—Inara. —miro al padre de Dimitri con una sonrisa—. ¿Cómo se conocieron con mi hijo?. —Bueno... Fue medio como de novela ¿No amor?. —asiente sin decir nada, esta con la cabeza gacha, me hace mentir pero tampoco me apoya en la mentira, me deja sola—. La primera vez nos vimos en un café y no nos podíamos dejar de mirar, fue como que sabíamos que estábamos destinados a estar juntos. —Fiorella se ríe apretando sus manos como una nena que le cuentan una fantasía. —¿De verdad?. —Si... Y yo trabajaba en una librería y a los días fue por un libro y quedamos duros mirándonos, no podíamos creer que nos habíamos encontrado una vez mas, el corazón sentía que se me iba a salir cuando lo vi entrar por la puerta, el hombre que estaba en mis sueños desde ese día en el café volvía a mi vida. —Igual