4.NO HAY ESCAPATORIA

2115 Words
Después de esa conversación, había quedado muy sorprendida, Ren había aceptado que me quedara. Él fue a cambiarse a su recámara y me invitó a sentarme en la sala, pues debíamos pasar toda la noche en esa habitación y hacer creer que estábamos juntos. Ren sale del cuarto y se sienta glamurosamente delante de mí con su expresión claramente llena de preguntas: –Y dime... ¿Cuál es tu nombre? –Me llamo, Keyra, Keyra Worlm. –¿Worlm? Mmm... Un apellido no tanto en común, igual que el capo de la Mafia Tercera. –¿La mafia tercera? ¿Qué quiere decir? –Él se la queda viendo y sólo sonríe a su ignorancia. –Al parecer eres completamente ignorante en esto, es un hecho que no eres de aquí. –Mueve su cabeza apenado–. Bueno te explico para que entiendas el lugar oscuro en el que estás ahora. »En este mundo de la Mafia, existen tres potencias más sobresalientes que las otras, que por sus enormes patrimonios, han permanecido años de generación en generación, la cuál se clasifican de esta manera: Los que tienen un poder incomparable son "La mafia Primera", teniendo a su cargo grandes negocios en todo el mundo, así sucesivamente se van identificando dependiendo del poder de cada conglomerado. Mi organización es llamada " La Mafia Segunda", somos muy poderosos pero aún así nos faltaría un poco para llegar a ser como la “Mafia Primera". Y Los de la "Mafia Tercera" también tienen un poder único, son dueños de muchas empresas en varios países de Europa, son audaces pero no tanto comparado a mis negocios. En fin es así que se mantienen en el tercer puesto siendo ahora dirigido por Johen Worlm. Como dije, son una familia muy conocida en este rubro. Keyra completamente impactada, se da cuenta que había vivido muchos años con tal ignorancia, todo debido a su tío. –«No, no, aún no puedo creer todo lo que estoy descubriendo, al parecer toda mi familia fue parte de esto en años. ¿Habrán estado también mis padres? No logro entenderlo. ¿Cómo es que no me pude dar cuenta de estas cosas? Mi tío se encargó muy bien de mí de hecho, como para no hacerme saber de nada. Bueno a pesar de todo no puedo exponerme debo cambiar de conversación», Keyra piensa con cautela delatando una cara fuera de lugar. –¿Sucede algo? ¿Porqué esa cara? –exclama Ren. –Ahh... entiendo. No, no, nada. Me quedé solo pensando que es interesante lo que dice, no sé mucho sobre estas cosas y me sorprende –dice ella. En tanto él se queda pensando por unos segundos recordando los episodios de hace unos instantes. –Keyra por cierto, discúlpame por lo de hace un momento, no sabía tu situación y fuí brusco contigo –se expresa avergonzado. –No se tiene que preocupar –responde también algo sonrojada, acordándose de dichas escenas bochornosas. Se quedan un tiempo en silencio y entonces Keyra tratando de derretir el hielo, desviando el tema, comenta: –Por cierto, disculpe que le pregunte, pero estoy un poco curiosa ¿Toda su vida se dedicó a esto? ¿No es siempre peligroso?¿No teme por la vida de su familia? –¿Acaso me vez débil? Es cierto que es peligroso. ¿Cómo crees que llegué aquí?, no tienes idea de todas las cosas que tuve que afrontar pero al final no me preocupo tanto, porque soy solo, no tengo esposa ni hijos, ni hermanos. »Soy el único que quedó a cargo de toda mi familia, al menos así no me preocupo por nadie. Vivimos siempre al borde de un abismo donde un simple descuido se podría caer, pero soy hábil y fuerte, aquí el más débil es por hecho muerto. Soy muy audaz en mis negocios por eso estoy donde estoy –Se muestra egocéntrico. Keyra totalmente impresionada de la vida de este hombre, sintió un poco de tristeza. Él estaba tan sólo como lo estaba ella en el mundo. –Entiendo –responde Keyra con sentimientos encontrados y extraños dentro de ella. –Ahora respóndeme tú... ¿Cómo es que estás metida en esto? Al parecer, veo que esto no es tu mundo. –Tiene