El viernes ha llegado. Eliot y Emilie se han marchado a Texas para ultimar detalles y comunicarle a sus familias que se quedarán en Londres. Miro mi maleta y me doy cuenta de que no tengo nada bonito ni llamativo que ponerme; todo lo que tengo es n***o o gris, y sé que voy a desentonar por completo entre esas personas. ¡Dios! Qué difícil es esto; hace años que no me preocupo por verme atractiva. Mi móvil suena, y veo que Klaus me ha enviado un mensaje. —Ya estoy afuera, preciosa. —Ya salgo, señor Bulgari. Respondo rápidamente. Dejo la maleta a un lado. Iré a Grecia y me dedicaré a comprar ropa nueva para renovar mi outfit. Me miro al espejo una última vez. Llevo unos vaqueros ajustados de color azul, una blusa blanca con botones de perlas y zapatos altos. Tomo mi chaqueta, la cartera,