Blake. Puede que no siempre tome decisiones inteligentes, estoy consciente de eso, pero no me arrepiento para nada de haber decidido continuar ayudando a Austin. En mi cuarto, ese mismo día en que me entregó el sobre me dispuse a contarlo y quedé boquiabierta cuando me dí cuenta que me pagó incluso el doble de lo que habíamos acordado. Fue ahí cuando me convencí a mí misma de que mi decisión fue la mejor. A este punto tengo el apoyo necesario para enfocarme solo en mi arte. Las entregas de currículums y la búsqueda de un trabajo quedan descartadas por mucho, mucho tiempo. Ahora puedo vivir tranquila sin la presión del dinero en mis hombros, y la verdad es que no me siento para nada mal al saber cómo lo obtuve, por eso, cuando Austin llama para concretar una cita de almuerzo en su tra