De CEO a Babysitter

Un súper héroe

“No tiene nada de malo sentir miedo, siempre y cuando no te dejes vencer”

Capitán América

La mañana siguiente a la visita de Emily en el colegio de la pequeña Alice, provocó cierto revuelo. La directora Fuller, pidió a todos lis maestros que realizarán una dinámica especial en la que casada niño debía llevar a su padre o madre, para que estos contarán un poco sobre lo que hacían en sus empleos actuales.

Por lo que Alice le pidió a Emily acompañarla a esa actividad, aún sentía pena de decir que su padre era apenas un Babysitter.

—¿Irás conmigo mamá? Tú eres psicóloga, me sentiría mejor su vas tú.

—Sabes que me encantaría acompañarte pero no puedo. —Emilt sabia que era mejor que la pequeña fuera con Harris y que este demostrara delante del resto de los niños que el valor de las pers8nas está en hacer cosas que puedan ayudar al resto de las personas, que aprendiera sobre humildad y sobre todo acerca de la solidaridad.— Tengo que presentar una evaluación importante, si no sabes que iría contigo mi amor. Pero papá va a acompañarte

La pequeña Alice, no tiene más opciones que ir con su padre, eso y tener que escribir un breve texto sobre su familia. En ese punto, ella podía sonreír y contar sin problema sobre la familia Geller. La marstra le pidió ponerse de pie y comenzar a leer su texto Alice se pusoval lado de su asiento, tomó el papel en sus manos y comenzó a leer:

—“Yo soy Alice, y tengo cuatros hermanos, tres de ellos nacieron en un mismo día, la barriga de mi mami Emily parecia un enorme globo a punto de reventar. Mis hermanos triples —dice y la maestra le corrige “Trillizos” la pequeña asiente y continúa leyendo— mis hermanos se llaman Sebastián y Esteban y mi hermanita se llama Alana. También tengo un hermano más grande que los triples —se corr8gecella misma— trillizos, pero más pequeño que yo, él se llama Mateo y es muy juguetón. —concluye el texto sentándose y dando las gracias.

A pesar de salir airosa de esa actividad, por la cual recibió el aplaudo de sus compañeros de la clase, aún tenía que llevar a su padre al dua siguiente. Alice no puede evitar sentirse nerviosa, aaber que su padrw estará frente a todos y que sus amiguitos, inclusive Fred se reirían de ella.

Emily en tanto, se encuentra en la universidad, esa semana había sido bastante complicada para ella con algunas cátedras un tanto exigentes en las que debía leer mucho, cosa que realmente no había podido hacer, o que había hecho a medias mientras atendía en el consultorio de su padre, Elbert. Por lo que su ponencia sobre los distintis trastornos obsesivos compulsivos T.O.C aún le son algo complejos. Mientras está en el cafetín de la universidad se encuentra con Irina, esta al verla se acerca a ella.

—¡Emily! ¿Cómo has estado? —Emily se incorpora para saludarla con la misma efusividad con la cual Irina se dirige a ella. Le brinda asiento.

—¿Quieres algo en especial? —dice mostrando su vaso de latte.

—Uno igual estará bien. —responde sonriendo— ¡Cuéntame! ¿Cómo va todo?

—Quisiera decir que bien, pero realmente estoy algo preocupada, Harris tuvo que tomarse un año sabático para cuidar de los trillizos, además de ponerme más nerviosa, ha provocado algunos inconvenientes con Alice. —exhala un suspiro— Sus compañeros se burlan de que Harris sea el niñero.

—¿Harris niñero? Esto no lo puedo creer. Cuéntame, no me imagino eso. —Emily la observa con desconcertada.— Hey! No tienes porque estar así —coloca su mano sobre el antebrazo de la chica.

—Es que él lo hace por mí, para que pueda estudiar.

—Eso indica sólo una cosa, y es que Harris te ama. Sé que lo que ocurrió con Sara pudo dejarte muy mal, pero no todas las personas son iguales, y también toca que ellos de vez en cuando hagan de amo de casa o en este caso de niñero. Emily las realidades cambian con el tiempo, y debemos adaptarnos a ellas. Antes el proveedor era el hombre y en algunos casos lo sigue siendo, pero ¿Qué pasa cuando son hogares matriarcales, donde la mujer debe cumplir ambos roles? Debe salir a trabajar y en muchos casos dejar a sus pequeños con personas extrañas. El hecho de que estén con su padre es bueno. No te preocupes por él.

—Pero Irina, él está acostumbrado a su empresa, a sus negocios, y agora debe estar con cuatro niños.

—Como buen gerente debe aprender a manejarse entre tantos empleados. Harris va a estar bien y tus pequeños también. Confía en él.

Las palabras de Irina reconfortan un poco a Emily, en teoría todo lo que ella planteaba era una absoluta verdad, debía agradecer todo lo que Harris hacia por ella y por sus hijos. Si ambos unían esfuerzos podían sacar a sus hijos adelante sin abandonar sus sueños.

Emily regresó al atardecer, luego de apoyar a Elbert en su consultorio. Harris estaba animado y emocionado, por primera vez había logrado hacerse cargo de los tres pequeños.

—Lo hice, pude cambiarlos y darle de comer sin problemas y sin la ayuda de Blanca. —Emily sonrió brevemente.— ¿Te ocurre algo mi amor?

—No mi vida, realmente estoy feliz y muy orgullosa de todo esto que haces para que nuestra familia esté bien. Sólo que a veces pienso que deberías hacer lo que te gusta.

