Maximiliano.
- Salgo de la mansión sintiendo más desprecio del que ya le tenía a mi padre, ya me imagino a la mujer que eligió para mí, seguro una interesada y caprichosa tal cual como el tipo de mujer que le gustan a él.
_ Maldita sea!. - Maldigo una y otra vez golpeando el volante mientras manejo rumbo a mi departamento; llegó y voy quitando mi ropa para darme una ducha y relajarme, no aguanto la tensión provocada por la noticia de mi padre así que de paso tomo una botella de mi bar y bebo directamente de esta.
Después de un rato salgo rumbo a casa de Elena, necesito desestresarme y olvidarme de este día. Quizás si hubiese presentado a Elena como mi novia ante la prensa y mi círculo más cercano, mi padre no hubiese podido elegir una esposa para mí, evidentemente Elena sería la opción, no es que pensará casarme con ella pero ya llevamos un tiempo saliendo y me siento cómodo; firmando un acuerdo y dejando algunas cosas claras fácilmente podría pasar con ella un par de años. Aunque mi padre ya tenía sus propios planes y ahora no tengo opción, la cláusula es clara, la mujer que elija también tiene que ser del agrado de mi padre, que idea tan más estúpida!. Pero que mi padre no espere que ponga a esa mujer sobre Elena, eso no pasará y aunque esté casado tendrá que quedarle claro que esto es un simple contrato.
Elena.
_ Me veo increíble!. - Me digo a mi misma mientras espero a Max, me he puesto el tipo de lencería que le encanta. Él es guapo pero sobretodo millonario, complace todos mis caprichos tan cual como un día lo llegó a hacer su padre.
No me arrepiento de nada, a Alvaro lo utilice como el imbécil que era hasta que cometí el grave error de quedar embarazada y para colmo Alvaro se dió cuenta de que abortaría y movió todo para impedirmelo. Realmente nunca pensé que él abandonaría a su familia, pero lo hizo, aunque yo no pensaba pasar mi juventud cuidando de un viejo y a él le faltaban muchos años para partir de este mundo. No lo negare, me la pasé muy bien pero después conocí a su sobrino Sam y casi al mismo tiempo al padre de este, así termine teniendo una aventura con tres idiotas, hasta que León me descubrió saliendo con su hijo, él sabía lo de Alvaro pero solo le importo Sam, me amenazó con matarme y en realidad lo haría así que me fui diciendo que había encontrado un nuevo amor y claro que sí encontré a alguien, pero al poco tiempo de llegar a New York él imbécil me dejó por otra.
Fue ahí, mientras lloraba en un Bar con mi ego herido cuando lo ví, me resultaba familiar pero deje esa idea a un lado para enfocarme en su porte, clase y evidente estatus, Maximiliano me cautivo y esa noche paso de todo entre nosotros dos, después de una salidas supe su apellido y me di cuánta porque me era tan familiar, claro tiene los mismos ojos, estatura y porte que su padre. Entendí que sería un problema involucrarme con él pero no pensaba dejarlo ir, así que decidí aventurarme y ya sabía con qué amenazaría a Alvaro en cuanto se enterará de mi relación con Maximiliano, tal cual como lo creí, Alvaro haría cualquier cosa por la mocosa aunque ni siquiera sabe si es suya, ni yo misma lo sé.
Ahora puedo salir libremente con Maximiliano y en ocasiones veo a Sam.
Escucho el timbre y sé de quién se trata, abro y me aviento a sus brazos llenando su rostro de besos, le quitó la ropa y el tampoco espera, se muere por mí y solo necesito un poco más de tiempo para que lo nuestro se haga oficial, después la boda y cuando menos lo espere seré la señora de Marnili.
- Llegó con Elena y como lo supuse ella quitó todo el estrés, el sexo es malditamente bueno y ella sabe cómo hacerme sentir bien. Me levanto y ella me alá del brazo para atraparme con su cuerpo desnudo, la recorro con mi mirada y mis manos, ella es hermosa y quiero volver a devorarla y mientras yo pienso en lo siguiente que haremos, ella me pregunta...
_ Qué pasá amor, estás raro?
No tengo más opción que contarle lo que pasó esta tarde pues algunas cosas cambiarán entre ella y yo.
_ Qué Maximiliano?. - Me levanto exaltada después de escuchar a Max, esto no puede ser, debí suponer que el maldito de Alvaro no se quedaría de brazos cruzados.
_ Lo sé Elena, yo tampoco estoy contento con esto pero no tengo otra opción.
_ Claro que la tienes cariño, casemonos ahora mismo y desaste de ese estúpido acuerdo.
_ No nena, así no es esto. El testamento tiene claras sus cláusulas, la mujer con quién me case tiene que también tener el consentimiento de mi padre y tú no eres su persona favorita, aún no entiendo porque te desprecia pero no puedo hacer que cambien de opinión. - Me le acercó, la tomo de la cintura y le digo. - Tranquila Elena, esto solo es un negocio más y esa mujer jamás será tratada como mi esposa, tú y yo nos seguiremos viendo solo seremos más discretos, eso es todo.
Por dentro estoy que ardo del coraje pero no puedo demostrarle eso a Max, así que decido mostrarme comprensiva. No pienso dejar que nadie arruine mis planes aunque quizás tardarán un poco más, aún así me veo en la necesidad de hacerle una visita a Alvaro y ver si puedo evitar ese estúpido compromiso. Lo beso y lo llevo de nuevo a la cama, pienso complacerlo un poco más después de todo tengo que sacarle provecho a estos momentos.
- Salgo temprano del departamento de Elena, vaya que la pasé bien, creí me haría un escándalo después de contarle lo de la boda pero para mí sorpresa ella se mostró comprensiva, ahora se que puedo confiar en ella.
Llego a la empresa y voy directo a mi oficina, al llegar saludo a Marian como de costumbre pero noto su cara de preocupación.
_ Todo bien Marian?.- Le pregunto al notar su angustia.
_ Señor su padre está en la oficina esperándolo.
_ Es eso Marian, no te preocupes, vuelve a trabajar y que nadie nos moleste.- Entiendo la preocupación de Marian, ella tiene conocimiento del resentimiento que tengo hacia mi padre, ella conoce el porqué de este odio y como no conocer la historia si ella era la mejor amiga de mi madre.
_ Qué haces aquí padre?. - Le pregunto después de entrar a mi oficina.
_ Hola hijo, necesitaba avisarte que hoy voy por tu prometida, así que te espero en casa por la noche para que la conozcas.
_ No necesito conocerla, la veré el día de la boda solo dime dónde será o mejor dónde firmar y nos evitamos tantas tonterías.
_ Me parece que no leíste bien las cláusulas en el testamento de tu abuelo. Tu esposa no solo debe serlo por papel, también tiene que ser tratada como tal, debes de demostrar ante la sociedad y familia tu fidelidad, compromiso y felicidad con tu esposa. Así que la conocerás te parezca o no y te quiero en la mansión para que puedas platicar con ella.
_ Cómo esperas que le demuestre todo eso a una desconocida?
_ O es como lo dice el testamento y llegas está noche a la mansión o de una buena vez vas a casa de tu tío León y das el poder de la empresa. Decide hijo...