CAPÍTULO DIECISÉIS Sofía se sentía como si estuviera andando hacia su ejecución mientras se dirigía a la playa hacia el Maestro de los Cuervos. Sienne andaba sigilosamente a su lado, pero incluso esa protección no parecía suficiente ahora mismo. Se puso una mano sobre la barriga de forma protectora, pensando en lo que podría pasarle al hijo que llevaba dentro si él elegía matarla, pero no solo le tenía miedo a él. Las barcas que estaban en el fiordo tenían sus cañones apuntando a la orilla y todavía podían disparar en cualquier momento. «¿Hago las cosas más cómodas?» —le mandó—. «Las batallas en el reino de la Viuda me han dado poder de sobra». Hizo un gesto y los cuervos que había a su alrededor se alzaron. Abrió su abrigo y de él salieron más en masa, que se juntaron con los demás, h