La otra cara de la luna

Intranquilidad

Ella no comparte mi cinismo; en el fondo, es una romántica y se que espera encontrar a su alma gemela a través del vinculo y aunque ha dicho que todavía no está lista para encontrar a su pareja porque no quiere que nada la distraiga de sus cosas, se que esta asustada por terminar con el corazón roto, es demasiado buena y no solo sufrirá por ella sino por quien estuvo a su lado en ese momento, por eso no salió con nadie y se encerró en su propio mundo. Por mi parte no salí porque no veía ningún sentido en desarrollar sentimientos por alguien que probablemente no terminaría siendo mi compañero predestinado. Las posibilidades de elegir a alguien que termine siendo tu pareja predestinada son tan raras que no veo cómo las citas merecen la ansiedad y angustia que se experimentan. Estoy consciente que el destino elegirá por mí, no voy a perder el tiempo en un hombre cuando puedo aprovecharlo al máximo en mi entrenamiento y preparación física para las duras pruebas que tendré que soportar en mi estadía en el campamento. Por eso, mientras que ocurre ese suceso que siempre estoy evitando... porque si, desde los quince se nos permite participar en las carreras para irnos familiarizando con la costumbre e ir conociendo a las posibles parejas yo siempre me negaba, dejando a mis padres solos en su participación. Seguiré viviendo mi vida, persiguiendo mi objetivo y enfocándome en mi. El amor es algo muy secundario en mi vida, no es importante pero esto no es algo que mi madre comprenda, así que solo le responderé de forma evasiva sin comprometerme mucho.

-Veremos si podemos venir y escapar de nuestras responsabilidades- le digo a mi mamá, aunque en realidad planeo todo lo contrario. Me enfocaré en las técnicas y nuevas cosas que aprenda, no quiero distracciones estúpidas.

Mamá sonríe, envolviéndome en un fuerte abrazo. Ella es más baja que yo y aunque es pequeña, da los mejores abrazos de oso del mundo. Por más ansiosa que esté por salir finalmente de casa, debo admitir que extrañaré sus abrazos, me encanta perderme en la sensación y amor que ella proyecta en cada gesto hacia nosotras, sus brazos son el mejor lugar del mundo para estar. Aunque tengamos diferencias y no pensemos igual, no se que haría sin ella. Por eso me enfoco tanto en mi objetivo, quiero protegerla de todo mal, se que ella puede defenderse y tiene protección de mi padre, pero eso no evita el temor de que algo suceda en cualquier momento y ellos no puedan responder adecuadamente. No quiero perderlos, no quiero enfrentarme a un dolor tan desgarrador como lo han hecho varias de mis amistades, tampoco quiero perderme en la oscuridad, el delirio y la locura en la que cayo un amigo cercano. Era mi vecino y solíamos jugar mucho cuando éramos niños, fuimos creciendo y compartíamos nuestro tiempo también en la secundaria pero un día deje de verlo, desapareció por meses y cuando volví a encontrarlo estaba diferente, desprendía un aura oscura, su vista era lejana, fría... ni siquiera me tomo en cuenta, sus ojos desprendían odio y rencor. Incluso cuando me acerque e intente abrazarle me ataco, no fue nada grave, solo me empujo con demasiada fuerza que me hizo caer de culo. La cosa es que me trato mal y me dijo que me alejara, desde ese momento volvió a desaparecer. Un tiempo después me enteré que había perdido a su familia e incluso su novia en un viaje que habían hecho para pasar tiempo de calidad juntos y conocer la familia de la chica que se encontraba fuera de las fronteras de la manada, fueron atacados por lobos vagabundos y humanos alterados genéticamente contratados por los Black, ninguno sobrevivió, solo el quien fue marcado por una larga cicatriz en su abdomen. Desde ese momento el se perdió en el dolor, maldijo su existencia y desapareció del pueblo. Lo ultimo que se supo es que se encontraba vagando por diferentes partes del mundo perdido en un estado salvaje y violento, se rumorea que se puso al servicio de brujas y demonios y ahora es una de las amenazas principales que el escuadrón persigue para eliminarlo.

