Blake. Tener a mi madre aquí es de terror. La amo, de verdad que sí, pero el tenerla repitiendo como un loro que Austin va a cambiarme o que el dinero será un problema, es lo que me lleva a decirme varias veces al día que no debo gritarle la verdad en la cara. A este punto me tiene sin cuidado lo que piense, solo sé que diciendo la verdad ella acabará por enfadarse y se irá, a diferencia de ahora, que quiere saber todo acerca de los padres de mi prometido y su hermano. —¿Estás seguro de que esto va a funcionar?—pregunto desde el vestidor. La noche cayó y es lo que temía, ya que la madre de Austin está tan entusiasmada por conocer a mis padres, que no se lo pensó dos veces antes de reservar espacio en un restaurante de la ciudad al día siguiente de haberle preguntado. —Si funciona