Lobo hambriento. POV. Salvatore. —Supongo que tu viaje fue productivo—, no me preocupo en levantar la vista de mi portátil cuando escucho la voz de Eva. —Así es, tengo el terreno—anuncio y de reojo veo que toma asiento en la silla frente a mí. —Eso es fantástico, pero pobre de ti que tuviste que ir con esa insulsa. Dejo lo que estoy haciendo y me reclino en mi silla. —¿Vienes para algo específico, Eva? —Me mira sin comprender, — ¿tienes algo de trabajo que discutir conmigo? Se queda en silencio unos segundos, y espero pacientemente que diga algo, esta mañana salí temprano de la villa porque tengo mucho por hacer, «lo último que quiero es otra escena de ella». —Estamos esperando al arquitecto y al diseñador. Ocúpate de que estén cómodos en la sala de juntas porque Renzo no está.