Me encontraba sentada en el sillón de casa, las paredes blancas recientemente pintadas, el piso de madera lustrada, todo aquí era en dos tonos, gris y morado – mi color preferido – la pequeña mesa de madera frente a mi sillón de tres cuerpos que terminaba en ele, ¿usaba la parte en ele para apoyar los pies? No, la mesa era más cómoda. La televisión se encontraba apagada, era grande, demasiado, pero mi papá lo creyó conveniente.
En la parte derecha de donde estoy sentada, un balcón, el piso blanco se encuentra un poco sucio, unas macetas con cactus, suculentas y todas esas plantas que no se mueren tan fácilmente, mejor dicho, que no necesitan tanto cuidados. Hay una mesa en una esquina, es cuadrada, para cuatro apretados o dos cómodamente y otro pequeño sillón de dos cuerpos con dos silla