razón, la verdad, tampoco sé exactamente por qué estoy aquí, pero... pero (titubea), sí le soy sincera, que todo esto es aterrador. –Agacha la mirada con angustia. Ren solo la observa con impaciencia. –Obviamente sé que me van a entregar a otras personas, es seguro que me obligarán, así como me entregaron a usted. La verdad quién sabe lo que me espera. La expresión de Ren se iba transformando a una cara avergonzada. –Este lugar es horrible, maltratan a las chicas. Prácticamente nos tratan de una manera inhumana –Keyra relata tristemente–. No tengo... (Es interrumpida por el celular de Ren) –Discúlpame, me están llamando. Dame unos segundos. (Contesta) –Sein, dime. –¡¡Jefeee!! –le responde. –Debe alistarse, debemos irnos lo antes posible. Nos han comunicado que hay personas sospechosas con armas rondando en el Hotel. (Se escuchan ruidos de disparos en el fondo) –¡¡Jefeee!! Estamos bajo ataque. ¡Abrieron fuego! ¡Apresúrese! Enseguida voy a su habitación para escoltarlo... –Cortan la llamada. Ren muy alarmado, se levanta y le dice: –Keyra me tengo que ir, es peligroso permanecer aquí –exclama acomodándose el saco. Ella se queda sin palabras, y solo asienta con la cabeza. Entonces él la coge del brazo, y con su expresión seria y segura le dice: –Pero tú te vienes conmigo, aquí será un baño de sangre. Vámonos. En ese momento me sentía demasiado asustada, nunca había estado en un combate de mafias, pero por alguna razón con esa persona me sentía segura. Vino el secretario y nos llevó al último piso del hotel. Él no soltó mi mano en todo el camino. No podía creer que tenía varios hombres armados a su disposición, nunca había visto una escena igual. En ese instante me percaté que Ren era tan distinto cuando asumía el mando de jefe. Se le veía tan seguro de cada orden que daba. Parecía todo una película de acción, pero no, esto era totalmente mi realidad tan escalofriante. Mi cuerpo no dejaba de temblar por la impresión. Esperamos unos minutos y de pronto llegó un helicóptero con una extravagante y enorme "R" sobre ella, entonces nos subimos y tomamos rumbo a un lugar desconocido. Lo único que me quedaba en ese momento era quedarme a su disposición. Llegamos a un lugar despojado; era una casa de campo, alejada de la ciudad. Ya entrando a la casa, él me dice: –Disculpa toda esta inconveniencia, al parecer me estuvieron siguiendo. Ya estoy averiguando quienes han sido, debo hacer unas llamadas, así que te puedes quedar en este cuarto. –Muchas gracias Ren –replica Keyra. Sin embargo en ese instante recibe una llamada; Era Tom. –¡Hey Ren!, me enteré del altercado que tuviste –exclama Tom vacilándose. –Sí, espero no hayas tenido que ver en esto –responde Ren advirtiendo. –¡¡No!! ¡Cómo crees! Siempre estaré de tu parte amigo. Por cierto, ¿mi paquete está bien? Espero no le haya pasado nada, es una de la más preciadas para mí. ¿Me la puedes pasar por favor? –¡Hey tú, maldito! –reprocha en voz baja y se contiene de decirle cosas al respecto. Él debía fingir que andaba todo bien. «Nosé qué piensa hacer este bastardo con esta chica, pero debo seguirle el juego. No puedo meterme en conflictos por ahora», piensa Ren cautelosamente. –¡Ok! Toma, es para ti. –Estira el brazo con el celular en mano, muy sulfurado. –Ok, está bien. –Ella recibe el teléfono. –¿Diga? –contesta con una voz tímida y nerviosa. –Hola pichoncita, espero hayas hecho muy bien tu trabajo, al parecer él no sabe nada sobre ti. Lo estás haciendo muy bien, ¡eh! Ya sabes, si dices una sola palabra, aquí tus amigas recibirán mi cariño especial. ¡Estás advertida! Te dejaré con él diez días, trata de convencerlo a que acepte los negocios conmigo, ¿ok? Sé muy persuasiva ya lo sabes. Mmm... Ya tengo ansias de verte. Cuando regreses, te daré el privilegio de disfrutar la noche conmigo, seré generoso ya lo verás. Nos vemos. Keyra muy nerviosa comienza a temblar. Y Ren