5.ATRACCIÓN

2645 Words
En ese momento, me sonrojé totalmente como un tomate. Era la primera vez que tenía a un hombre así demasiado cerca. Mi corazón casi sale disparado por mi boca. Observar cada detalle de su rostro me hizo enloquecer, esos ojos color café oscuro con unas pestañas extremadamente largas, hacía que su mirada sea tan atractiva, seria y penetrante. Su piel ligeramente color canela, con dos hoyuelos en sus mejillas, lo hacían súper atractivo. Y ni que decir de esos labios carnosos bien delineados, eran sorprendentes. Me sentí muy extraña por primera vez. Mientras tanto de la otra parte: –«Ésta chica es muy linda y cautivadora, aún de mañana se ve tan fresca y radiante. Esos enormes ojos azules, me hechizan. Su rostro tan delicado y sutil le hace parecer como si fuera completamente de porcelana. Su cuerpo entero refleja una inocencia seductora que me hace querer enloquecer y lanzarme sobre ella. Hoy se ve extremadamente espléndida» –Ehh... ¡Lo siento, Sr. Ren! –Se acomoda bien y retrocede un paso, alejándose de él. Ren muy nervioso, hace como si no hubiera pasado nada y comienza a ver hacia otra dirección. –Buenos días Señor Ren.– Saluda nerviosamente asentando la cabeza. Ren la mira de reojo y trata de poner su voz seca y seria, para ocultar su nerviosismo. –Buenos días, puedes tomar asiento. Los dos se sientan frente a frente y comienzan a desayunar. Ren un tanto curioso le pregunta: –¿Pudiste dormir bien? – Sí, bueno algo así –responde ella metiéndose un pedazo de tostada a la boca. – ¿Segura? – Sí, ¿por qué? –Keyra responde. –Pues ayer pasé por tu habitación dirigiéndome a la mía, más ó menos plan de las dos, tu puerta se encontraba entre abierta. Entré por un momento y te ví destapada, entonces me acerqué para taparte y de pronto escuché que te quejabas, ¿Tenías pesadillas verdad? No me imagino tus días como habrán sido de duros. Keyra lo mira un poco avergonzada y le responde: – Sí, debe ser que me vió así, pero no fue solo por mis días malos que tuve. Quiero decir, en realidad esto para mí es algo muy normal, no se sorprenda si me escucha aturdida en las noches. »Desde pequeña he sufrido estas pesadillas. Pero, Sr. Ren, esté tranquilo, no debería preocuparse por esas cosas mías. Trataré de ser más precavida y no hacer ruidos para que no tenga molestias. Todo está bien, lo que menos quiero es convertirme en una carga y ser parte de sus preocupaciones. –¡Tsk!–Ren chasquea los dientes fastidiado–. No sé porque tienes el don de hacerme enojar impresionantemente rápido. ¡Olvídalo por favor!, solo toma tu desayuno tranquila y sin decir una palabra. –«Quise consolarla pero ella siempre con esas frases deprimentes ¡Tsk! Esta mujer es irreparable», piensa él enojadamente mientras comía. A pocos minutos después …. –Bueno de seguro ya sabrás que estaremos aquí por diez días. Entonces te pido que te mantengas al margen de mi presencia, solamente comeremos juntos, y el resto del día, búscate cosas en lo que te puedas distraer aquí. –¡Sí, señor! No le daré más disturbios –dice con una impresionante energía. Él la fija algo sorprendido por su actitud y da una pequeña risita. –¡Ah! y una cosa más... ¡Deja de decirme señor! me da fastidio, solo dime Ren. ¡No soy tan viejo! –le dice muy incómodo. -Sí... Eh, está bien Ren. –Le da una enorme risa amigable, asombrándolo de esa hermosa expresión. Ren la observa mientras comían y se llena de pensamientos, sintiéndose algo disturbado por la actitud de ella. –«No puedo creer que a pesar de todo lo que le está pasando, ella puede sonreír de tal manera. Esto me irrita». Él, sin darse cuenta, estaba