Punto de vista de Thea.
-¿Que te parece este atuendo?- Veronica pregunta, sacando un diminuto vestido rojo sosteniéndolo frente a ella.
Asiento en señal de aprobación.
-Maravillosa elección, resaltará tu figura y el color hace juego con tu aspecto.
-Es agradable tener un día para liberar el sufrimiento del entrenamiento. ¿No crees Thea?- dice Vero sonriendo y trotando a mi lado para dirigirse al vestuario para cambiarse.
-Ni que lo digas, quiero despejar mi mente un rato
-Oh... ¿Algo o alguien en particular?- dice en un tono juguetón y al mismo tiempo sugestivo.
-Hmp, no. Solo quiero un día normal en donde no tenga que pensar en tácticas y ataques
-Eres una mentirosa Thea, lo que quieres es dejar de pensar en la huida de cierto alfa gruñón
A ti nadie te llamó, eres la principal culpable de que este así.
Estaba molesta con mi loba, cuando se trata de Gray es difícil controlarla y eso me estresa, no solo tengo que lidiar con la presión de cumplir lo que se nos ordena en cada entrenamiento, sino que debo estar atenta a las reacciones de mi cuerpo cuando se trata del alfa porque actuo por mi cuenta y no quiero que me echen de aqui por acoso s****l a nuestro superior.
En fin, cuando nos enteramos de que tendríamos el día libre, todos estaban encantados. Hemos estado entrenando duro toda la semana, así que definitivamente nos hemos ganado un respiro. Vero nos invitó a salir con ella y su amiga Hannah. Aparentemente, es de la ciudad cercana al complejo de escuadrones, y dijo que el escuadrón suele ir a un bar allí los sábados por la noche para soltarse.
Supongo que las buenas noticias viajan rápido, porque Kate apareció en el cuartel poco después, preguntando si yo saldría. Estoy muy emocionada de poder pasar un tiempo con ella. A pesar de que solo ha pasado una semana, parece que no nos hemos visto en años.
Vero sale del vestuario y hace un pequeño giro. Se ve increíble, es un vestido ajustado sin tirantes que abraza sus curvas.
Definitivamente necesito mejorar mi guardarropa.
-¡Te ves genial! —Exclamo, mostrándole una sonrisa. Miro la camiseta sucia y los pantalones cortos que todavía estoy usando y suspiro- Rayos, no tengo nada que ponerme
-¡Puedes ponerte algo mío!- Ofrece, volviendo a su armario y rebuscando entre las prendas de nuevo.
-Soy más alta que tú- murmuro, siguiéndola.
Saca un vestido n***o y lo empuja en mi dirección.
-Toma. Este es un poco largo para mí.
Miro de reojo el vestido, pensando para mí misma que no hay forma de que me cubra el trasero. La miro de nuevo con escepticismo, pero parece decidida. Dejo escapar otro suspiro y le quito el vestido, dirigiéndome al vestuario para probármelo.
Cuando salgo unos minutos más tarde, Dylan silba en señal de aprobación.
-¡Maldita sea, que sexy te ves Thea!- grita, lanzándome un guiño.
Me sonrojo y tiro del dobladillo del vestido. Es un poco ajustado y demasiado corto. Si me agacho, hay un 100% de posibilidades de que muestre hasta el más mínimo detalle.
-No lo sé ...- empiezo a decir, pero Vero agita una mano con desdén.
-Es perfecto. Te ves sexy y si fuera lesbiana te estaria dando duro contra el muro- Ella mueve las cejas, me da una pequeña nalgada y se echó su ondulado cabello sobre su hombro.
Dejo escapar una risita y me dirijo al vestuario para ponerme un poco de maquillaje. Vero se ofrece a rizarme el pelo, pero yo lo recojo en un moño suelto. Las demás, se unen para prepararnos y después de un rato, estamos listos para salir.
De alguna manera, Vero convenció a mi hermana para que se pusiera un atuendo escaso y se ve increíble con esa minifalda negra y top de seda con tirantes finos. Su cabello está recogido en una cola de caballo e incluso aceptó cambiar sus gafas nerd por lentes de contacto, lo que casi nunca hace. Los chicos han estado esperando con mucha paciencia a que nosotras nos pongamos glamorosas, los saludamos y tomamos rumbo a nuestro destino.
Está oscuro, pero el camino es fácil de seguir. Hannah conoce el lugar. En el camino, aprendo más sobre ella, pertenece a la manada que está dirigida por Grey. Ella ha estado en el bar al que nos dirigimos antes, es un bar sencillo donde no hay trabas legales para ingerir alcohol, lo que lo hace bastante popular entre los jóvenes.
