Antonella Mientras empaco mis pertenencias, me encuentro en una encrucijada de emociones. A pesar de los lazos familiares con Italia, Colombia es el lugar que siempre consideraré mi hogar. La idea de dejar atrás todo lo que conozco y mudarme a un país que me resulta ajeno me llena de incertidumbre. Zeus, mi fiel compañero, observa cada uno de mis movimientos con una mirada curiosa, como si intuyera el cambio que se avecina. Por supuesto que lo llevaré conmigo; después de todo, él es una parte importante de mi vida en Colombia y, en mi nuevo comienzo en Italia, su presencia será reconfortante. A medida que cierro las maletas y me preparo para embarcarme en este nuevo capítulo de mi vida, me doy cuenta de que es hora de reconectar con mis raíces italianas. Aunque extrañaré Colombia, es