conmovido de lo tan simpática que podía ser esta chica. Poco a poco no sabía que caería completamente en sus encantos también. Llegó la noche y se encontraron en el comedor. –Keyra, no te vi en todo el día. ¿Qué estuviste haciendo? –«Que extraño, pues me dijo que no lo fastidiara. Todo el día me la pasé evitándolo. En todo lugar que él estaba, daba media vuelta y me iba corriendo. Siendo sincera la verdad, el día estuvo muy aburrido», piensa expresando una cara de desánimo. –Eh... Estuve caminando por los alrededores. Me divertí mucho, Ren – contesta sonriendo. –Ok, entiendo. Me alegra, debes totalmente disfrutar bien estos días de libertad que te quedan. –Sí –responde transformando su expresión sonriente a una completa deprimida. – «¡Qué! ¿Qué dije? ¿Por qué se puso así? Claro, ¡qué idiota soy!, le hice recordar su situación». –La mira frustrado. –¡Eh... Keyra! ¿Acabaste verdad? Necesito que me hagas un favor, anda al almacén y tráeme una maleta roja que se encuentra ahí, te esperaré en la sala de descanso. –«No entiendo lo que quiere hacer. ¿Porque me lo pide a mí? Sus hombres están aquí también, bueno como sea ya que me lo pide con amabilidad, está bien», piensa ella. –Está bien, Ren voy de inmediato. Fuí y conseguí la maleta que me había pedido. De pronto cuando se la entregué, me ofreció que me sentara. Me quedé observando cómo iba sacando las cosas de aquella maleta, eran instrumentos de pintura. No sabía que aquella cualidad también era parte de él y me sorprendió bastante. –Keyra, en mis momentos de relajo me gusta dibujar. Dibujo todo aquello que me parece impresionante. Quiero que te mantengas ahí sentada y solo me mires. ¿Puedo dibujarte? Aquellas palabras me dejaron anonadada. Él... él quería dibujarme, pero espera... ¿Soy impresionante? Sentí un revuelo en mi corazón con aquellas palabras, aunque no fueron directas, entendí a lo que se refería. Entonces le contesté que sí. Se pasó casi como una hora dibujándome hasta que terminó. -¡Terminado! ¡Realmente soy bueno en esto! –se expresa satisfecho. –«Dibujar cada detalle de su cuerpo fue increíble. No sé, hay algo en ella que me atrae demasiado, su cuerpo es totalmente seductor para ser una chica que no es tan voluptuosa», piensa Ren enseñándole el dibujo. Él era alguien extraordinario. Me acerqué a ver y... ¡WOW! fue tan fantástico ver que me dibujó completamente igual, era mi retrato, casi una foto. –Ren, esto es hermoso. ¿De verdad me veo así? ¡Increíble! ¡Eres demasiado bueno! –murmura cogiendo la hoja, con una expresión tan maravillada. –¿Esto te hace tan felíz? Te sorprendes muy rápido con cosas fáciles, ¡eh! –Ren lo dice en modo sarcástico. –Pues realmente sí, me pone muy felíz. En realidad creo que las cosas hechas por uno mismo tienen mucho más valor que cualquier cosa comprada o de dinero. Y sí, lo sé, me emociono muy rápido pero que puedo hacer ¡Ésto que ha hecho es increíblemente magnífico! –Sí que soy bravo ¡Eh!, 'hahaha'– Ríe egocéntricamente. Entre risas, Keyra lo observa con mucha admiración. –Hasta ahorita usted no deja de sorprenderme. Es una persona completamente diferente, cualquiera se llevaría una buena impresión. Ren sin ninguna palabra se sonroja y trata de esquivar la situación. –¡Ehh... bueno!, me voy a dormir, estoy cansado. Deja las cosas, en un momento lo vienen a acomodar. Puedes ir a tu habitación. Una hora después, Ren en su habitación ya acostado en la cama, con los brazos detrás de la cabeza, se dice a sí mismo: –¿Qué me sucede? ¿Porqué ella hace que me sienta de esta manera tan cómoda? ¿Porque sigue rescatando todo lo bueno de mí? Me hace sentir