Uno de los días que va a ver a su espantapájaros es un día especialmente oscuro para Alejandro. Es una de las noches en que sueña con Gin, su antigua compañera de equipo muerta. No sucede tanto como solía hacerlo, pero cada vez que lo hace trae de vuelta a ese momento de su muerte en sus manos, como si nunca hubieran pasado los años después de eso. Se ve obligado a recordar su puño atravesando su pecho, la brutal realidad de la sensación de ella latiendo a su alrededor, de la vida abandonando su cuerpo. Un momento que duró segundos. Un momento que durará toda su vida. Cuando Jazmín lo encuentra, está en la oscuridad tumbado en su cama y mirando al techo con ojos ciegos. El detecta la presencia de su novia a pesar de que no quería que lo viera en este estado. Aún así, él no le dice