solo la observa serio y enojado. –Ehh... Ok –responde Keyra conteniéndo la ira y las lágrimas, devolviéndole el celular. –¡Hey Ren!, cuida muy bien a mi paquete. Debes estar satisfecho al haberla estrenado. En diez días tenemos la reunión de negocios en mi mansión, será como siempre con una gran fiesta como lo suelo hacer. Nos encontramos ahí para que me devuelvas a mi pichoncita. Úsala por ahora a tu antojo. Ren enojado frunce los puños con fuerzas . –Ok, estaremos ahí. (Cuelga) –¡¡Bastardo!! -grita con aterradora furia saliendo de sus ojos. –No entiendo cómo te metiste en esto, quién sabe qué cosas horribles te van a hacer. ¿Por qué tuviste que cruzarte conmigo? ¿Por qué me tocó ser espectador de algo por el estilo? »Ya tengo demasiados problemas como para tener que preocuparme por alguien como tú. Lo lamento, pero no puedo hacer nada por ti, esto no es de mi incumbencia. Ese Tom es un idiota, ya se las verá por haberme involucrado de esta manera –comenta muy enojado. Keyra se le queda observándolo un tanto desconcertada. –Obviamente que cualquier persona con moral como usted en su posición, sentiría pena e impotencia por no poder ayudar. Sr. esta bien, no se debe preocupar por mí, discúlpeme por hacerle pasar por estas cosas. Pero era algo que usted sabe, que no podría estar en mis manos. De verdad... no quiero ocasionarle problemas. Haga como que si no supiera nada, y solo esperemos al momento cuando usted me regrese. –Te expresas tan resignada, ¿acaso aceptas lo que viene? Tu expresión me fastidia. –Es la realidad. Nadie puede hacer nada por mí. Tengo que aceptar lo que deba venir. –Agacha la cabeza tristemente. –«La existencia de esta niña me enoja totalmente», piensa Ren mirándola con indignación y pena a la vez. -¡Tsk! (Ren chasquea los dientes con indiferencia). En ese momento moría de impaciencia, quería decirle toda la verdad y rogarle que me ayudara, sin embargo no podía, corría el riesgo de que hicieran daño a vidas inocentes. Tampoco podía hacer que tenga problemas por mi culpa. Se notaba que Ren no podía dejar de estar intrigado. Perduró en silencio por un buen rato sentado delante de mí, con una mirada que parecía que quería saber más, pero sin embargo se abstenía en preguntar. Entendía su posición, ya que no debía meterse en estos asuntos. –Keyra anda a descansar, fue suficiente por hoy. Debes estar cansada y yo debo encargarme de unos negocios. Nos vemos en la mañana, les diré a las mucamas que te traigan ropa para que puedas darte un baño. –Se retira a su habitación. Esa noche me quedé despierta hasta tarde sin dejar de pensar. La nostalgia me invadió por completo y lo único que pude hacer esa noche fue llorar sin cesar, tratándome de consolar a mí misma para poder soportar la angustia que me consumía. Hasta entonces cada paso que iba a seguir ya estaba escrito y no tenía de otra. Estaba ya totalmente resignada. A la mañana siguiente me levanté y me puse uno de los vestidos que me habían traído y un par de hermosos tacos. Después vinieron a avisarme que Ren me esperaba para desayunar en el jardín. Entonces me aliste rápidamente y bajé observando alelada todo el lugar, era una casa tan grande y hermosa. De pronto en camino al jardín, no pude dejar de admirar tan impresionante vista. Él se encontraba de pie al costado de la mesa observando el paisaje fumándose un cigarrillo. Se le veía tan guapo con su terno n***o a la talla que siempre endosaba, no podía negar que era muy apuesto y varonil. Cuando de pronto al momento de intentar acercarme, caminé torpemente nerviosa y no me dí cuenta que en el suelo había un agujero cerca de él, con el cuál termine tropezando, pero rápidamente él con buenos reflejos me sostuvo con sus brazos. Quedando así tan apegados cara a cara, haciendo un fuerte contacto visual, totalmente hipnotizados uno del otro.
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