Lo que se reveló ante los ojos de Nora la dejó sin aliento. Bajo el puente, un espacio impecablemente mantenido se extendía, poblado por hombres y mujeres que exudaban un aura de poder que no se veía normal. Sus movimientos, su forma de observar, todo en ellos gritaba "lobo" a los sentidos de Nora que ya se estaba acostumbrando a reconocer a los cambiaformas. —¿Viven aquí abajo? —preguntó ella, con su voz teñida de preocupación y asombro. Ronan negó con la cabeza, y una sonrisa enigmática curvó sus labios: —Por supuesto que no. Este es uno de nuestros territorios, protegido por una Cerca de Niebla especial, creada por un druida de los O'Neill. Impide el paso de humanos y cazadores, manteniendo nuestro secreto a salvo. Aquí guardamos nuestros vehículos, y también sirve como área de recre