18. Romántico, ¿ves? Lizzy. Nos han suspendido. Nos suspendieron de la clase del profesor Meyer. Después de la pequeña discusión que tan sólo ayer tuvimos en clase — discusión que de hecho no fue nada en comparación con las demás peleas que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas— nos suspendieron por tres clases. Tres clases. — Nena, no es mi culpa — el mayor infractor del desastre dice a mi lado mientras camino por el pasillo hacia el parqueadero. — Aparte de que nos suspendieron, llegamos tarde — niego con la cabeza —. Enserio, Jared, tienes que ser la peor influencia que he tenido. — Qué pena, bebé, pero fuiste tú la que ayer empezó a gritarme en clase, enojada porque no te hablaba. No es mi culpa que no puedas vivir sin mí, que te desesperes después de ignorarte sólo po