Sebastián. Tiro las agujas que usé y miro a la chica que se ve al espejo sonriendo, le tatué la pierna y considero que me quedó bastante bueno, por como sonríe me dice que le re gustó y creo que a parte del p**o esa es mi recompensa, saber que hice feliz a alguien y que retraté lo que querian. —Gracias, me encantó. —no sé como reaccionar a los halagos, asi que solo la miro sonriendo—. Gracias, me voy a volver a hacer otro. —Bueno, gracias, me alegra que te guste. —Wou. —Cele la mira asintiendo—. Te queda re lindo. —Si, esta re bien hecho, tenia miedo cuando comenzamos, crei que no se iba a ver bien. —Tenemos buenos artistas. —limpio toda mi zona donde fue la última que atendí porque debo ir por Leila al trabajo. —Listo, dejé todo limpio. —Dale, ¿mañana vienes?. —Si, asi junto para