En nuestras pequeñas ciudades, podemos cambiar las reglas cuando se trata de cosas como esa, ya que metabolizamos el licor mucho más rápido que el ser humano promedio, por lo que el abuso de alcohol es menos preocupante porque no es tan peligroso. Se necesitaría mucho para que un lobo se intoxicara con alcohol.
No le pregunto sobre su alfa, aunque quiero hacerlo. Es obvio que me ha estado evitando desde nuestro enfrentamiento en el baño. Me está volviendo un poco loca, quiero decir, ni siquiera me gusta, pero se pone sexy conmigo en las duchas y me doy cuenta de que en realidad quiero conocerlo mejor, ¿y luego me da la espalda? ¿Cómo es posible que haga esa estupidez? Para ser honesta, parte de la razón por la que quería salir esta noche era por la remota posibilidad de que pudiera encontrarme con él en su ciudad.
No puede evitarme para siempre.
Puedo escuchar el sordo zumbido de la música antes de que lleguemos, aumentando cada vez más a medida que acortamos la distancia.
Dylan camina rápido, por lo que es el primero en llegar a la puerta, la abre y se apoya contra ella.
-Las damas primero- dice, sonriendo y haciendo un gesto hacia adentro.
Las chicas se ríen, mientras Kate y yo ponemos los ojos en blanco. De hecho, conocemos a Dylan y lo mucho que trata de ser un buen chico. Ellas pueden estar encantadas ahora, pero pronto aprenderán.
Todos entramos en fila y nos dirigimos directamente al bar, ansiosas por tomar nuestro primer trago de la noche. Pido un vodka de arándanos y tan pronto como el camarero me lo desliza, tomo un sorbo a través de la pequeña pajita.
Me doy la vuelta y me recuesto contra la barra, escudriñando el interior del espacio. Esta noche está llena de gente y algunas personas ya han convertido el centro de la sala en una pista de baile improvisada. Hay bastantes mesas que salpican el perímetro, y miro a mi alrededor para ver si hay caras conocidas. Ah, a quién engaño. Estoy buscando a Gray. Reconozco a varios de los otros reclutas del lugar, pero no lo veo.
Maldita sea.
Kate me da un codazo y vuelvo mi atención hacia ella.
-¿Cuidas mi bebida por un segundo?- pregunta, deslizándola hacia mí a lo largo de la barra- Voy a ir al baño.
-Claro- le digo, alzando la voz para que pueda escucharme por encima de la música mientras me doy la vuelta y apoyo el brazo en la barra junto a su bebida. Tomo otro largo sorbo del mío y miro su cabeza en dirección al baño.
-Bailarás conmigo, ¿verdad Thea?- Escucho a Vero decir, y me vuelvo para ver que se ha plantado a mi lado en el lugar de Kate.
Me encojo de hombros.
-Seguro. Solo déjame tener un poco más de valor líquido- sonrío.
Ella hace tintinear su vaso con el mío vacío y se lo lleva a los labios, bebiendo el resto de su ron y coca cola. Sus ojos están llorosos cuando lo remata y golpea triunfalmente su vaso en la barra.
-¡Increíble!- aplaude, volviéndose hacia mí y sonriendo- Estoy contigo, niña. Consigamos otra bebida.
Me río, volviendo mi cuerpo hacia la barra e inclinándome hacia adelante para llamar la atención del camarero. Hacemos contacto visual y levanto dos dedos, haciendo un gesto hacia Vero y hacia mí. Entiende la señal y empieza a hacernos las bebidas.
Empiezo a meter la mano en la parte superior de mi vestido para sacar el dinero que traje de mi sostén, pero Dylan aparece al otro lado de mí y toca mi brazo, negando con la cabeza.
-Las bebidas están por mi cuenta- dice, guiñando un ojo.
Realmente no debería dejarlo pagar, pero no voy a dejar pasar las cosas gratis. Su padre, es una especie de banquero de inversiones, por lo que su familia está llena de dinero y no siento culpa con respecto a ese gasto que está dispuesto hacer por nosotras.
-Gracias- Sonrío mientras el camarero trae las bebidas frescas y Dylan le da al chico un billete de veinte.
-Está bien- dice Vero, y me vuelvo para mirarla. Ella sostiene su nueva bebida- Después de este, estamos bailando
Sonrío, cogiendo mi bebida y chocando mi copa con la de ella.
-Trato.
Quizás tenga suerte y encuentre a Gray mientras estoy en la pista... ¿Y por qué no? Darle un pequeño espectáculo de lo que se está perdiendo por imbécil.