Punto de vista de Thea
Estoy un poco sin aliento de arrastrar mi maleta por el césped hasta el cuartel, pero me apresuro a quedarme al frente de la manada. Estos muchachos nos han estado observando desde el momento en que bajamos de los autobuses, evaluando si tenemos lo que se necesita para formar parte del equipo. Estoy decida a demostrar que se lo que hago en cada paso que doy en este sitio, quiero que vean mi seguridad y confianza desde el primer momento, es momento de asegurar mi estadia desde el primer día.
Aunque está luchando por seguir el ritmo, Kate me sigue los talones. Ella no tiene nada que demostrar, ya está dentro del equipo, pero su ansiedad la mantiene cerca de mi. Nos detenemos donde se han reunido los otros aprendices y puedo ver por primera vez a los chicos que dirigen el lugar y santo infierno. Creo que dejo de respirar por un segundo. Los tipos parados frente a nosotros son jodidamente hermosos y calientes.
Cada uno está absolutamente representando el papel de dios griego, desde sus antebrazos con tatuajes cruzados hasta el pecho y sus abdominales bien marcados en la parte delantera de sus camisetas negras. Pensé que Simon estaba bien hecho, pero estos tipos son perfectos. No solo eso, sino que cada uno de ellos tienen tatuajes diversos y éxoticos. Son increíblemente guapos. La mayoría de nuestra especia son atractivos, pero estos tipos parecen malditas estrellas de cine.
Mantente cuerda mujer, no te dejes llevar por las hormonas. Tenemos una meta que cumplir, no te distraigas con esas bellezas.
El tipo más alto está en el centro y da un paso adelante para dirigirse a nosotros, aplaudiendo. La brisa agita su despeinado cabello oscuro y juro que puedo olerlo desde aquí. Huele muy bien.
-Escuchen, reclutas- comienza, su voz profunda reverbera en las paredes que encierran el complejo del escuadrón- Ahora puede que hayan venido aquí con sus amigos, pero este no es un campamento de verano, aqui no vienen para perder el tiempo y descansar de la vida que dejaron atrás.
La orden en su tono me puso un poco débil en las rodillas, no entiendo que esta sucediendo ahora pero dios mio se siente hasta bien. Me gusta ese comando que surje de su persona, mi loba esta activa y moviendo su cola, demasiado interesada en nuestro superior.
-Este va a ser el verano más difícil de su vida y si lo logran, pueden tener el honor de entrar en el equipo. Si creen que no tienen lo que se necesita, esta es su última oportunidad de regresar, nadie los va a juzgar porqueno se sienten preparados para asumir uno de sus mayores retos en la vida.
Intento recordarme a mí misma que estoy aquí con un propósito, entrenar y demostrar mi valia, pero mi loba se está desmayando en un pozo de hormonas locas y no puedo pensar en otra cosa que no sea lanzarme encima de ese tipo como si fuera un salvavidas...
Lanzo una mirada hacia Kate y puedo decir que ella está pensando lo mismo al ver como esta concentrada en uno de los superiores. Me tapo la boca con la mano para reprimir una risa, pero se me escapa.
Los ojos del chico van directamente hacia mí, entrecerrándose y de inmediato sé que la cagué.
-¿Hay algo gracioso, recluta?- pregunta, cruzando los brazos sobre el pecho. Sus tatuajes tribales corren a lo largo de sus abultados antebrazos.
Mierda. No hay nada gracioso, solo un increible deseo de desvestirte pero eso no es algo que sea prudente hacerlo saber.
Dejo escapar otra risita nerviosa, luego presiono mis labios y niego con la cabeza.
Da un paso hacia mí.
El grupo de otros aprendices que están frente a mí se separan para dejarlo pasar, hasta que está justo frente a mí.
Respiro profundamente y juro que mi corazón se detiene.
¿Todos esos años de entrenamiento, y lo arruino en los primeros dos minutos? Bien hecho, Thea. Mereces un puto premio.
El tipo me mira con sus ojos marrones oscuros y siento que su mirada me atraviesa.
-¿Cuál es tu nombre, recluta?- gruñe.
Trago saliva y olvido mi propio nombre por un segundo, hasta que siento que Kate me da un codazo.
