Puede cortarse la tensión con un cuchillo. Martina, Gianluca y Evelina me miran con desprecio evidente. Por más que intento no prestar atención a sus miradas, me es imposible comer en condiciones, siento como si el filete tuviera vidrios. —Vi la rueda de prensa de esta tarde—, comenta Martina desde su lugar y le da una sonrisa de burla a mí antes de desplazarla hacia Salvatore, esta muere cuando los ojos de su hermano se posan en ella. — Digo que fue… interesante. —Por favor, Martina — interviene su madre—, eso fue un chiste, algo sin clase y nada que ver con nuestra familia. —Que se podía esperar de Mauricio—, es el turno de Gianluca para lanzar veneno —siempre ha tenido un gusto grotesco. —No sabía que mi familia es tan importante para los Di Sante, tanto como para ser el tema de c