Antonella Las maletas abarrotan la sala del apartamento de Gianluigi, y eso que ni siquiera son todas las que he traído conmigo. La mayoría de mis pertenencias se encuentran resguardadas en el Palacio Real, donde Luciano se encargará de cuidarlas mientras yo me acomodo en mi nuevo hogar en Roma, que será el apartamento que perteneció a Luciano en su época de estudiante, así que, de momento, compartiré espacio con Gianluigi, y no me preocupa si mi presencia lo incomoda de alguna manera. Tengo que establecerme en Italia y adaptarme a mi nuevo rol como La Madrina de la mafia italiana. Esa es mi prioridad, y si eso significaba vivir temporalmente con mi hermano, así será. Zeus, mi fiel compañero de cuatro patas, comienza a ladrar, evidenciando su incomodidad en este nuevo entorno desconoci