17. Nunca es suficiente contigo.
Jared.
Abro los ojos sintiéndome un poco confundido, pero sonrío cuando recuerdo exactamente dónde y cómo dormí anoche.
Muerdo mi labio para reprimir un gemido, mi cabeza cae más fuerte en la almohada que huele a ella mientras recuerdo todo sobre anoche.
Sus labios en mi polla.
Su lengua lamiéndome.
El calor de su boca cuando chupaba.
Mis manos en su cabello, embistiendo para ir más profundo.
Ella tragando mi corrida.
Bajo mi mano bajo mis boxers y me doy una larga sacudida, recordando cómo después la llevé al orgasmo usando mis manos y lengua.
Todo fue tan caliente y la sentí tan mía, que no vi otra opción más que dormirme con mi dedo enterrado hasta el último nudillo en ella, asegurándome de que el sentimiento de sentirla mía no se fuera,
