Pov Romina.
El señor del cual no recuerdo su nombre, está de pie frente a mí, en mi puerta y en mi pórtico, mi curiosidad y preocupación están en la misma cantidad.
Dígame. —pregunto cuando recuerdo hablar.
.— hola, buenas tardes, disculpé por esta interrupción, pero quería ver la posibilidad de que sí podríamos ir a cenar y conversar sobre su trabajo.
Cuando estoy por responder mis angelitos hacen acto de presencia, pero si fuera solo eso, no habría problemas, el problema es lo que preguntan y como lo preguntan.
.— MAMÁ ES NUESTRO PAPÁ.— preguntan afirmando.
Mierda, esto no me puede estar pasando a mí, por qué dios mío y más con quien podría ser mi jefe, bueno, aunque pensándolo bien y recordando lo que dije, posiblemente ya no tenga trabajo. Sin contar con todo eso mi cara se cae de vergüenza, sé que estoy roja como tomate. Lo sé ya que me quema.
Por favor niños vayan a la cocina y terminen de cenar yo en un momento iré. El señor este me mira como si estuviera esperando ser invitado, cuando le voy a decir algo, él solo pasa por mi lado e ingresa como Pedro por su casa.
Mis bebés que jamás en su vida me hacen caso cuando necesito que lo hagan, aún están de pie mirando al intruso con curiosidad, sé que en su cabecita muchas preguntas se están formulando, así que las corto antes de que me sigan avergonzando más.
Freya y Elijah saluden al señor… Dejo al aire las palabras, ya que no recuerdo su nombre, él es mi jefe; posiblemente si no me despiden.— digo en un susurro no tan despacio.
Mis hijos solo asienten, sé que ellos quieren más que nada en el mundo tener un padre, pero la vida no lo quiso. Salgo de mis pensamientos y les
Pido nuevamente a mis hijos que terminen de cenar, porque después deben ir a dormir.
1 hora más tarde…
Mis niños están en el quinto sueño, por fin, el hombre que es mi jefe aún está en mi sala viendo las fotos que tengo colgadas en la pared, siempre trato de retratar todos los momentos que vivimos, tener recuerdos impresos.
Disculpe por la tardanza, pero estaban eufóricos porque por lo general no recibimos visitas. Mm… Usted dirá Don…
.— Perdón no me he presentado como es debido.
En ese momento, de inmediato se nota que el caballero guapo no es americano.
.— mi inglés no es bueno, perdón, pero mi nombre es KLaus Richter.
Claro Sr. KLaus en que puedo ayudarle, porque no creo que su visita a mi casa a esta hora, un día viernes, sea para hacer amistad o me equivoco.
.— no señorita… deja las palabras al aire como lo hice yo hace un rato
Romina Morgan — respondo.
Bueno, sus diseños me encantaron y más la habitación para niños. Y quiero contratarla a usted para que decore mi hogar.
.— Perdón… usted quiere mis servicios por separado, para hacer la decoración de su hogar, me imagino que su esposa está de acuerdo con su proposición.
.— no hay problemas con eso, no se preocupe.
Pero porque hace esto, si la señora Carter le ofreció a una de las mejores diseñadoras y ella hace de todo y créame que cuando digo hace de todo es todo hasta saltar en pollas ajenas..… perdón, eso estuvo fuera de lugar, perdón.
Yo siempre he querido abrir mi propio estudio, pero el tiempo para mí no es algo que me sobre entre los niños, el trabajo y el escaso dinero, es muy difícil.
Salgo de mis pensamientos cuando el señor Richter, me mira como esperando mi respuesta, perdón me quede pensando en algo.
.— Perdón, por la pregunta y el padre de los niños.
Bueno, en resumidas cuentas, él me pidió el divorcio justo el mismo día en que me entere de mi embarazo y también de que él tendría un hijo con su amante, o sea mi amiga de la infancia, pero bueno, son las cosas de la vida, y ya ha pasado tiempo para ser exactos de eso ya son casi 5 años. Y bueno, desde ese momento solo somos nosotros tres.
.— y su familia.
No tengo, ya que no les servía la hija divorciada, sin un centavo, vuelvo y repito asi es la vida.
.— bueno, entonces mañana vendré por ustedes, para conocer la propiedad y firmar el contrato.
No espere, no puedo, yo no tengo niñera para los fines de semana y no puedo dejar a mis bebés solitos en casa.
.— paso a las 8:30 por los tres, nos vemos.
Me quedo de pie procesando todo lo que acaba de pasar.
Si bien toda esta situación y mi historia tiene un principio, si mis hijos son míos, más no de mi exesposo, ya que estuve casada por casi 3 años en donde intente de todo para poder tener un bebé, pero jamás se pudo.
Después de un millón de discusiones, según mi esposo, yo era la del problema, pero lo obligué prácticamente para hacernos los estudios y exámenes de fertilidad y descubrí que él era el problema.
Irónico no, él no puede tener hijos y su amante salió embarazada.
Bueno, él no lo sabe, ya que él no quiso ver los resultados alegando que como el todo un hombre de negocios, pelo en pecho es todo un semental, p**o chico. Y si le entregaba los documentos me hubiera metido en un problemon porque retire sus resultados pagando una buena cantidad de dinero.