Volviendo al presente, papá nos lleva a la plaza para tomar el transporte que nos llevara a nuestro destino. Nos dice lo orgulloso que está de que nos unamos al equipo y comienzo a comprender cuánto voy a extrañar a mis padres. Sin embargo, no puedo detenerme en mis sentimientos, he estado esperando este día durante mucho tiempo y los sacrificios son necesarios para llegar a donde quiero, además no es que me vaya y no vuelva más, solo estaré lejos por un tiempo, pero estoy segura que de alguna forma podremos visitarlos sin tener como motivo la famosa tradición de la manada.

Cuando llegamos observamos que hay quince personas de nuestra manada con el mismo objetivo que nosotras dejando sus maletas en el autobus.

-¡Hola chicas!- Escucho decir a Dylan que nos llama con una mano para indicarnos que nos acerquemos a donde él está parado con Simon. Ambos son amigos cercanos con los que he entrenado durante años. Dylan es alto y delgado, con cabello castaño desgreñado y piel bronceada. Es muy atractivo, con una mandíbula cuadrada y rasgos definidos. No me importaría si termina siendo mi compañero, se que siempre le he gustado, es un coqueteo descarado, pero nunca sentí esa química entre nosotros. Quizás eso es lo que agregaría el vínculo de pareja si estuviéramos predestinados, aun así, sería incomodo, nunca he visto a Dylan mas allá que un amigo, dar ese paso tan grande sería muy arriesgado, con o sin vinculo no quiero que esto trascienda a un nivel físico o emocional. Además Dylan es un picaflor consumado y esta característica no es algo que me llame la atención, soy algo posesiva y me molestaría enormemente que se vaya con otras siendo mi pareja solo porque no puede mantenerlo en los pantalones.

No me gusta lo que puede tener cualquiera.

Por eso solo es mi amigo, lo amo como tal pero llegar a algo romántico? Eso nunca. El seria una pieza demasiado desgastante en mi vida, y aunque sintiera "amor" no evitaría que cayera en la tentación. Como amigo es lo mejor pero como pareja no tengo un buen concepto de su persona y si voy a tener algo con alguien, que sea para mejorar día a día y sea un impulso en mis metas así como yo lo sea para él.

-Hola, hermosa- balbucea mientras nos acercamos, lanzando un guiño en mi dirección.

Pongo los ojos en blanco, riendo suavemente.

-Oye. Veo que empacaste ligero- bromeo.

-Ya esta cargado, déjame llevar el tuyo- Dylan alcanza el asa de mi maleta antes de que pueda protestar, tirando de ella hacia el autobús.

-Puedo tomar la tuya, Kate- ofrece Simon, moviéndose hacia ella. Para un tipo que quiere ser un luchador, es uno de los tipos más dulces que he conocido.

Nunca pensé que tuviera el temperamento para formar parte del equipo, pero es realmente impresionante cuando se trata de sparring. No tiene las características de muchos hombres lobo, pero realmente se ha fortalecido durante el tiempo que lleva entrenando conmigo, se ha esforzado bastante por alcanzar las cualidades y habilidades que se necesitan para ingresar en el campamento. Mientras lleva la maleta de mi hermana hacia el autobús, los músculos tonificados debajo de la camiseta se ondulan con sus movimientos. Él tiene el cabello rubio cenizo y ojos verdes, es atractivo, pero no soportaría saber que es mi compañero, no me malinterpreten, es un amor, pero muy dulce, lo dominaría muy fácil y no me atrae un hombre sumiso, me gusta lo difícil con una personalidad fuerte, que proyecte autoridad pero que al mismo tiempo me deje ser yo.

Por eso prefiero quedarme soltera.

Luego de regresar de mis pensamientos me doy cuenta que estuve en piloto automático y que estaba sentada esperando llegar a mi nuevo destino. Debo tener en cuenta no perderme en cosas así, la influencia de mi madre y su insistencia en lo del vinculo me ésta causando distracciones innecesarias, debo dejar eso de lado y enfocarme en lo que importa. No debo estar comparando que chico sería el indicado o no para estar a mi lado.

Volteo para mirar a mi hermana que tiene una cara que ya conozco a la perfección.

-Realmente no vas a volver para la tradición, ¿verdad?

