Enzo llegó en cuestión de minutos al lugar donde Luca lo esperaba, junto al coche de Sarah. La policía había tomado fotos del lugar y habían interrogado a la asistenta y al abogado para sacar toda la información que pudieran reunir. El CEO fue directo hacia uno de los policías y habló, sin poder controlar sus nervios: —¡Sarah ha sido secuestrada! La soltarán si en veinticuatro horas p**o cien millones. El policía lo miró y rápidamente llevó a Enzo junto a otro policía que parecía de mayor rango, de cabellos rubios, profunda mirada azul y más o menos tendría la edad de la joven desaparecida. —Inspector, este hombre recibió la llamada del secuestrador de la joven. Enzo contó nuevamente la conversación en el teléfono, calmando sus nervios como buenamente podía. —¿Cien millones? Eso es