— Todo está listo, su boda será perfecta. — Gracias Dan – sonrió Nat – Muchas gracias por todo. — Gracias a ustedes por venir aquí y permitirme hacer más perfecta su boda. — Sí Dan, el honor de que hicieras el traje y el velo, gracias a ti esto será perfecto – Gustavo tomó de la cadera a su prometida, mirándola con una sonrisa. — Nos gustaría que vinieras a la boda – suspiro Nat – Pero no será un buen lugar. Dan tenía que mantener un perfil bajo, pues al menos para los amigos de la pareja, él está muerto y sí lo ven en su boda, sería todo un caos, es mejor mantener todo al margen. — Tranquila Nat, recibirán mi mayor regalo – les sonrió – Bueno, tengan buen viaje. — Gracias – los dos le sonrieron y salieron de su tienda. Gustavo llevó a su chica al auto, abriendo la puerta del copil