«¿Dos días?» Lulú se había quedado escuchando tras la puerta, su corazón tembló, sus ojos se llenaron de lágrimas, corrió a buscar a Numa para avisarle, ella sabía bien cuál era su escondite. Llegó bajo las escaleras que daba a un viejo sótano. —Te van a llevar en dos días —balbuceó. Numa abrió los labios, su piel se erizó, sollozó. —Debemos escapar Lulú. —¿A dónde vamos a ir? —preguntó ella. —No lo sé, pero no vamos a permitir que nos separe. ¿Vendrás conmigo? Lulú asintió. —Sí, escaparemos juntos. ¿Cuándo? —Mañana mismo, debemos planear el escape, ven te explico lo que haremos. Lulú se sentó junto a su amiguito, y escuchó con atención como iban a escapar. Más tarde Giovanna buscó a Numa, lo encontró en el patio. —No debiste salir corriendo, entiendo que quieres muc