-Será bueno ver a nuestra familia después de estar tanto tiempo fuera de casa...

-Eso es una excusa barata. Kate, no me digas que ya quieres tener un compañero- Me burlo, negando con la cabeza- No dejes que mamá te presione y te meta ideas que...

-No lo hago- interrumpe. Ella cruza los brazos sobre el pecho con indignación- Solo que los voy a extrañar demasiado... además mi lobo se pone inquieto ese día, tiene que correr siempre.

-Eso no te lo crees ni tu, pero si eso te hace sentir tranquila haz lo que quieras y repítelo hasta que te lo creas.

-Podemos decidir que hacer más tarde- dice, abandonando efectivamente el tema de conversación.

Sé que no volverá a casa para la carrera si no quiero ir con ella, pero también sé que realmente quiere, así que iré. Puede que ya no tengamos mucho en común, pero aún lo hacemos todo juntas. Ella es mi mejor amiga. No hay nadie en el mundo en quien confíe más que ella.

-Entonces, ¿Cómo crees que va a ser?- Dylan pregunta, echando su brazo sobre el asiento frente a nosotros y girando su cabeza en nuestra dirección. Simon está sentado a su lado y rápidamente sigue su ejemplo, mirándonos.

-La gente dice que es el infierno, pero no puedo imaginar que nadie más esté más preparado que nosotros- Estoy tratando de actuar con calma para enmascarar mi creciente aprensión sobre el asunto. Hemos entrenando muy duro desde que tuvimos el conocimiento de este selecto escuadrón, pero ahora es cuando realmente contará todos nuestros esfuerzos. ¿Y si no soy lo suficientemente buena? ¿Y si me eliminan? Intento sacar esos pensamientos de mi cabeza tan rápido como entran, pero persisten.

-Me alegro de que podamos hacer esto juntos- ofrece Simon, mostrando su sonrisa de un millón de dólares. Inmediatamente me tranquiliza.

-Veamos si sigues diciendo eso después de que te derribe durante la práctica- me río, empujando su brazo con mi puño.

-¡Oooh, ella te tiene ahí!- Dylan se ríe, golpeando el brazo de Simon en broma. Hace una mueca, pone los ojos en blanco y saca la lengua.

Me vuelvo hacia Kate, que está mirando por la ventana. Puedo ver su reflejo en la ventana, pero no puedo leer su expresión. ¿Nerviosa? ¿Triste? Tomo su mano, dándole un pequeño apretón. Es nuestra secreta '¿estás bien?' señal.

Ella se vuelve hacia mí y me ofrece una pequeña sonrisa, aunque puedo decir que la está forzando. Me aprieta la mano para decirme que está bien, pero algo parece mal.

-¿Qué pasa?- Pregunto, y los chicos escuchan mi voz baja como una señal para dar la vuelta, hundirse en sus asientos y darnos un poco de privacidad.

-Nada.

Levanto las cejas, urgiéndola con los ojos a que lo suelte.

-Va a ser extraño estar lejos de casa. Lejos de ti. Eso es todo.

-¿Qué quieres decir? Ambas estaremos juntas en el campo de entrenamiento

-No sabemos cuánto nos veremos, si es que lo hacemos, al menos tienes a los chicos. Yo en cambio voy a estar sola con un grupo de desconocidos, los cuales no sabré si me aceptaran o me rechazaran por ser una de las mejores hakers del país, no se si me tendrán envidia o se sentirán amenazados con mi presencia. Es difícil porque no estarás allí y no tendré quien me defienda o al menos escuche lo que tengo por decir.

Tomo su mano de nuevo, dándole un apretón tranquilizador.

-No pasara nada de eso. ¡Ni siquiera sabemos cómo serán las cosas todavía! No puedes preocuparte tanto.

Obligo una sonrisa, pero me doy cuenta de que tiene razón; no sabemos si nos veremos o no. Se me empieza a formar un nudo en la garganta al pensar en cómo sería pasar todo el tiempo sin mi gemela a mi lado.

-Tienes razón. Tendremos que esperar y ver.

Supongo que se tranquiliza, pero no puedo decir lo mismo de mí.