Edahi Me encuentro en el palco de autoridades del Estadio Olímpico de Roma, observando con ansias el emocionante partido de la semifinal de la Champions entre el AS Roma y el Real Madrid. En mi mano sostengo un vaso de café, a pesar de saber que no es una buena idea tomar cafeína después de las cuatro de la tarde si quiero dormir esta noche, sin embargo, el café me ayuda a mantener a raya los nervios que me invaden ante este crucial encuentro. Ambos equipos se encuentran empatados, y mis deseos van más allá de la preferencia por el AS Roma. Claro, es el equipo de la ciudad en la que vivo y donde he pasado la mayor parte de mi vida, pero mi tío Gianluigi juega en él, y su éxito en la Champions significa mucho para mí. Desde las gradas, la euforia de la multitud es palpable, y el aire