Eden.
La mirada del hijo del señor Marnili me hace sentir muy incómoda, desde que llegué no me a quitado la mirada de encima y comienzo a sentirme nerviosa, no comprendo porque me mira de esa manera. No lo voy a negar, es un hombre muy atractivo, es alto igual que el señor Marnili, tienen los mismos ojos verdes y el cabello rubio, se nota que hace ejercicio pues ese traje resalta su físico. Es realmente imponente pero no pienso dejarme intimidar, por lo que me contó el señor Marnili, la relación entre ellos no es buena y su hijo también impondrá sus reglas pues no está tan cómodo con esto, espero que se de cuenta que no es el único que se siente así.
- Me doy cuenta de la reacción de mi hijo al ver a Eden y por alguna razón me hace sentir incómodo; ella es hermosa y hoy en especial se ve radiante, lo más hermoso de ella es que ni ella misma se percata de lo que provoca en otros.
_ Tomen asiento.- les pido y miro a Maximiliano completamente embobado y eso es muy extraño en él, aunque esa era la reacción que buscaba no esperaba sentirme así al ver cómo mi hijo debora a Eden con la mirada. Ella es hermosa, inteligente y trabajadora, es el tipo de mujer a la que Max no está acostumbrado; me doy cuenta que a ella no le impacto el encantó de mi hijo quien está acostumbrado a que las mujeres caigan a sus pies sin siquiera mover un dedo, pero por lo que veo, con ella tendrá que esforzarse si en realidad quiere llamar su atención.
Maximiliano.
- No puedo dejar de mirarla, ella es hermosa y me preguntó cómo es que mi padre la conoció. Me doy cuenta que no me presta mucha atención, miro mi traje, acomodo mi cabello y camisa, quizás traigo algo en la cara, tocó mi rostro para quitarme lo que sea que tenga pues lo más seguro es que anda algo mal en mí, ella ni siquiera me mira y no es por nada pero esto nunca me había pasado.
Mi padre sigue buscando unos documentos y mientras él hace eso yo no puedo dejar de mirarla, si sigo así va a pensar que soy un psicópata, de repente voltea a verme y me regala la sonrisa más hermosa que he visto, mientras yo me quedo como un estúpido. Su piel que se ve tan suave y con ese vestido de tela tan delicada deja ver más de lo que quisiera. Mi cuerpo reacciona y... qué carajos me pasa? desde cuándo reaccionó como un puberto? tengo 38 años y ahora resulta que me prendo solo con mirar a una mujer, pero que mujer...
Eden
-Siento tanto su mirada que decido voltear a verlo, me provoca gracia la manera en que mira, igual que los chicos que van al internado a visitar a mis niñas. Le sonrió y él me devuelve el gesto de manera tan exagerada que me hace sonreír, creí que me iba a topar con un patán pero veo que quizás no sea tan creído como pensé.
_ Bien, disculpen pero quiero que todo quede por escrito.- Trato de llamar la atención de ambos porque en mi demora ellos pasaron a sonreírse entre sí. No entiendo que me pasa pero algo comienza a incomodarme.
_ Eden, hijo vamos a aclarar alguna cosas. Primero como ya saben, esto es un contrato que tendrá un plazo máximo de dos años pero esa información será confidencial, así que solo las personas de esta reunión sabrán lo que está pasando.
Aunque ante la sociedad, prensa, amigos y familia tendrán comportarse como una pareja de enamorados, eso también incluye a tu abuelo, Eden. Me encargaré de ir personalmente a verlo y pedir tu mano como corresponde.
_ No es necesario que vayas padre, yo mismo lo haré y me presentaré con quien sea necesario para dejar claro que Eden será mi esposa y pedir su mano como es debido.
_ Bien Maximiliano, pero creo que es importante que también vaya pues soy yo quien conoce a su abuelo.
_ Comprendo padre, creo que en esa situación es necesaria tu presencia pero con lo que respecta en los acuerdos que Eden y yo lleguemos a tener en nuestro matrimonio, prefiero hablarlos solo con ella ya que seremos nosotros quienes estaremos casados.- Me levanto he invito a Eden a hacer lo mismo.
_ Que te parece si cenamos y hablamos sobre esto Eden?.
_ Espera Max.- Me levanto rápidamente tratando de impedir que Max se lleve a Eden.
_ Hijo me parece que es sumamente necesario que yo me enteré de que acuerdos llegarán a tener ustedes, solo estoy tratando de que esto sea más fácil para ambos.
_ Señor Marnili, le agradezco todo pero creo su hijo tiene razón.- Miro cómo el señor Marnili tiene cierto desconcierto ante mis palabras, pero Maximiliano tiene razón, al final es con él con quién me casaré.
_ Tenga por seguro que le comunicaremos nuestro acuerdo si es necesario, pero su hijo y yo tenemos que hablar sin que sigan interviniendo mi madre y usted en nuestras decisiones.
- Escucho a Eden hablarle de una manera tan segura a mi padre que me encanta, por primera vez estoy de acuerdo en algo con él y es que yo también quiero que ella sea mi esposa, así que ahora necesito conocerla sin que mi padre interfiera. Necesito escuchar que es lo que ella piensa de esto porque por lo que ha dicho, su madre es quien tomo la decisión por ella.
_ Bien, comprendo que quieran hablar, solo les recuerdo que esto no solo se trata de ustedes. - No entiendo porque me molesta tanto la actitud de Max, se supone que esto era lo que yo quería para que él dejara a Elena.
_ Ok entonces nos vamos Eden?.
_ Por supuesto, solo voy por un abrigo.
- Miro a Eden caminar para ir por su abrigo y no puedo evitar mirar su hermoso tracero, dios está mujer tendrá algo malo? porque yo la miro perfecta. Se supone que tenemos que ir a cenar para dejar claras algunas cosas, pero al único acuerdo al que quiero llegar con ella es que está misma noche se mudé a mi departamento, lo segundo es avisarle que no solo será mi mujer, también será la madre de mis hijos, la abuela de mis nietos y como simple detalle, que compartiremos hasta la urna en dónde nuestras cenizas estarán para pasar juntos al otro mundo. Me río mentalmente de todas las locuras que estoy pensando pero me es imposible no hacerlo, he quedado cautivado a primera vista y por primera vez quiero que esto pase.