El ruido de las aves rompía el sepulcral silencio de la mañana, los hermosos ébanos en los jardines se mecían con suavidad en un vaivén lento y pasmoso, el ambiente se percibía tenso, la rigidez de la bella azabache y su ceño fruncido delataban lo mucho que odiaba estar ante la presencia de O´Brien, miradas incomodas sin saber que decir se distraían en cualquier cosa que tuviese movimiento con tal de no tener que ver la asfixiante atmosfera que juraban, podría tocarse entre la bella ojiazul y el apuesto rubio, Emerson observaba con cierta curiosidad el palpable odio de su gemela hacia su querido hermano, aquello era bastante curioso, debía admitirlo, pero lo atribuyo a posible envenenamiento mental de parte de la familia Black hacia ellos, celeste y ámbar se miraban fijamente sin dejar un