-Thea- me ahogo, luego recupero algo de mi compostura y me enderezo- Thea Brooks- Sale suave y confiado la segunda vez.
El chico me mira fijamente por lo que se siente como una eternidad antes de que separe los labios para hablar de nuevo. Está tratando de intimidarme, pero me condenaré si voy a acobardarme. Eso no es lo que hacen los luchadores y mucho menos yo, a pesar de que sea un dios del olimpo no le voy a dar el gusto de ser una sumisa, esta equivocado conmigo si cree que me va intimidar.
-Bueno, Thea, ¿algo de lo que dije te divirtió?- Su mirada pesada todavía es intensa.
Niego con la cabeza, cruzando los brazos para igualar su postura.
-No.
-¿No que?
-No escuche tu nombre- Tan pronto como lo digo, me arrepiento. Es como si la respuesta inteligente se me escapara antes de que pudiera siquiera pensar. Sé que esperaba que dijera 'no señor', como si estuviera respondiendo a un sargento, pero, por supuesto, no pude contener el sarcasmo, es como mi escudo, pero es que detesto las actitudes así y se me da de forma natural ser una pesada con este tipo de personas... Asi sea mi superior en este momento y mis jodidas bragas esten practicamente abajo.
Algunos de los reclutas jadean y hay algunas risas entre la multitud.
El tipo no reacciona, aunque sus ojos parpadean dorados. Él arquea una ceja, luego gira sobre un talón, acechando hacia los otros chicos. Se detiene y se vuelve hacia los aprendices y yo aprieto los dientes, esperando a que me diga que me vaya.
Lo arruiné totalmente.
-Soy el alfa Grey y estos son Zatch, Damon, Dixon y Noa- Hace un gesto a cada uno de los hombres a su alrededor mientras los nombra.
De repente reconozco a Noa, es parte de mi manada. Se parece a su padre. Mi papá está cerca de nuestro alfa. Quizás eso salve mi pellejo.
Gray continúa.
-Pero todos ustedes pueden referirse a nosotros como 'señor'
Tengo tantas ganas de poner los ojos en blanco, pero me muerdo el labio para evitar reaccionar.
-¿Entienden?- pregunta, y los otros aprendices a mi alrededor comienzan a murmurar "sí señor".
Gray me mira directamente y me obligo a pronunciar las palabras.
-Bien- espeta Gray, cruzando los brazos sobre su ancho pecho de nuevo- Ahora su amiga Thea me ha mostrado que todos ustedes pueden necesitar una pequeña lección de disciplina
Mierda. Sabía que no iba a salir tan fácil. Aguanto la respiración.
-Así que creo que todos deberín empezar con veinte vueltas alrededor de la pista
Escucho un coro de gemidos y siento el escozor de los ojos sobre mí. Mi cara se enrojece.
Genial
Cinco minutos y todos ya me odian.
Por el rabillo del ojo, veo un destello de movimiento cuando la mano de Kate se dispara hacia arriba. Me doy la vuelta para mirarla, a punto de preguntarle qué diablos está haciendo, cuando habla.
-¿Um, señor?- pregunta, su voz es pequeña.
Gray la mira inquisitivamente y ella da un paso adelante, aclarándose la garganta y subiéndose las gafas por la nariz.
-De hecho, estoy aquí para la unidad de inteligencia, no para el campo de entrenamiento
Gray asiente, haciendo un gesto para que se acerque.
-Zatch- llama por encima del hombro, y un chico rubio se acerca a él- ¿Por qué no llevas a ...?
-Kate- suministra.
-¿Por qué no llevas a Kate al centro para que pueda empezar?
-Seguro- responde Zatch, sonriendo cálidamente- Vamos- él se da vuelta y le hace señas para que lo siga y ella trota tras él.
Una vez que están a un par de pasos de distancia, Gray se vuelve hacia los aprendices, examinando a la multitud.
-¿Que están esperando?
Casi al unísono, todos echamos a correr hacia la pista. Varios de los otros reclutas me miran con el ceño fruncido al pasar y por dentro me estoy pateando.
Como les dije, soy un desastre y ya lo están comprobando.
Que buena impresión estoy dando.