sí.
-¿Cómo lo describes? -le pregunté a mi interés.
-Normalmente diría que es una causa perdida sin mí.
-Guau. Ojalá tuviera un amigo así.
-Siempre podéis compartirme. Soy único, ya sabes.
-Confirmado. Sabes, me gustaría ser como tú -le dije mientras me volvía para enfrentarme a él.
De repente me sentía segura y mi voz ya no me preocupaba.
-Umm. ¿Cómo es así?
-Eres una persona libre y tus habilidades para socializar son bastante impresionantes. Lo intento, pero no puedo encontrar la manera de socializar con la gente.
-Tal vez deberías empezar por trabajar en tu ser interior. Cree en ti misma y ten confianza en ti misma -animó.
Escuché atentamente mientras me decía más sobre creer en mí misma.
-No te preocupes, Kyra. Trabajaremos en ello.
-Gracias, Kyle. Encantada de conocerte. Estoy deseando que llegue un año increíble.
-Confía en mí, no te decepcionará. También fue un placer conocerte -al menos algo de positividad.
Kyle me dijo que íbamos a cenar juntos en un restaurante, así que subí a prepararme. Había pasado todo el día acostada en la cama. Un poco de aire fresco serviría.
Me conformé con un par de vaqueros y un bonito suéter blanco. Necesitaba seriamente un rehacer el armario, ya que la mayor parte de mi ropa no sería buena para salir en público. Apenas salí a casa, así que no fue exactamente culpa mía.
Llegué abajo y me uní a Jayden, Kyle y Kylie. Todos llevaban ropa casual. Al menos.
Kyle me dio una sonrisa que me aseguró que me veía al menos bien. El resto no me reconoció.
Jayden conducía con Kylie en el asiento del pasajero a su lado. Su mano estaba en su muslo durante todo el viaje.
Finalmente llegamos al restaurante después de un largo viaje de ver la linda pareja pelear por tonterías y Kyle tratando de distraerme.
Todo el restaurante estaba vacío. Supongo que habían reservado todo el lugar. Nos sentamos en nuestra mesa con Kyle y yo frente a Jayden y Kylie. Estaba empezando a cansarme de su ternura.
Estábamos revisando los menús con el resto bebiendo vino tinto que nos habían servido cuando escuchamos el chasquido de los tacones.
Levanté la cabeza y vi un desfile de una morena hacia nosotros. Todo sobre ella gritaba problemas.
Me di cuenta de que todos gemían silenciosamente, todo el estado de ánimo dando un giro de trescientos sesenta grados. Se unió a la mesa y se sentó junto a Jayden inmediatamente aferrándose a su brazo y luego me hizo una mueca.
-Jay, cariño. ¿Cómo estás? -su voz era inquietante.
-Natasha, ¿qué estás haciendo aquí? -Jayden le puso las cejas fruncidas.
-¿Me estás dando una respuesta fría por culpa de ella? -brilló poniendo los ojos en mí como si salieran de sus cuencas.
-Tu presencia aquí no es necesaria. Vete, Natasha -advirtió.
La tensión en los acordes de su cuello se destacaba. Parecía loco.
-Jay...
-¡He dicho que te vayas! -gritó liberando su brazo haciendo que Natasha saltara hacia atrás.
Se puso de pie furiosamente y luego le arrebató una copa de vino tinto a Jayden. Lo inesperado ocurrió. Vació despiadadamente el contenido del vidrio en mi cara, el líquido corría hacia abajo para manchar mi suéter.
Cerré los ojos inmediatamente. No quería ver la cara de nadie. La humillación era demasiado y el silencio me estaba matando.
Me puse de pie por impulso y salí corriendo tan rápido como mis piernas podían llevarme. Solo quería huir de todo. Huir del mundo.
Hice todo lo posible para asegurarme de que nadie me siguiera y, si alguien lo estaba, nunca me atraparían.
Después de correr mucho, me encontré en un parque. Estaba tranquilo y vacío. Perfecto.
Caí en el suelo y sentí lágrimas calientes pinchándome los ojos. Estaba a punto de descomponerme cuando una voz me interrumpió.
-¿Estás bien? -preguntó una voz desconocida.
-Déjame en paz, por favor.
No quería mirarle hacia arriba.
-¿Necesitas un abrazo?
-¡DIJE QUE ME DEJARAS EN PAZ! -grité.
Cada vez que estaba enfadada, mi voz volvía corriendo hacia mí. No podía controlarlo, por lo que prefería quedarme callada cuando estaba enfadada.
De repente sentí que alguien me abrazaba por detrás. El abrazo fue repentino y cálido. Algo que había estado anhelando durante años.
Mis lágrimas se derramaron involuntariamente por mis mejillas como pequeños riachuelos. Lloré mi corazón como un bebé, sin límites. Lo necesitaba.
Después de un tiempo estuve sollozando. Me sentí mejor. Me puse de pie y también lo hizo el extraño. Le miré hacia arriba. Era más alto que yo con rasgos gloriosos.
-Te vi corriendo al otro lado de la calle y pensé en ayudarte. ¿Estás bien ahora?
-Sí. Gracias.
-A veces la vida es un desastre, oye. Llorar es totalmente normal y lo necesitamos -dijo mirando las estrellas.
Estaba temblando, así que se quitó el abrigo y me lo ofreció. Lo rechacé, pero él insistió.
-¿Quién eres? -pregunté por interés.
-No te preocupes. Pronto nos volveremos a encontrar, Kyra London Casella Montero -respondió casualmente y luego se fue como había venido.
Misterioso.
Extraño.
Vi pasar un coche familiar y Kyle y Jayden rebotaron. Ambos parecían preocupados. Me sentí importante.
-¡Kyra! ¿Estás bien? -Kyle preguntó preocupado agarrándome por los hombros.
-¿Cómo me has encontrado?
Me había asegurado de ir por rutas complicadas que tendrían dificultades para encontrar. Me impresionó.
-Jay recibió un mensaje anónimo de que estabas aquí. ¿Estás bien? -su amable rostro estaba lleno de preocupación.
-¿Podemos irnos a casa? No tengo ganas de hablar ahora mismo.
-Claro, Kyra -respondió Kyle y luego me abrió la puerta.
Estaba a punto de seguir adelante cuando Jayden me agarró suavemente el brazo.
-Lo siento. Lo digo en serio.