Los imponentes ébanos que se levantaban orgullosos en los terrenos de los Chadburn, lucían más resplandecientes después de las lluvias pasadas, el olor del almuerzo no lograba despertar su apetito, Daryl se había negado a bajar hasta el momento en que su amada azabache de ojos celestes llegará hasta ellos, Emerson y Maddox parecían emocionados por la visita de la hermosa ojos celestes, pero él, lo estaba aún más...y al mismo tiempo...estaba aterrado... O´Brien sabía bien que el odio que Melissa sentía hacia él era genuino y justificable...pero no podía perdonarla por creer que el jamás la había amado, la amaba, con tanta fuerza que moriría por ella, pero no siempre podía tener el control del monstruo que habitaba secretamente en su interior. Aquellos recuerdos, memorias de un amor perdido