de nervios. Después de esa noche que estuvimos en ese lugar, creí que ya nos habíamos acercado un poco más. Sin embargo al parecer, no fue así, lo ví en el desayuno y me ignoró completamente. Solo se mantenía silencioso. Se veía preocupado por alguna razón, pero igual no quise preguntar. Luego, todo el día estuvo fuera hasta que llegó en la noche y tampoco no me llamó ni nada. Yo solo lo pude observar desde lejos, a escondidas. Escuchaba música clásica y pintaba un cuadro. Por ese día decidí no molestarlo. Sin embargo en el tercer día, él actuó más extraño. Cada vez que intentaba hablarle era como que él me evadía, me ignoraba mucho más que el día anterior, no entendía el porqué. Cuando llegó la noche y nos encontramos para la cena. Decidí preguntarle: –Usted... ¿usted me está evitando? Todo el día quise acercarme y me ignoraba totalmente. ¿Hice algo mal? En ese momento con un flash mental, ella se recuerda las palabras que él le dijo el primer día: "Mantente al margen". –Cierto, ¡perdón! Lo había olvidado, usted me había dicho que no lo molestara. No lo volveré a hacer. –«¡Qué haces Keyra! no quieres darle molestias sin embargo lo estás haciendo, ¡Qué tonta!, piensa. Ren atrapado, se avergüenza de su comportamiento. –Lo siento Keyra, tenía cosas en mi cabeza, no lo hice con intención. –«En realidad si trataba de evitarla, es que no entiendo, hay algo en ella que no sé porqué me inestabiliza tanto. Me pone fuera de lugar. Si sigo así de cerca con ella, sinceramente no sé que le podría llegar a hacer», piensa Ren observándola cautelosamente. De pronto pide a la sirvienta que le traigan un whisky uno de sus preferidos y más caros. –Ren, ¿hoy tienes ganas de tomar? –Estoy frustrado, últimamente necesito relajarme. Si deseas puedes irte a descansar o también puedes quedarte a acompañarme. –Por mí está bien, yo me quedo con usted –le expresa una sonrisa muy complaciente. Eran ya casi las diez de la noche y no dejábamos de hablar diferentes cosas sobre él. De mi parte, trataba de evadir las cosas importantes para que no se diera cuenta de dónde provenía. Le comenté las cosas que me gustaban, mis pasatiempos y él me contó las suyas, también me llegó a contar unos pocos momentos de su vida. Momentos de una vida muy dura. Una de esas anécdotas, fue que mataron a su hermano mayor frente a él, en un enfrentamiento. Su hermano por protegerlo de una bala se lanzó y la recibió en vez de él. Todo lo que me contaba, lo hacia de una manera normal, pero a la vez con una enorme nostalgia en sus ojos oscuros que yo podía percibir. También tuvo la desdicha de que su mejor amigo lo traicionara y así junto a eso, muchas cosas más. Fueron tantas cosas tristes que sin pensarlo, bajo los efectos del alcohol, me quebranté y comencé a llorar, no me pude contener. No podía dejar de sentir tanta pena por él. –¿Qué te sucede Keyra? –Ren pregunta preocupado. –¡Señor! Que vida la que tuvo usted. Debe haber estado demasiado triste y haber sufrido tanto. Usted me hace acordar en una parte a mí, somos tan solitarios. Lo más desconcertante es que haz presenciado tantas muertes y también lo han atacado miles de veces en su cuerpo, por eso aquella vez que lo ví con el torso desnudo, pude percatarme de sus marcas en el pecho y abdomen. Debe haber dolido, ¿verdad? –replica con voz llorosa tocándole el pecho encima de la camisa. –¿Estás llorando por mí? –Ren sorprendido y conmovido le coge la mano que se encontraba apoyada en él y se le queda viendo pasmado de aquella sinceridad. –«En estos momentos está llorando por mí, qué mujer tan frágil y tierna. Su pureza la hace tan esplendorosa