Luego de escuchar la respuesta de Nora, que alegaba que Kevin Sullivan se acercó a ellos cuando estuvieron en el puerto, la sorpresa se dibujó de inmediato en los rostros de Aidan y Lugh. La idea de que Declan, conocido por su lealtad inquebrantable, hubiera invitado a los Sullivan a su territorio era casi inconcebible. Sin embargo, el testimonio de Lady Sullivan lo consideraban infalible, si ella decía que así fue, entonces así realmente había sucedido, no obstante, Lugh todavía tenía sus dudas. —No puedo creerlo... —murmuró el rubio con su voz llena de incredulidad y un deje de decepción. Nora, sintiendo el peso de la culpa por su mentira, no pudo contener el impulso de aliviar la carga sobre Declan que, claramente sacrificó la confianza de sus hermanos y su clan, por salvarla a ella.