—Emily, todo esto es nuevo para mí y quizás no soy experto en ello pero quiero que sepas que lo hago por todos, por ti, por mis hijos y por mí. No sabes lo bien que me hace ver como ellos crecen, junto a Alana he vivido lo que no pude con Alice.

—Hablando de ella, mañana debes ir al colegio.

—¿Yo? ¿Volvió a pelearse?

—No, le pudieron que fuese con su padre o su madre al colegio para hablar de su trabajo y creo que es la oportunidad perfecta para que la acompañes y ella vea que lo que haces es hermoso.

—Bien mi amor, no te preocupes. Claro que iré. —Emily se refugia entre sus brazos, musculosos y fuertes.

Esa noche durmieron sin mucho que inventar, ambos necesitaban descansar y eso implicaba cero sexo duro. Aunque las caricias y toques no faltaron.

La mañana siguiente, Harris estaba preparado para acompañar a Alice, mientras Angie fue a apoyarlo cuidando de sus bebés. Aghata ya podía jugar con Mateo, mientras ella se ocupaba en los trillizos.

A diferencia de otros días, Harris fue en el auto con Alice.

—¿Estás nervioso, papá? —preguntó inocentemente.

—Un poquito —mostró la medida con su índice y su pulgar, ella sonrió.

—También me pongo nerviosa cuando estoy en frente de mucha gente. Pero yo estoy contigo —le ofreció su cinco.— Hight Five.

Harris chocó su enorme mano con la de su pequeña. Estaba más que nervioso, pero no quería angustiar más a su pequeña. No había preparado un discurso para esa actividad, pero durante la noche tuvo algunas ideas que podían funcionar.

Minutos después estaban frente al colegio, Harris estacionó su auto y bajó para luego abrirle la puerta a su pequeña. Al pasar junto a ella, quien orgullosa tomaba su mano y sonreía, miró los rostros y burlas de sus compañeros. Harris estaba elegantemente vestido, como todo ejecutivo que es. Las maestras miraban atónitas al apuesto, elegante y bien perfumado hombre. Entraron a la sala principal donde sw haría la actividad, cada niño al lado de su padre y su madre.

Finalmente empezó la actividad con la directora agradeciendo la participación de la mayoría de los representantes que acompañaban a sus hijos esa mañana. Uno a uno se fue poniendo de pie, acompañado de su hijo.

—Yo soy Frederick Hamilton, soy uno de los empresarios más importantes en el mundo de los negocios y estoy aquí para decirle a todos ustedes, que como padres debemos siempre hacer sentir orgullosos a nuestros hijos, por ello trabajo duro para que mi edp8sa se quede en casa con mis hijos y yo darle todo lo que merecen. —la mirada, el porte y las palabras de aquella hombre eran excesivamente arrogantes, actitud que llenaba de emoción al pequeño Fred quien al igual que su padre, miró por encima del hombro al resto de los presentes.

Después de él pasaron dos o tres más, cuyo mensaje era motivador para todos los niños.

—Yo soy bombero y muchas veces he tenido que arriesgar mi vida para salvar a otras personas. Y creo que es una profesión hermosa. —Katlen, tomó la mano de su padre y sonrió llena de orgullo.

Cuando faltaba poco, finalmente llegó el turno de Harris, quien tomó su silla y se sento de frente al resto de los invitados.

—Yo soy Harris Geller, el orgulloso padre de Alice, anteriormente era el CEO de una prestogiosa empresa de venta de inmuebles. Para mí ese era un sueño hecho realidad porque en algún momento wuise ser arquitecto, pero las matemáticas y yo no nos la llevábamos del todo bien, entonces dije, si no las puedo hacer, las puedo comprar hechas y restaurarlas para venderlas y con eso amasé una buena fortuna. Vendía casas para parejas que recién iniciaban un nuevo hogar o para familias que incluso luego de comprar una casa, terminaban separados y peleando para ver quien de ellos se quedaba con la propiedad. Pero hace dos años atrás conocí a una hermosa mujer que con mucha paciencia y amor, me enseñó a valorar las cosas. Hoy no estoy trabajando como CEO de mi prestigiosa empresa. Hoy soy niñero —algunos chicos se cubrieron la boca para disimular su risa— Y para mí es la experiencia más maravillosa que he tenido en estos treinta y dos años, porque estoy cuidando de mis hijos y viéndolos crecer, cosa que muchos de los que están aquí no han tenido ese privilegio. Creo que casas pueden construir o comprar muchos como el Sr Hamilton, pero construir un hogar y una hermosa familia, eso sí es un orgullo para mí. —Alice no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, se acercó a Harris y lo abrazó. Él acarició sus rostro y secó sus lágrimas.

—Te amo, papá —dijo sonriendo— Estoy orgullosa de ser tu hija.—se abrazó a él y Harris la arropó con sus brazos.

—Yo también te amo, Alice, eres mi princesa. —discretamente secó las lágrimas que se empecinaban en rodar por sus mejillas. Respiró profundamente y miró a todos los que estaban allí, para luego finalizar con esas palabras de agradecimiento: —Sólo quiero agradecer a la Directora Fuller por esta invitación, por poder compartir con mi hija y con todos ustedes un poco de mi experiencia.

Todos se pusieron de pie, incluso el mismo Frederick Hamilton para aplaudirle. Alice miraba a la gente y luego el rostro de su padre, su padre era un super héroe, el héroe que toda niña quiere y merece tener.