ante mis ojos», él da una pequeña sonrisa conmovedora. Él cogiéndome de la mano, trató de calmarme dándome pequeñas palmadas. Esa noche sentí que realmente vinculamos mucho entre nosotros y que nos habíamos acercado demasiado, eso ya era en sí, algo peligroso. Después de haber ocupado mi mente con cosas de Ren en esos días, había olvidado absolutamente todo la desdicha de vida que yo tenía que afrontar. Entonces aún con los efectos del alcohol en mi cuerpo, llegó un momento en que me acordé de la situación en la que me encontraba. Entrando así totalmente en pánico y no pudiéndome controlar. Me sentía tan impotente, pues sabía bien lo que se me venía. Estaba segura que por más dinero que les pueda ofrecer a esas personas por mi libertad, ellos se vengarían de mi tío de alguna manera u otra, usándome. Keyra en ese momento se encontraba tan aturdida, entonces se llenó de pensamientos y rompió en llanto otra vez, inconsolablemente. Ren aturdido e impaciente le dice: –Keyra cálmate, creo que bebiste mucho. ¿Te encuentras bien? No te pongas así yo estoy bi... Keyra lo interrumpe. –¡No!, no se trata de usted Ren. ¡Se trata de mí! Por un momento olvidé la clase de vida que tengo encima. Keyra alza y fija su mirada en los ojos de Ren, con una cara demasiada triste y desconsolada. –Ren, no puedo escapar, no puedo escapar de mi destino. Sé que no le puedo pedir que me ayude, esto no tiene nada que ver con usted, pero por favor le pido una cosa, no me tenga compasión. No sea tan amable se lo pido. –Keyra, lo lamento –responde Ren con una enorme conmoción. –No lo lamente, esto es lo que debe ser. –Ella agacha la mirada. Ren la observa atentamente muy disturbado. -¡Maldición! ¿Qué puedo hacer por ti? Me siento enormemente impotente pero a la vez debo ser razonable. Si me meto con Tom pondría en riesgo mis otros negocios y hablamos de pérdidas de millones. –Lo sé, entiendo su posición, no debe atormentarse. Sé claramente que no puede hacer nada por mí y tampoco quiero que lo haga. Por favor no tenga ninguna preocupación por mí. –¡Keyra! –Ren golpea la mesa con enojo–. ¿Cómo no podría? Una chica como tú no merece esto. ¿Cómo llegaste a las manos de esa maldita escoria? –dice reflejando las venas de su rostro por el gran enojo. Keyra lo observa algo conmovida por su reacción y permanece mirándolo directamente a los ojos, se tranquiliza un poco y le agarra una mano diciéndole: –Sr. Ren está bien, todo está bien, no me haga caso por favor. –Le da una sonrisa entre lágrimas mostrando valentía. –«¡Cómo! ¡¿Cómo puede ella aún sonreír?!», piensa y la observa enormemente atónito. De pronto Ren, no aguanta el verla así de nostálgica, se acerca a ella e inmediatamente la abraza. Ella al sentir ese gran abrazo sincero, y al darse cuenta que él la quería consolar, rompe en llanto y se desahoga con todas sus fuerzas. Después de unos minutos de botar todo lo que sentía por dentro, ella se tranquilizó. Aún abrazados, él la mira complaciente. Entonces de pronto hacen un desprevenido contacto visual y se quedan viendo el uno con el otro fijamente en un largo silencio, como si estuvieran viendo lo tan profundo de sus almas. Su rostros tan cerca y sonrojados automáticamente, hizo que tuvieran una profunda conexión. Ren no aguanta más aquella situación y con impulso; ¡LA BESA! *** Sentir el calor de su cuerpo cuando me abrazó, encendió por primera vez algo extraño en todo mi ser que no comprendía. Después cuando me besó, sentí..., sentí que yo…, ¡yo lo deseaba! Quería y deseaba con ansias entregarme completamente a él…
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