Todo un poco cargante, la verdad, y bastante insoportable. Hasta que dio con Rafa. Chico bien, tímido y guapete aunque sin exagerar. Más bien resultón, pero suficiente para atraer a Susy. El cuerpo acompañaba, atlético y bien formado, lo normal en un joven de veinte años deportista y bien cuidado. Y por supuesto, con un padre asquerosamente bien situado, m*****o del consejo de administración de varias empresas, entre ellas, un par de las que salían en el IBEX 35. Bueno, no era precisamente su protagonista de 50 sombras de Grey soñado, porque al chaval le faltaba cuajo y decisión, pero era lo más parecido que podía encontrar. Lo cierto es que al muchacho le faltaba un hervor y Susan llegó a la conclusión de que es posible que sufriera cierta discapacidad intelectual, aunque debía ser muy l