Ya sii, sé que lo que hice estuvo mal y más sin su autorización, y él jamás se enteró de mis hijos, porque aunque quede embarazada dentro de un matrimonio, más no son sus hijos.
Y lo aclaro jamás lo engañe, solo que mi deseo de ser madre fueron más grandes que me realice una fecundación in vitro. Y cuando él me dio los documentos del matrimonio decidi que era mejor salir de ese matrimonio.
El único remordimiento que tengo es que mis hijos jamás tendrán un padre.— ni como saberlo.— sé que me apresure en todo, pero de verdad quería ser madre y casada con Felipe, quien tenía recursos y siempre los puso a mi disposición.
Fue una decisión impulsiva.— si lo fue.— pero juro por dios y por mis hijos que lo repetiría una y un millón de veces.
Bueno, ya cuando sean más grandes les diré que ellos fueron creados por los médicos y por eso son tan especiales, ese se convirtió en mi mantra y tengo que decir que siempre ensayo esas frases para cuando llegue el día D.
Salgo de mis pensamientos cuando miro a mi alrededor y veo lo que me espera y que ya el tiempo de reflexiones termino, porque ahora debo ordenar la casa, asi que pongo el televisor con alguna serie, solo para no sentirme sola, Cuando ya todo está listo, la ropa lavada, planchada para la próxima semana y una casa reluciente me doy cuenta ya son las 2 de la madrugada. Asi que me dirijo a mi dormitorio, me ducho, seco el cabello, pongo mi pijama y me acuesto por fin y con eso miro el reloj de pared y veo que son las 3 de la madrugada, asi que debo apurarme para dormir y cierro mis ojos y caigo en un sueño.
El cual dura menos que mi sueldo de fin de mes, porque tengo a dos pequeños revoltosos saltados a mi lado pidiendo desayuno. Veo mi reloj del celular y me doy cuenta de que son las 6:30 como todos los días y pues ni modo las labores de mamá jamás se acaban.
Me ducho, me visto y los arreglo a ellos también, porque justo hoy decidieron ser los bebés de mamá, bajamos y desayunamos entre risas por sus ocurrencias. A penas terminamos subimos a cepillarnos los dientes, y a penas pisamos el último peldaño, la puerta, es tocada, miro mi reloj de muñeca y asiento.
Hombre puntual, dedito para arriba.
Mis bebes toman sus mochilas y se paran detrás de mí antes de abrir les pido encarecidamente que por favor no hagan nada y no digan nada.
.— SI MAMÁ.— dicen ambos y se sintió más falso que anillo de diamantes de Shein.
Abro la puerta y la vista que este hombre me ofrece es algo alucinante, miro con detenimiento a mi jefe y me doy cuenta de que tiene el mismo color de ojos de mis hijos, el cual es de un azul eléctrico que te hipnotizan. Y que decir de algunos rasgos.
Ellos se saludan y nos indica que ya debemos irnos, nos indica que podemos ingresar a una camioneta grandísima, la cual al ser abierta me doy cuenta de que los asientos están de frente, el uno y el otro. Y la otra cosa que llamo mi atención es que tiene sus sillas de autos.
Subimos y aseguro a mis hijos, con la atenta mirada del señor Richter ya listos, mis hijos lo miran con curiosidad y él también lo hacen, de hecho hacen los mismos gestos.
.— y como se portan chicos en el colegio.— ambos contestan que superbién, lo cual me hace mirarlos y levantar una ceja.
El señor KLaus tiene la clara intención de preguntarles si es verdad por como los mire, pero mis bebés se adelantan.
.— bueno, el otro día de ayer, un niño que siempre nos molesta, hizo llorar a mi hermana.
.— él dijo que no tenemos padre, y que somos bastados.— cuenta mi pequeño bebé mis ojos me pican por la creciente crecida de mis lágrimas las cuales no que no derramo y mi garganta se cierra por el nudo que se forma, el cual me obligo a tragar, Hago aplomo de todo mi ser para no llorar, como niña chiquita.
Antes de terminar de recomponerme, el señor Richter se me adelanta.
.— JAMÁS NADIE LES PUEDE HACER SENTIR MENOS, ESTÁ BIEN.— ambos asienten solemnemente.
.— si necesitan de un amigo me pueden avisar yo estoy para ustedes .okey.
.— okey. Contestan mis hijos más que felices.
No llevamos ni 20 minutos del camino y el sueño, cansancio empieza a azotar mi cuerpo y no me doy cuenta de qué momento caigo dormida.
Despierto asustada porque no siento el vehículo en movimiento, me levanto de golpe asustada, miro a todos lados y mis hijos me miran riendo a carcajadas. Cuando veo el espejo me espanto, ya que mi cabello parece nido de pájaros, los miro, pero me uno a su risa.
Abrimos la puerta y la vista que nos recibe nos hace a los tres abrir los ojos y a boca, puesto que nos recibe una casa que más bien parece un club de gente rica, la casa tiene grandes ventanales de piso a techo. Y en todo el frontis, dejando ver la maravillosa vista que tendrá esta pareja.
Ni hablar de la luz natural que debe ingresar a la sala, sin dudar una obra maestra.
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Bueno, chica entrego el segundo capítulo, espero les guste y me apoyen con uno me gusta y un comentario.